43 cosas escalofriantes del Megalodón
- Los tiburones de las películas de Steven Spielberg parecerían ridículos ante el Megalodón
- 43 cosas escalofriantes del Megalodón
- Tenía dientes de casi 20 centímetros
- Los antiguos malteses creían que sus dientes eran una maldición de San Pablo
- Su excremento no era tan impresionante
- Doblaba en tamaño al tiburón ballena
- Se daba un festín de ballenas
- Una mordida temeraria
- Su relación con el gran tiburón blanco no está clara
- Quizá libró combates épicos con el Leviatán
- A pesar de lo grandotes, daban a luz en guarderías
- Thomas Jefferson tenía un diente de Megalodón
- Está definitivamente extinto
- Jason Statham tuvo que enfrentar uno en la película "Megalodón"
- Eran bebés caníbales en el vientre de la madre
- En las hembras serán dos veces más grandes que los machos
- No era posible una pelea con un tigre
- Los extinguió el cambio climático
- Los astrólogos creen que los extinguió una supernova
- Una teoría propone que aún existe
- Es representado como un intimidante tiburón blanco
- Era realmente un 'diente grande'
- En un día comía más que 2.000 personas
- Se cree que era de sangre caliente
- Era un depredador ápice o súper depredador
- Tenía una boca de más de 2 metros de ancho y 276 dientes
- Era pesado pero rápido
- No llegó a aterrorizar a ningún ser humano
- Casi no hay esperanzas de encontrar un fósil completo
- Sus dientes se pueden encontrar en el sur de California
- Los europeos medievales creían que sus dientes eran de dragones o de serpientes
- Atacaba a traición
- También atacaba embistiendo
- Pudieron crecer por la abundancia de grandes presas
- Es posible que se comieran entre sí
- Quizá compitió con el gran tiburón blanco
- Su pariente vivo más cercano es el tiburón mako
- Eran bebés enormes
- Ningún otro animal se les comparaba
- Sus vértebras tienen anillos similares a los de los árboles
- Estaban en todas partes
- Sus dientes fueron determinantes para el desarrollo de la geología moderna
- Conclusión
- Preguntas frecuentes
Los tiburones de las películas de Steven Spielberg parecerían ridículos ante el Megalodón
El Megalodón, una bestia de más de 20 metros de longitud que pobló los mares prehistóricos hasta hace 2.6 millones de años, era una criatura real más sobrecogedora que cualquier tiburón que hayamos visto en las películas de Steven Spielberg. Con un peso probable de más de 100 toneladas, se posiciona cómodamente como el mayor tiburón que haya existido. Su fuerza de mordida era cinco veces mayor que la del temible 'Tyrannosaurus rex' y superaría en diez veces la de su pariente vivo, el gran tiburón blanco.
43 cosas escalofriantes del Megalodón
En este artículo, vamos a presentarte las 43 cosas más escalofriantes sobre el Megalodón, el animal real más sobrecogedor que ha vivido sobre la faz de la tierra. Prepárate para adentrarte en el fascinante mundo de este gigante de los océanos prehistóricos.
Tenía dientes de casi 20 centímetros
Dado que los esqueletos cartilaginosos de los tiburones no se fosilizan fácilmente, la comprensión del Megalodón proviene principalmente del estudio de sus dientes. Al igual que los tiburones de hoy, esta criatura de los océanos antiguos mudaba sus dientes con frecuencia, y estos han sido descubiertos en todos los continentes, excepto en la Antártida. El mayor diente de Megalodón que se ha encontrado midió 19.05 centímetros, dos veces y media más grande que el del gran tiburón blanco.
Los antiguos malteses creían que sus dientes eran una maldición de San Pablo
Durante siglos, los habitantes de la Europa mediterránea extraían de las rocas costeras unos extraños objetos llamados "lenguas de dragón", que en realidad eran dientes de Megalodón. El escritor romano Plinio el Viejo creía que caían del cielo durante los eclipses, mientras que una leyenda medieval maltesa señalaba que formaban parte de una maldición arrojada por San Pablo sobre las serpientes de Malta.
