La triste historia de Marco Antonio, el general romano que no pudo reinar (Parte 1)
Introducción
Aunque Marco Antonio es conocido por haber sido la mano derecha de Julio César y el amante de Cleopatra, hay muchas cosas que no se saben sobre los orígenes de este complejo personaje, cuya juventud está llena de excesos. Fue traicionado por su mejor amigo y trató de mantener la paz entre hombres poderosos como Pompeyo y Julio César. Es por ello que hoy les daremos a conocer la trágica historia del ascenso de Marco Antonio.
Los orígenes de Marco Antonio
Marco Antonio fue el hijo primogénito del pretor romano Marco Antonio Crítico y de la matrona romana Julia Prima Tercera de Julio César. Nació el 14 de enero del año 83 antes de Cristo. A diferencia de otras ilustres familias romanas, la suya cayó en la deshonra por la incompetencia de su padre.
Aquí en el Senado Romano le encargaron la tarea de eliminar a los piratas del Mediterráneo que asolaban la costa de Creta. Tras fracasar en su misión, Marco Antonio Crítico se dedicó a saquear a las poblaciones que debía proteger, algo que dejó en muy mala posición a su familia y que lo llevó a su muerte en torno al año 71 antes de Cristo, cuando su primogénito apenas tenía 12 años.
Tras unos meses de duelo, su madre Julia contrajo nupcias con el político Publio Cornelio Léntulo, un representante del Senado Romano que se daría a conocer por su talento para obtener grandes ganancias financieras de cualquier negocio, pero que siempre se endeudaba debido a sus gastos excesivos.
La juventud de Marco Antonio
No se tiene muy claro si Marco Antonio se llevaba bien con Cornelio Léntulo, pero sí se sabe que este último no fue un padrastro de moral estricta. Durante la mayor parte de su juventud, Marco Antonio y sus hermanos se la pasaron jugando, yendo a fiestas y prostíbulos. El propio Cicerón corrió el rumor de que Marco Antonio tenía una relación homosexual con Gelio Escribonio, uno de sus mejores amigos y confidentes de esa época, pero esto hasta la actualidad no se confirma.
Luego de ocho años de matrimonio, su madre Julia quedó nuevamente viuda debido a la ejecución de su segundo marido por participar en la segunda conspiración catilinaria, en la que una facción del Senado trató de derrocar al cónsul Cicerón y a sus aliados.
Participó en las Lupercales. De acuerdo con los cronistas de la época, Marco Antonio estuvo en un culto de las Lupercales. Dicho culto iniciático servía para honrar al dios romano Luperco, señor de los bosques, quien adoptó la forma de loba para darle de mamar a los gemelos Rómulo y Remo cuando vivieron en el monte Palatino, donde supuestamente se fundó la antigua Roma.
La celebración de las Lupercales dentro del calendario romano solía efectuarse los 14 y 15 de febrero de todos los años y estaba reservada para los zonales de Percy, es decir, jóvenes escogidos entre los más selectos de la aristocracia romana.
En el primer día de la celebración, un grupo de jóvenes se iban de caza por el bosque, aullando como lobos en busca de alimento. Luego de capturar una presa, se trasladaban con ella a una gruta en la que supuestamente habían vivido Rómulo y Remo.
Al día siguiente, el sacerdote del culto sacrificaba una cabra en dicha gruta y extraían su sangre en un cuenco. Posteriormente, el sacerdote tocaba la frente de los luperci con el cuchillo teñido con la sangre del sacrificio, borraba la mancha con un mechón de lana impregnada con leche de cabra. Luego se hacía un ritual para la fecundidad, en el que los súper cost marchaban desnudos con una serie de tiras o correas, con las que azotaban manos y espaldas de las mujeres que encontraban en el camino, dispuestas a ser parte de la ceremonia, la cual culminaba con una ritual
Tras haber sido uno iniciado durante su adolescencia, Marco Antonio llegó a convertirse en sacerdote de este peculiar culto romano.
