Aristóteles Onassis: 31 escalofriantes y trágicas historias

Aparte de ser el hombre más rico de su época, Aristóteles Onassis simbolizó al empresario naviero del siglo 20 capaz de hacer fortuna a través de una mezcla de astucia, tenacidad y habilidad negociadora, y falta de escrúpulos para alcanzar sus objetivos. La vida de Onassis estuvo llena de episodios oscuros y hechos escalofriantes que no recibieron tanta atención mediática como sus relaciones amorosas, especialmente su noviazgo con la diva de la ópera María Callas y su matrimonio con Jacqueline Kennedy, la viuda del presidente estadounidense John F. Kennedy. La mayoría de las mujeres con las que estuvo relacionado o nazis murieron prematuramente, casi todas por sobredosis de drogas, y su vida estuvo marcada por la tragedia y la crueldad.

A continuación, te presentamos las 31 cosas más escalofriantes de la trágica vida de Aristóteles Onassis, uno de los personajes empresariales más polémicos y mediáticos del siglo 20.

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Número 1: Su ciudad natal fue arrasada por los turcos

Aristóteles Sócrates Onassis nació el 20 de enero de 1906 en Esmirna. Creció en el barrio de Caracas, que actualmente forma parte de la ciudad turca de Izmir. En 1919, cuando Onassis tenía 13 años, estalló la guerra greco-turca que se extendió hasta 1922. La guerra fue ganada por el movimiento nacional turco, que fundó la Turquía moderna, y en el conflicto murió más del 20 por ciento de los hombres de Anatolia. En Grecia, la guerra fue llamada "la gran catástrofe" y Esmirna resultó una de las ciudades más castigadas.

Número 2: Varios de sus parientes cercanos fueron quemados vivos

Durante la fase final de la guerra, los turcos incendiaron Esmirna, destruyendo los barrios griego y armenio de la ciudad. El incendio provocado se extendió desde el 13 hasta el 22 de septiembre de 1922 y causó la muerte de entre 10,000 y más de 100,000 personas, según diversas estimaciones. Unos 500 familiares de Onassis, incluyendo tíos, un tío político y una prima, se refugiaron en una iglesia cristiana en Tía Tire y murieron quemados.

Número 3: Su familia quedó arruinada por la guerra

Los turcos cometieron toda clase de atrocidades en las ciudades griegas tras salir victoriosos en la guerra. La mayoría de los empresarios griegos quedaron arruinados, entre ellos Sócrates Onassis, el padre de Aristóteles, que se había forjado una buena posición económica como empresario naviero. Los miembros de la familia Onassis vieron cómo repentinamente se convirtieron en refugiados después de haber vivido con holgura. Sin embargo, en los buenos tiempos, Sócrates Onassis había proporcionado una buena educación a sus hijos, y cuando Aristóteles salió de Grecia, se desenvolvía en cuatro idiomas: griego, turco, español e inglés.

Número 4: Fue un refugiado económico en Argentina

En 1923, Aristóteles Onassis llegó a Buenos Aires, Argentina, como refugiado y sin recursos económicos. Comenzó a ganarse la vida como telefonista de la British United River Plate Telephone Company mientras estudiaba comercio y administración de puertos. Luego abrió una empresa comercial e hizo una pequeña fortuna importando tabaco turco para el mercado argentino. Con este capital, fundó Astilleros Onassis, que fue el primer paso de su carrera como empresario naviero. Obtuvo la nacionalidad argentina en 1929 y se mudó a Nueva York para continuar su carrera de armador, y pronto tuvo oficinas en la Gran Manzana, Atenas y Buenos Aires.

Número 5: Despreciaba las normas de navegación internacional

Onassis adoptó la práctica común de abanderar sus barcos en países como Panamá y Liberia, que se hacían de la vista gorda al cumplimiento de las normas internacionales por parte de las navieras. Esta práctica permitía ahorrar impuestos, pagar menores salarios (aunque con personal de menor calificación) y evitar inversiones para adecuar los buques a las normativas de seguridad y ambientales. Navegando con barcos en precarias condiciones, Onassis hizo una gran fortuna en un mercado de transporte altamente competitivo en el que llevaba ventajas por sus menores costos y podía ofrecer contratos de fletamento más baratos.