Su excremento no era tan impresionante
En un depósito de Carolina del Sur se encontraron cientos de dientes de Megalodón junto a lo que parecen ser coprolitos, excrementos petrificados de este gigantesco animal. El montículo de heces más grande encontrado en el lugar fue uno en forma de espiral de 14 centímetros de largo, lo que parecería mostrar que el Megalodón era muy discreto en sus deposiciones.
Doblaba en tamaño al tiburón ballena
El pez más grande del mundo de hoy es el tiburón ballena, que puede alcanzar 12 metros de longitud. El tamaño del Megalodón ha sido estimado básicamente en función del largo de sus dientes, y existen discrepancias entre los científicos respecto a la longitud del pez extinto. Algunos de estos cálculos sitúan el tamaño del tiburón prehistórico entre 20 y 25 metros, por lo que duplicaría en longitud al animal vivo más grande de los mares.
Se daba un festín de ballenas
Las ballenas eran el principal componente de la dieta del Megalodón. Esta información se ha conocido por las marcas en huesos de ballenas encontrados en depósitos de Megalodón, que coinciden con los dientes del depredador. Igualmente, la cantidad de huesos de ballena en los depósitos de dientes de Megalodón es mayor que la de cualquier otro animal. Una de las principales víctimas era Lápiz Kobalia Nanana, una ballena en miniatura que medía menos de cinco metros.
Una mordida temeraria
De acuerdo con reconstrucciones de la mandíbula y del cuerpo del Megalodón hechas con modelos computarizados, se ha estimado que la fortaleza de la mordida de un ejemplar de 20 metros superaba los 180.000 newtons o 40.000 libras de fuerza. Los especialistas creen que podría haber triturado entre sus dientes un automóvil pequeño, aunque se arruinaría la dentadura. En comparación, el T-Rex sólo ejercía 8.000 libras de fuerza, siendo el Megalodón la especie con la mordida más fuerte entre las estudiadas en la historia.
Su relación con el gran tiburón blanco no está clara
Por mucho tiempo, hubo consenso en que el Megalodón era un ancestro directo del gran tiburón blanco. Esta hipótesis se basó en las similitudes de sus dientes anchos y triangulares y en su preferencia por los grandes animales marinos para alimentarse. Sin embargo, descubrimientos recientes llevan a pensar que el gran tiburón blanco podría provenir de un pariente directo distinto, por lo que el asunto continúa debatiéndose.
Quizá libró combates épicos con el Leviatán
El Leviatán es un monstruo marino mencionado en la Biblia, de donde viene el nombre del actualmente extinto Leviathan Melvillei, una bestia que vivió en lo que ahora es Chile y Perú y que pudo haber alcanzado más de 17 metros de longitud. Este cetáceo, cuya especie actual más parecida es el cachalote, quizá libró unas grandiosas batallas con el Megalodón.
A pesar de lo grandotes, daban a luz en guarderías
El tiburón blanco, el martillo y algunas otras especies de grandes peces existentes buscan aguas poco profundas y relativamente libres de depredadores para dar a luz, lugares que los biólogos llaman "guarderías". En Panamá, se encontró un depósito con una concentración inusualmente alta de dientes de Megalodón pequeños, creyéndose que el sitio pudo ser una de estas guarderías de tiburones.
Thomas Jefferson tenía un diente de Megalodón
Jefferson era fanático de los fósiles y escribió sobre un felino colosal basado en lo que creía que eran las garras de un león gigante, aunque resultó ser un perezoso terrestre de la Edad de Hielo. El padre fundador y tercer presidente de EEUU tenía en su colección un diente de Megalodón con su firma en el esmalte. La colección paleontológica de Jefferson se encuentra actualmente en la Academia de Ciencias Naturales de Filadelfia.