Sus primeras campañas
Luego de la muerte de Cornelio Léntulo, Marco Antonio se vio obligado a huir de Roma para no tener que pagarles a los acreedores de su padrastro, cuyas deudas, aunadas a las suyas, iban a dejar a su familia en la ruina. El lugar elegido para refugiarse fue la ciudad de Atenas, un sitio en el que llegó a estudiar filosofía y retórica en torno al 58 antes de Cristo.
Un año después, Marco Antonio se unió al ejército romano como jefe de la caballería bajo el mando del procónsul de Siria, Aulo Gabino. Llegó a obtener grandes distinciones militares tras participar en las batallas de Alexandrium y Ierosolimitanos en Judea.
Ante el faraón Ptolomeo XII, Egitos había sufrido un golpe de estado por parte de su hija Berenice IV, por lo que le pidió apoyo militar al Senado Romano para recuperar su trono. Dicha solicitud fue rechazada por el Senado Romano, pero fue aceptada por Pompeyo, quien recibió un soborno de diez mil talentos y le ordenó a Gabino que desplegara sus tropas e invadiera Egipto para restaurar a Ptolomeo XII.
Ante la duda de si debía atacar al Senado o acatar las órdenes de Pompeyo, Gabino le pidió consejo a Marco Antonio y éste le recomendó que ayudara a Ptolomeo XII a cambio de ganarse un aliado de Roma. Después de derrotar a las fuerzas fronterizas del reino egipcio, el ejército de Gabino sometió a los guardias del palacio, quienes se rindieron antes de que comenzara la batalla.
Tras restaurar a Ptolomeo XII como un cliente de Roma, Gabino le asignó una guardia de dos mil soldados romanos, conocidos como "gaviniani", en Alejandría, para evitar futuros golpes de estado. A cambio de su apoyo, Roma pasó a ejercer un enorme control de los ingresos del reino y los de las cosechas. Marco Antonio afirmó años más tarde haberse enamorado de Cleopatra, a la que conoció durante esa campaña en Egipto cuando ella apenas tenía 14 años.
Su ascenso político
Al igual que muchos aristócratas romanos de su época, el ascenso de Marco Antonio se debió a la formación de alianzas estratégicas. Su alianza con el cuestor Publio Claudio Pulcro llevó a que éste lo recomendará para que formara parte del personal militar enviado a Galia bajo las órdenes de Julio César en el año 54 antes de Cristo.
Después de un año de servicio en Galia, César envió a Marco Antonio a Roma para que se presentara a las elecciones como cuestor, un puesto que adquirió en el año 52 antes de Cristo, como miembro de la facción popular.
Poco tiempo después, Marco Antonio regresó a la Galia y comandó la caballería de César durante su victoria en la batalla de Alesia contra el líder galo Vercingétorix. Un año más tarde, Marco Antonio recibió el mando de dos legiones, aproximadamente 7,500 soldados en total, tras ser ascendido por Julio César al rango de legado.
Tras su regreso a Roma, ocupó un puesto entre los diez tribunos plebeyos para proteger los intereses de Julio César, retando cualquier acción desfavorable para su patrón, quien se había enemistado con Pompeyo y un grupo de opositores conocidos como "optimates". Hacia el año 50 antes de Cristo, igualmente fue gracias al apoyo de Julio César, quien también era pontífice máximo de la religión romana, que Marco Antonio fue nombrado augur por el colegio de los augures, un importante oficio sacerdotal que se encargaba de interpretar la voluntad de los dioses mediante el estudio del vuelo de las aves.
Sus negociaciones de paz y la guerra civil
Muy poca gente sabe que cuando estalló el conflicto entre César y Pompeyo por el control de Roma, Marco Antonio trató de mediar entre las dos facciones para evitar una guerra civil. Desde su cargo como tribuno, convocó una reunión del Senado para resolver el conflicto. Propuso que tanto César como Pompeyo dejaran sus órdenes militares y volvieran a la condición de simples ciudadanos privados.