Número 6: Ocasionó una catástrofe ecológica por un derrame petrolero

El 4 de febrero de 1970, el buque petrolero SS Arrow, uno de los más antiguos de la flota de Onassis, chocó con una roca en la bahía de Dartmouth, Nueva Escocia, derramando 10,000 toneladas de petróleo en el mar. Este derrame representó una cuarta parte del vertido del Exxon Valdez en Alaska en 1989 y continúa siendo el más grande que se ha producido en la costa oriental de Canadá. La catástrofe ecológica se agravó porque no fue posible bombear la carga de crudo a otros barcos de salvamento.

Número 7: Sus barcos apenas podían navegar

El derrame del SS Arrow afectó 350 kilómetros de costas y sus secuelas ambientales se hicieron sentir por décadas. Los pescadores tuvieron que interrumpir por largo tiempo su actividad, ya que las langostas y el pescado capturado estaban cubiertos de petróleo. La Comisión Canadiense que investigó el accidente estableció que el barco de Onassis era un trasto que navegaba milagrosamente. La ecosonda indispensable para determinar la profundidad del agua estaba fuera de servicio, el radar también había dejado de funcionar, mientras que la brújula giroscópica operaba con un error de tres grados. El tercer oficial no tenía licencia y la mayoría del personal carecía de las competencias necesarias para trabajar en un barco petrolero.

Número 8: Fue un cruel cazador de ballenas

Una de las facetas menos conocidas de la vida de Aristóteles Onassis es que fue un despiadado cazador de ballenas durante la primera mitad de la década de 1950. Un tiempo en el que había escasa vigilancia en el cumplimiento de normas en esta actividad. Aún así, había una normativa relacionada con la cantidad y el tamaño de los ejemplares capturados, la temporada de cacería y las áreas de operación. Y Onassis se las arregló para violar todas las normas.

Número 9: Sus barcos balleneros estuvieron cerca de ser hundidos

Un trabajador del buque en el que se procesaban las ballenas capturadas dio el siguiente testimonio: "Pedazos de carne fresca de las 124 ballenas que matamos ayer aún permanecen en la cubierta. Entre todas, sólo una podría ser considerada adulta. Todos los animales que pasan dentro del alcance del arpón son asesinados a sangre fría". En una ocasión, la flota de Onassis estaba faenando en aguas peruanas y fue interceptada y atacada por la Fuerza Aérea y la Armada de ese país. Los aviones lanzaron bombas de advertencia y la mayoría de los barcos fueron incautados.

Número 10: Tuvo estrechas relaciones con un connotado nazi

Almarchar al mar, Iou fue un prominente nazi que utilizó su talento como financista para impulsar a Hitler al poder. Ayudó al führer alemán a reunir fondos para sus campañas políticas, y luego fue presidente del Banco Central y ministro de economía. Se distanció de Hitler y terminó en un campo de concentración alemán, aunque fue juzgado en Nuremberg y absuelto. Un tribunal alemán de desnazificación lo condenó a ocho años de trabajos forzados, aunque logró la anulación de la condena en una apelación. Chad se integró a los ecosistemas de negocios de la posguerra y fue un importante asesor de Onassis en sus negocios petroleros. También ayudó al griego a vender su flota ballenera a una empresa japonesa.

Número 11: El rey de Arabia Saudita estuvo a punto de quebrarlo

El auge petrolero de los años 1950 impulsó a Onassis a realizar un trato temerario con Arabia Saudita, a sabiendas de que EE.UU. se convertiría en su enemigo. El petróleo saudita era producido por compañías estadounidenses, y aún así se logró un acuerdo con el rey árabe que le aseguraba el transporte de todo el crudo extraído en el reino. EE.UU. montó en cólera y presionó de tal forma al rey, que éste tuvo que dar marcha atrás al trato con Onassis. El griego había adquirido una gran flota de petroleros para cumplir con el contrato y no sabía qué hacer con sus buques al quedarse sin carga.

Número 12: Fue acorralado por EE.UU.

Aunque EE.UU. logró abortar el negocio de Onassis con Arabia Saudita, decidió hacerle la vida imposible al astuto y osado armador que se había atrevido a retarlos en sus negocios petroleros. En Asia, los contratos de fletamento de Onassis con las compañías petroleras estadounidenses no se renovaban al expirar y eran otorgados a transportistas rivales del griego. El FBI abrió una investigación contra Onassis por fraude al gobierno de EE.UU., argumentando violaciones a las leyes de navegación. El magnate griego tuvo que declararse culpable y pagó 7 millones de dólares de multas, una fuerte suma en el año de 1954.