Está definitivamente extinto
Los dientes de Megalodón más recientes han sido fechados hace 2.6 millones de años, y no existen razones para pensar que una criatura como ésta pudiera sumarse a una playa llena de bañistas si aún existieran. Es de suponer que se encontrarían ocasionalmente los restos de ejemplares muertos, así como algún diente incrustado en el cuerpo de una ballena.
Jason Statham tuvo que enfrentar uno en la película "Megalodón"
El actor Jason Statham hace el papel de un buzo de rescate de la Armada de EEUU que debe salvar al personal de una estación submarina atacada por una bestia extinta. Aunque este hombre logra acabar con el Megalodón después de que el tiburón devora a varios bañistas de una playa china, sus posibilidades frente a un animal real habrían sido mínimas.
Eran bebés caníbales en el vientre de la madre
Es posible que los Megalodón más listos se hayan tenido que comer a sus hermanos en el vientre de la madre para poder nacer con un tamaño de más de 2 metros. Este canibalismo prenatal entre hermanos quizá liberó espacio y alimento para el desarrollo de crías más grandes después de nacidos. Los Megalodón pasaban algún tiempo en la guardería antes de convertirse en unos temibles depredadores.
En las hembras serán dos veces más grandes que los machos
Los Megalodón más grandes, cuyo peso pudo haber superado las 100 toneladas, eran hembras, y se cree que los machos apenas llegaban a las 50 toneladas. Esta mayor dimensión de las hembras se presentaba tanto en peso como en longitud, al igual que en las especies de tiburones vivos. Distinguir el sexo de los tiburones no es difícil, como sí resulta en otras criaturas marinas. Son evidentes las diferencias entre las aletas pélvicas en los dos sexos.
No era posible una pelea con un tigre
La posibilidad de un combate entre un Megalodón y un tigre es obviamente imposible por sus distintos hábitats (uno en el agua y otro en la tierra) y por sus diferentes periodos de existencia. Los Megalodón más antiguos surgieron hace 23 millones de años, mientras que, según la hipótesis más aceptada, los dinosaurios se extinguieron hace 66 millones de años.
Los extinguió el cambio climático
Los Megalodón se extinguieron hace aproximadamente entre 3.6 y 2.6 millones de años debido al enfriamiento de las aguas oceánicas y del planeta en general. Al ser animales que preferían las aguas templadas y cálidas, el cambio climático jugó un papel importante en su desaparición. Es posible que su extinción haya sido disparada por la lenta desaparición de sus presas en la cadena alimentaria.
Los astrólogos creen que los extinguió una supernova
La revista Astrobiology publicó en 2018 un artículo relacionado con la posible extinción de los Megalodón causada por una supernova que se produjo a 150 años luz de la Tierra. Según la publicación, el colapso de esta estrella habría matado a un tercio de los grandes mamíferos marinos del planeta. Esta supernova habría causado una enorme radiactividad que generó un exceso de radiación y aumentó dramáticamente las muertes por cáncer entre los animales marinos.
Una teoría propone que aún existe
Aunque la ciencia postula que el Megalodón está extinto, algunas teorías especulan con que este monstruo depredador pudiera estar al acecho todavía, saliendo a pasear desde las remotas profundidades de los mares en las que viviría. La revista National Geographic en Español se hizo eco de esta posibilidad en un artículo de enero del año 2021, aunque sin mostrar ninguna evidencia de la hipótesis.
Es representado como un intimidante tiburón blanco
La mayoría de las modernas representaciones del Megalodón lo muestran como un gran tiburón blanco de mayo tamaño. Esto se debe a que durante mucho tiempo se pensó que ambas especies, una extinta y otra viva, compartían un ancestro en común. De acuerdo con la nueva teoría, los dos animales tienen linajes diferentes, y el Megalodón se diferenciaría del tiburón blanco en la forma de su mandíbula y en la mayor longitud de sus aletas pectorales, entre otras distinciones.