Su propuesta fue aceptada por la mayoría de los senadores, pero los cónsules y Catón las rechazaron. Tras ese primer fracaso, Marco Antonio hizo una nueva propuesta: que sólo dos de sus ocho legiones y el cargo de gobernador de Iliria, si se le permitía postularse al cargo de cónsul mientras estaba ausente. Este arreglo aseguraba su inmunidad legal frente a cualquier juicio por traición que desearan hacerle a Pompeyo y sus aliados.
Aunque Pompeyo aceptó esta propuesta, La Vela y dos de sus aliados la rechazaron. Brutus incluso llegó a expulsar a Marco Antonio de la reunión del Senado por la fuerza, lo que lo llevó a huir de Roma temiendo por su vida y regresar al campamento de Julio César a orillas del Rubicón.
A los pocos días de la expulsión de Marco Antonio, el 7 de enero del año 49 antes de Cristo, el Senado, bajo el liderazgo de Catón y con el apoyo tácito de Pompeyo, se volvió a reunir. En dicha reunión, se aprobó el senatus consultum ultimum, un decreto en el que le ordenaban a Julio César disolver inmediatamente su ejército y regresar a Roma para ser juzgado por crímenes de guerra, bajo la amenaza de que, si no lo hacía, se le declararía traidor y enemigo público del Estado.
Ante esta medida, Julio César se cruzó el Rubicón, bajo la justificación de que el Senado Romano había violado sus propias leyes al agredir a su protegido y expulsarlo de la votación, ya que, como tribuno, la persona de Marco Antonio era sacrosanta, por lo que era ilegal hacerle daño o negarse a reconocer su veto. Esta violación a las normas dio lugar a que el 10 de enero de ese mismo año, se iniciara una guerra civil.
El cerco de Brundisium
La marcha de las legiones de Julio César hacia Roma hizo que Pompeyo y sus aliados se dirigieran a Grecia. En ausencia de sus opositores, Julio César le encargó a Marco Emilio Lépido, uno de los oficiales de su estado mayor, que se hiciera cargo de la administración de Roma, mientras que a Marco Antonio le otorgó el rango de procurator, es decir, gobernador de Italia.
Después de tomar Roma, Julio César marchó para derrotar a los aliados de Pompeyo en España. Tras conquistar Italia, España, Sicilia y Cerdeña, Julio César se preparó para zarpar con siete legiones a Grecia para enfrentarse a Pompeyo a principios del año 48 antes de Cristo.
Mientras estaba en campaña, Julio César le encargó la defensa de la provincia de Hibernia a Publio Cornelio Vela Vélez y Cayo Antonio, el hermano menor de Marco Antonio. Tras sufrir una aplastante derrota frente a las fuerzas de Pompeyo, las legiones dirigidas por Vela y Cayo Antonio se pasaron a su bando y le cedieron sus barcos.
Debido a la escasez de barcos, Julio César se vio obligado a navegar con sólo dos de sus 7 legiones, dejando las otras cinco a cargo de Marco Antonio en la ciudad de Bríndisi, con la instrucción de que se uniera a sus fuerzas en Grecia tan pronto como pudiera.
Tras el bloqueo del puerto de Bríndisi por parte del general Lucio Escipión, unas 50 galeras comandadas por el general Cilón bloquearon el puerto de Bríndisi. Ante esta situación, Marco Antonio decidió enviar algunos barcos como señuelo, para que los persiguieran, cosa que éste hizo pensando que tendría una victoria fácil, solo para ser atacado por la espalda por el grueso de las fuerzas de Marco Antonio.
Ante este inminente desastre, la gran mayoría de las fuerzas de Cilón decidieron escapar, quedando una pequeña fracción de ellos convertida en prisioneros de guerra. Tras ser capturados, las fuerzas de Marco Antonio se unieron al ejército de Julio César en la península balcánica occidental y sitiaron el ejército de Pompeyo en la ciudad y región situada en Grecia.
La batalla de Farsalia
En la batalla de Farsalia, Marco Antonio se encargó de dirigir el ala izquierda de las legiones de César, mientras éste dirigía personalmente el ala derecha. Las tropas de ambos generales derrotaron a las de Pompeyo en un cerco el 9 de agosto del año 48 antes de Cristo.