Número 13: El presidente de Egipto lo salvó cuando tenía la soga al cuello

En 1956, Onassis estaba con la soga al cuello, a punto de declararse en quiebra por la caída de sus negocios petroleros, cuando un nacionalista egipcio vino en su ayuda. El presidente Gamal Abdel Nasser cerró el canal de Suez, cortando la crucial ruta marítima comercial entre Europa y Asia. Al no poder pasar del mar Rojo al Mediterráneo y viceversa, las navieras tuvieron que recurrir a la ruta de los antiguos navegantes, bordeando el cabo de Buena Esperanza por el extremo sur de África. La inesperada ruta añadía 9,000 kilómetros para llegar hacia el Mediterráneo europeo, y se necesitaban muchos más barcos. Onassis los tenía y se hizo inmensamente rico.

Número 14: Su primer matrimonio fue por interés económico

El 28 de diciembre de 1946, Aristóteles Onassis, que ya superaba las cuatro décadas de vida, se casó con Athina Mary Livanos, la hija de 17 años del magnate naviero Stavros G. Livanos. Este matrimonio lanzó su carrera de empresario naviero, aprovechando las oportunidades que brindó la Primera Guerra Mundial. Ya creciendo su fortuna en la posguerra, haciendo negocios siempre con dinero propio, sin pedir ni un céntimo prestado. El matrimonio permitió su incorporación a la comunidad de empresarios griegos del transporte y de abriendo la ocasión de vengarse de su suegro y sus amigos que lo despreciaban.

Número 15: Su primera esposa lo encontró en la cama con otra mujer

El matrimonio de Onassis y Tina Livanos duró de 1946 a 1960, y esta unión dio al magnate griego sus dos únicos hijos, Alexander y Christina, ambos muertos prematuramente. Tina y Aristóteles comenzaron a distanciarse a mediados de los años 1950 y luego la atención se hizo mayor por el romance que Onassis inició a finales de esa década con la famosa cantante de ópera María Callas. Finalmente, el divorcio se consumó cuando Tina encontró a su marido en la cama con otra mujer en su casa de Antibes, Francia.

Número 16: Su primera esposa y su cuñada murieron de sobredosis de drogas

Tina Livanos se casó en 1971 con Stavros Niarchos, viudo y su antiguo cuñado, porque había estado casado con su hermana mayor, Eugenia Livanos. La hermana de Tina había muerto en 1970 por una sobredosis de barbitúricos. El matrimonio de la ex esposa de Onassis con Stavros Niarchos añadió morbo, ya que los dos hombres eran acérrimos rivales en los negocios. Finalmente, Niarchos murió en su mansión de París el 10 de octubre de 1974, a los 45 años, y su muerte fue relacionada con una sobredosis de drogas.

Número 17: Quiso apoderarse de Mónaco

Onassis se radicó en Mónaco en 1953 para aprovechar las ventajas fiscales otorgadas por el principado a los extranjeros y para codearse con el jet-set internacional que frecuentaba la pequeña y lujosa ciudad-estado, enclavada en la costa mediterránea francesa. Pero sus intenciones iban más allá y estuvo a punto de apoderarse del territorio independiente, entonces gobernado por el príncipe Rainiero III. A través de empresas fachada panameñas, se empezó a comprar acciones de la Sociedad de Baños de Mar de Mónaco, dueña de los principales activos del principado, incluyendo el famoso casino de Montecarlo. Cuando Rainiero III se percató, Onassis ya era dueño de más de medio Mónaco.

Número 18: Quiso convertir Mónaco en un lugar solo para multimillonarios

Rainiero III estaba muy preocupado porque había permitido a un extranjero convertirse en el hombre más poderoso de Mónaco, al menos en cuanto a poderío económico. Onassis controlaba el casino, el club náutico, el icónico Hotel París, un tercio de las tierras del principado de dos kilómetros cuadrados. Las diferencias entre los dos hombres fuertes de Mónaco pronto afloraron, especialmente respecto a cómo desarrollar económicamente el principado. El príncipe deseaba una mayor corriente turística, construyendo muchos hoteles, mientras que Onassis deseaba que Mónaco fuera un lugar exclusivo para los supermillonarios.