Era realmente un 'diente grande'
Megalodón es un término que deriva del griego y significa "diente gigante", y la palabra fue escogida para nombrar al animal, ya que es, junto con las vértebras, el único componente fósil de su estructura corporal del que se dispone. El gran tamaño de los dientes permitía al tiburón comer eficientemente la megafauna que formaba parte de su dieta, como ballenas pequeñas y otros tiburones. Los dientes de un gran tiburón blanco, que ya son grandes, parecen minúsculos al lado de los del Megalodón.
En un día comía más que 2.000 personas
Se estima que un Megalodón ingería más de 1.100 kilogramos de comida al día. Casi toda era proteína animal proveniente de los otros animales del mar que devoraba. Esta cantidad de alimento luce mayúscula en comparación con un elefante de 6 toneladas, que come diariamente 300 kilos de materia vegetal. Sin embargo, la ingesta del tiburón prehistórico es ridícula con relación a su peso. Por ejemplo, para mantener sus 200 aleteos por minuto, un colibrí tiene que comer cada día el doble de su peso.
Se cree que era de sangre caliente
Aunque se dice que la mayoría de los peces son de sangre fría, más correcto sería señalar que son ectotermos, aquellos seres vivos cuya temperatura corporal es similar a la de su medio ambiente, por carecer de mecanismos de regulación. El tiburón blanco de hoy en día es parcialmente considerado como un animal de sangre caliente, ya que aprovecha para calentarse la considerable cantidad de calor que genera al nadar. Posiblemente, el Megalodón era similar en este aspecto.
Era un depredador ápice o súper depredador
En ciencias naturales, un súper depredador o depredador ápice es aquel miembro de la cadena alimentaria que no tiene un depredador natural. Son animales que viven más tranquilos porque no hay ninguno otro al acecho para cazarlos, excepto quizás otros miembros de su especie. El Megalodón era un súper depredador, y su ingesta alimentaria incluía ballenas, delfines, focas y otros animales marinos.
Tenía una boca de más de 2 metros de ancho y 276 dientes
Cuando un Megalodón abría su boca de más de 2 metros de ancho, muchas cosas podían entrar casi sin tropezar. Sin embargo, era su capacidad y fuerza de masticación lo que lo hacía escalofriante. Se cree que su dentadura cerrada estaba formada por 276 dientes en cinco hileras, una izquierda y una derecha, y otra central en su parte superior, y dos en su parte inferior.
Era pesado pero rápido
A pesar de su masivo tamaño, el Megalodón debió ser un efectivo cazador, capaz de mover sus varias decenas de toneladas a 18 kilómetros por hora. Quizá no parezca una velocidad muy impresionante, pero duplicaba la de los nadadores de élite, que apenas alcanzan los 8.6 kilómetros por hora. Hay que recordar que, como la mayoría de los parámetros señalados para este animal extinto, su velocidad también es estimada en base a la de los tiburones existentes y a su tamaño.
No llegó a aterrorizar a ningún ser humano
Aunque existe un debate sobre cuándo se extinguieron los Megalodón, la mayoría de los expertos concuerda en que la desaparición se produjo entre 3.6 millones y 2.6 millones de años atrás. Como las primeras evidencias del homo sapiens datan de hace 2.5 millones de años, durante el Pleistoceno, es muy improbable que un humano moderno se haya topado con una de estas bestias.
Casi no hay esperanzas de encontrar un fósil completo
Al igual que los tiburones actuales, las rayas, las quimeras y otros peces cartilaginosos, el esqueleto de los Megalodón estaba hecho esencialmente de cartílagos. Este material rara vez deja fósiles, por lo que resulta totalmente improbable encontrar un Megalodón completo o con un cuerpo parcial que permita calcular con precisión su tamaño y otras dimensiones.