Después de la derrota de Pompeyo, la mayor parte del Senado cambió de bando y apoyó a Julio César, incluidos muchos de los soldados que habían luchado por Pompeyo. El mismo Pompeyo huyó a Egipto buscando ayuda, pero los representantes del faraón Ptolomeo XIII lo asesinaron temiendo que César lo admitiera entre sus enemigos. Sus conflictos como gobernador
Mientras César estaba en Egipto, enfrascado en la guerra civil entre Ptolomeo XIII y Cleopatra, Marco Antonio se estableció en Roma para restaurar el orden. No obstante, sin el asesoramiento de Julio César, Marco Antonio se vio en problemas con el Senado, el tribuno Publio Cornelio Dolabela, su ex amigo y amante de su esposa Antonia, propuso una ley que habría cancelado todas las deudas pendientes en el año 47 antes de Cristo. Marco Antonio se opuso a esto porque no creía que Julio César apoyase esta medida y porque odiaba a Dolabela por traidor.
Esta situación llevó a Dolabela a tratar de promulgar la ley por la fuerza, apoderándose del control del Foro Romano. Esto hizo que Marco Antonio desatara una carnicería en el Foro Romano como demostración de fuerza ante su enemigo.
Dicha situación llevó a Julio César a regresar a Roma en octubre del año 47 antes de Cristo, para mediar entre los dos generales. César buscó formar una alianza con Dolabela, proponiendo que el Senado le permitiera ejercer un tercer mandato como cónsul.
Marco Antonio protestó y obligó a Julio César a retirar la moción por vergüenza. Haciendo uso de su rol como dictador, Julio César decidió proclamar directamente a Dolabela como cónsul. A esto se opuso nuevamente Marco Antonio, quien en su rol de augur declaró que los presagios eran desfavorables, por lo que César volvió a retractarse de su decisión.
Finalmente, César acabó sacando a Dolabela de Roma y lo nombró como uno de sus generales en sus campañas contra el resto de la resistencia óptima. También nombró a Marco Emilio Lépido como su colega consular, despojando a Marco Antonio de todos los cargos oficiales, dejándolo como un simple ciudadano privado en el año 46 antes de Cristo.
Su reconciliación con Julio César
Cuando César regresó a Roma a finales del año 45 antes de Cristo para oficializar su nombramiento como dictador durante diez años y la guerra civil había terminado, Marco Antonio se reconcilió con Julio César y éste lo nombró cónsul. La reconciliación tuvo lugar poco después de que Marco Antonio rechazara una oferta de Cayo Trebonio, uno de los generales de Pompeyo, de unirse a una conspiración para asesinar a César.
Se ignoran las razones de por qué Marco Antonio no le reveló a Julio César la traición de Cayo Trebonio luego de que se reconciliaron, pero esta omisión fue lo que llevó a que los senadores Cayo Casio, Marco Junio Bruto y Décimo Junio Bruto lo asesinaran el 15 de marzo del año 44 antes de Cristo.
Su ascenso después de la muerte de Julio César
Marco Antonio escapó de Roma temiendo que sus asesinos fueran tras él y el resto de los cesarianos. Cuando esto no sucedió, decidió regresar y se encontró con los conspiradores autodenominados "los liberadores" atrincherados en el Capitolio. Temiendo que los lincharan las masas enfurecidas que apoyaban a Julio César, el magister equitum de César, Marco Emilio Lépido, marchó a Roma el 16 de marzo con más de 6,000 soldados para restaurar el orden.
Lépido planeaba asaltar el Capitolio, pero Marco Antonio prefirió intentar una solución pacífica, ya que la mayoría de los liberadores y los propios cesarianos preferían llegar a un acuerdo antes que desatar una guerra civil. El 17 de marzo, el Senado llegó a un acuerdo en el que los cargos asignados a los dos Brutos y Casio serían ratificados y que serían perdonados por su crimen, a cambio, todas las acciones de César serían ratificadas y Dolabela se convertiría en cónsul para reemplazarlo.