Número 19: Fue burlado por Rainiero III

Rainiero III quería echar a Onassis de Mónaco, y quiso hacerlo de una jugada que le dio resultado. Aprovechando unos vagos privilegios que le daba su condición de representante del Estado en la Sociedad de Baños de Mar, realizó un aumento de capital de dudosa legalidad en la compañía para diluir la participación de Onassis. Repentinamente, el griego pasó de ser el dueño del 52% de la sociedad a poseer sólo un tercio de sus acciones. Rainiero III controlaba el sistema legal y la justicia le dio la razón frente a la demanda que presentó Onassis. El griego supo perder con elegancia, ya que vendió sus acciones al principado y se fue de Mónaco.

Número 20: Vivió una tragedia griega con María Callas

María Anna Cecilia Sofia Kalogeropoúlou, más conocida como María Callas y como "la divina", considerada la máxima soprano del siglo 20, conoció a Aristóteles Onassis en una fiesta en Venecia en el año de 1957. Comenzaron un romance a pesar de que ambos estaban casados, y el idilio los llevaría a los dos al divorcio. Onassis comentaría después que la relación había sido "la más natural", ya que eran los griegos vivos más famosos del mundo. La tormentosa relación de Onassis y Callas ha sido descrita como una tragedia griega y fue una de las historias amorosas más mediáticas del siglo 20.

Número 21: Su relación con María Callas fue tóxica para la carrera de la diva

La célebre cantante de ópera greco-estadounidense empezó a declinar en 1959, en los comienzos de su relación amorosa con Onassis. En mayo de 1959, agotó la boletería en el Gran Teatro del Liceo de Barcelona, pero no estuvo a la altura en la primera parte de "Tosca", incluso alguien del público gritó "Viva la Tebaldi", en alusión a la soprano italiana Renata Tebaldi, su gran rival en el bel canto. Sin embargo, se recompuso después del intermedio y terminó ovacionada. Después, María Callas se retiró temporalmente para tratar de poner orden en su vida y se separó de su marido, pero tras su retorno a los escenarios, ya no volvió a ser la misma.

Número 22: Traicionó a María Callas para casarse con Jacqueline Kennedy

Aunque nunca se casaron, se dice que María fue el gran amor en la vida de Aristóteles y en la de ella. Por ello, María se sintió traicionada cuando aún así se casó en 1968 con Jacqueline Kennedy, la glamorosa estadounidense que había quedado viuda en 1963, tras el magnicidio de su marido, el presidente John Fitzgerald Kennedy. Onassis siempre había sido partidario de las relaciones de alto perfil, y ya que no podía enfrentarse con la realeza europea, lo hizo con lo más parecido a una reina consorte que han tenido los estadounidenses.

Número 23: Su amada María Callas probablemente se suicidó

María Callas se retiró de los escenarios en el año de 1974, cuando apenas quedaban rastros de su prodigiosa voz. Murió tres años después, a la edad de 53 años, y se libró del dolor que le habría producido su desaparición, debido a que él mismo había fallecido treinta meses antes que ella, el 16 de septiembre del año 1977. María había desayunado en la cama en su casa de París cuando sintió un dolor punzante en un costado y se desmayó. Parecía que se recuperaba, pero murió poco después, oficialmente de una crisis cardíaca, aunque se cree que había ingerido una dosis masiva de tranquilizantes.

Número 24: Pagó a Jacqueline Kennedy 3 millones de dólares

Johnny Jacqueline Kennedy formaron la pareja más mediática que han tenido los estadounidenses. Aparecían por igual en las publicaciones políticas, del jet-set y del corazón, y Jacqueline se convirtió en un icono de la moda. Jacqueline se sentía amenazada ya que, después de JFK, mataron a Robert Kennedy. Excepto la propuesta de matrimonio de Aristóteles Onassis, el hombre más rico del momento, fue un arreglo económico en el que Jacqueline recibió la asesoría de su ex cuñado y abogado Ted Kennedy. Onassis le pagó tres millones de dólares para subsanar las pérdidas que Jacqueline tendría que sufrir al quedar fuera de un fondo fiduciario de los Kennedy por volverse a casar.

Número 25: Pero el logotipo olímpico

Onassis participó en la privatización del sector de aerolíneas adelantado por el gobierno griego. Desde mediados del siglo 20, y en los años 1970, era propietario de Olympic Aviation, una compañía que tenía como logotipo los cinco aros entrelazados del movimiento olímpico, que simbolizaban la unidad de los cinco continentes a través del deporte. Con la privatización de la empresa, se le comunicó a Onassis que no podría seguir utilizando los cinco aros entrelazados como símbolo de identidad visual de la compañía. El multimillonario resolvió el asunto añadiendo un sexto aro.

Número 26: Fue propietario de una isla

Onassis compró Skorpios, una isla griega en el Mar Jónico de aproximadamente 2.1 kilómetros cuadrados de superficie. El griego convirtió la isla, con abundantes arboledas, en su refugio más privado. En este caso, en 1968, con Jacqueline Kennedy. La isla fue heredada por Christina Onassis, hija de Aristóteles, y después pasó a manos de Athina, única hija de Christina y única nieta del magnate. Skorpios es actualmente propiedad de Ekaterina Ribolovlev, hija del oligarca ruso Dmitri Ribolovlev.

Número 27: Colaboró con la dictadura griega

En 1968, Onassis anunció el proyecto Omega, un plan de inversiones en respaldo a la llamada "dictadura de los coroneles", régimen militar que gobernó Grecia de 1967 a 1974. El magnate contemplaba invertir 400 millones de dólares en infraestructura industrial, incluyendo una refinería de petróleo y una planta de producción de aluminio. El proyecto finalmente se frustró por diferencias entre los coroneles, aunque Onassis los agasajaba a menudo y hacía costosos regalos a sus esposas.

Número 28: Fue un negociador astuto y de sangre fría

Onassis se hizo célebre por su condición de duro negociador, astuto, frío y despiadado. Es retratado como un negociante que sacaba partido de su visión de conjunto de los negocios mundiales, mientras que sus rivales tenían visiones parciales. Se convirtió en un adicto en derrotar a sus adversarios en las negociaciones solo por el placer de vencerlos, restándole importancia al dinero involucrado. Sobre esto afirmó: "Después de cierto punto, el dinero no tiene sentido. Deja de ser el objetivo. El juego es lo que cuenta".

Número 29: Su único hijo varón murió trágicamente a los 24 años

Alexander Sócrates Onassis, hijo del magnate, estaba a cargo de la línea aérea Olympic Aviation, propiedad de su padre. Aunque no podía tener una licencia de piloto por problemas de visión, Alexander era un fanático del pilotaje y tenía acumuladas 1,500 horas de vuelo. Sin embargo, no murió pilotando, sino como pasajero de su aeronave personal, un avión Piaggio, que se estrelló en el Aeropuerto Internacional Eleftherios Venizelos de Atenas el 23 de enero de 1973. La pérdida de su único hijo varón a los 24 años de edad devastó a Onassis y aceleró sus enfermedades y muerte.

Número 30: Su única hija murió prematuramente, posiblemente por drogas

Christina Onassis, única hija de Aristóteles y Tina Livanos, nació el 11 de diciembre de 1950 en Nueva York. Tras la muerte trágica de su hijo Alexander, Onassis se la preparó para que manejara el imperio tras su retiro. Sin embargo, vivía obsesionada por la pérdida de peso y su habitual consumo de anfetaminas y barbitúricos, haciéndose adicta. Murió en Buenos Aires en el año de 1988, a los 37 años, 13 años después que su padre. Aunque la causa oficial de su muerte fue un edema pulmonar, se sospechó de una sobredosis de drogas.

Número 31: Sus últimos años fueron una pesadilla

Onassis padeció de miastenia grave durante los últimos años de su vida, a lo que se unió la fuerte depresión por la muerte trágica de su hijo. Esta enfermedad se caracteriza por la atrofia de los músculos de los ojos, la cara y el sistema de masticación y deglución de los alimentos, haciendo muy difícil la ingesta alimentaria. Aristóteles Onassis murió en Neuilly-sur-Seine, Francia, el 15 de marzo de 1975, a los 69 años, probablemente a causa de una neumonía. Fue enterrado en la isla de Skorpios junto a su hijo Alexander.