Este compromiso fue una de las mayores victorias políticas de Marco Antonio, quien logró calmar tanto a los seguidores de César como a los liberadores. Este acuerdo fue una treta, luego de que el Senado autorizara a Marco Antonio para que leyera el testamento de Julio César el 20 de marzo de ese mismo año. Ante una multitud, éste detalló las donaciones que el fallecido había dejado al pueblo romano, enumeró sus victorias y tomó su toga manchada de sangre y la presentó a la gente, provocando que los cesarianos se amotinaran y provocaran una serie de incendios tanto en los edificios del Foro como en algunas casas de los conspiradores.
Agobiados por el pánico, muchos de los enemigos de Julio César huyeron de Italia en busca de aliados, dando comienzo a la guerra de los liberadores. Si bien es cierto que durante los primeros años de su vida, Marco Antonio fue menospreciado por la élite romana y visto como un perro faldero de hombres más poderosos que él, no se puede negar que tenía talento como general y que era capaz de despertar lealtades, como el propio Julio César.
Tabla de resumen
Personaje | Información |
---|---|
Marco Antonio | General romano y mano derecha de Julio César. Nació en el año 83 A.C., hijo del pretor Marco Antonio Crítico y Julia Prima Tercera de Julio César. Su padre murió cuando él tenía 12 años. Durante su juventud, se dedicó a fiestas y excesos. Participó en el culto de las Lupercales y se convirtió en sacerdote del mismo. Formó alianzas estratégicas para ascender políticamente. Participó en campañas militares y se reconcilió con Julio César antes de su asesinato. |
Julio César | Líder político y militar de la antigua Roma. Nombró a Marco Antonio como su mano derecha y le otorgó diversos cargos políticos durante su ascenso. Fue asesinado el 15 de marzo del año 44 A.C. debido a las tensiones políticas en Roma. |
Pompeyo | Rival político y militar de Julio César. Participó en la guerra civil contra César y fue derrotado en diversas batallas. Huyó a Egipto, donde fue asesinado. |
Cleopatra | Reina de Egipto. Tuvo una relación amorosa con Julio César y posteriormente con Marco Antonio. Su relación con este último se convirtió en un conflicto político que afectó a Roma. |
Preguntas frecuentes
¿Cuál fue el cargo más importante que tuvo Marco Antonio?
Marco Antonio fue nombrado cónsul por Julio César después de la guerra civil.
¿Cuál fue la alianza más importante que formó Marco Antonio?
La alianza más importante que formó Marco Antonio fue con Julio César, quien le otorgó diversos cargos políticos y militares durante su ascenso.
¿Cuál fue la consecuencia del asesinato de Julio César para Marco Antonio?
El asesinato de Julio César provocó un conflicto político y militar en Roma, en el cual Marco Antonio tuvo que luchar por el control del Estado contra los conspiradores y otros grupos políticos.
¿Cuál fue el papel de Marco Antonio en la guerra civil entre Julio César y Pompeyo?
Marco Antonio fue un general clave en el ejército de Julio César, participando en diversas batallas y contribuyendo a la victoria final de César sobre Pompeyo.
¿Cuál fue la relación de Marco Antonio con Cleopatra?
Marco Antonio tuvo una relación amorosa con Cleopatra, la reina de Egipto. Esta relación se convirtió en un conflicto político que afectó a Roma.
Esperamos que este artículo haya sido útil para conocer más sobre la triste historia de Marco Antonio. Si tienes alguna pregunta adicional, déjanos un comentario y con gusto te responderemos.
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Fuente de imagen: pixabay.com

¡Hola! Soy Javier L., un apasionado de la historia que ha encontrado en la escritura una vía para compartir y explorar los rincones más fascinantes de nuestro pasado. Cuando no estoy sumergido en algún libro o documento histórico, me encuentras plasmando mis descubrimientos y reflexiones en este blog. Creo firmemente que la historia no solo es una serie de fechas y eventos, sino un rico conjunto de historias y lecciones que aún resuenan hoy. ¡Espero que disfrutes leyendo tanto como yo disfruto escribiendo! Un saludo y gracias por acompañarme en esta travesía por el tiempo.
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