Sus dientes se pueden encontrar en el sur de California
Los aficionados a la caza de fósiles pueden buscar dientes de Megalodón y de otros tiburones extintos en la famosa playa de El Bomber, en el condado californiano de Kern. Esta zona desértica estaba sumergida en el mar cuando los Megalodón aún vivían, y también alberga fósiles de ballenas, tortugas marinas, peces marinos y otras especies.
Los europeos medievales creían que sus dientes eran de dragones o de serpientes
Los europeos de la Edad Media pensaban que los dientes fosilizados de Megalodón eran "lenguas de dragón" o de grandes serpientes. La aristocracia medieval utilizaba estas "glosso petrae" o "piedras de lengua" como colgantes decorativos, a modo de amuletos o talismanes. También creían que era un antídoto contra las picaduras de serpientes.
Atacaba a traición
Cuando se pesa 50 o 100 toneladas, es fácil de ver o de percibir a gran distancia, por lo que al salir de cacería hay que ingeniárselas para poner comida en el estómago. Se cree que el Megalodón hacía un acercamiento sigiloso a su presa por debajo y por detrás, para atacar a su máxima velocidad en el último momento de la cacería.
También atacaba embistiendo
Los científicos creen que el Megalodón también cazaba embistiendo a sus víctimas más pequeñas con todo el tonelaje de su carrocería. Esta suposición se basa en que algunos animales que sirvieron de alimento al tiburón extinto estaban con las espinas rotas y destrozadas, como si hubieran sido atropellados por una masa de gran tamaño.
Pudieron crecer por la abundancia de grandes presas
Las cadenas montañosas comenzaron a formarse al final de la era mesozoica, lo que permitió la llegada al mar de grandes cantidades de nutrientes que aumentaron considerablemente la base alimentaria de los animales marinos. Esta abundancia permitió el desarrollo de especies oceánicas de mayor tamaño, por lo que el Megalodón tuvo comida suficiente para crecer hasta su tamaño gigantesco.
Es posible que se comieran entre sí
El canibalismo es una práctica alimentaria en muchos animales, como escorpiones, arañas, insectos, focas, cocodrilos y algunas especies de escualos, como el tiburón toro. Aunque la comida habitual del Megalodón era la ballena, también comía focas, tortugas marinas gigantes y, probablemente, a sus hermanos de la misma especie.
Quizá compitió con el gran tiburón blanco
El gran tiburón blanco ha existido desde hace millones de años, y es posible que se haya encontrado en vida con el Megalodón. Los blancos adultos de mayor tamaño sólo podían competir en corpulencia con los Megalodón jóvenes, y es posible que se enfrentaran, ya que compartían hábitats y parte de su dieta. En algún momento, la población de blancos empezó a crecer y la de Megalodón a disminuir, pero no porque los primeros se comieran a los segundos.
Su pariente vivo más cercano es el tiburón mako
Los investigadores descubrieron que los Megalodón tienen un ancestro común con el tiburón mako, una especie más pequeña que el gran tiburón blanco con la que siempre ha sido asociado el depredador extinto. El tiburón mako es el animal más veloz del océano, alcanzando velocidades punta de 124 kilómetros por hora, aunque está en riesgo de extinción por la pesca abusiva.
Eran bebés enormes
Cuesta trabajo pensar que un animal de dos metros pueda ser un recién nacido, pero así eran las crías de los Megalodón. Por supuesto, nadie pudo presenciar el parto de una especie que se extinguió antes de la aparición del hombre en la Tierra, pero los expertos han estimado el tamaño de las crías con base en la longitud de los dientes. Aún así, los tiburones bebés necesitaban un periodo de adaptación en la guardería antes de lanzarse por su cuenta a los peligros del océano.
Ningún otro animal se les comparaba
Los Megalodón eran unos depredadores únicos en su tamaño y ferocidad. Ningún otro animal marino se les comparaba, ni siquiera los tiburones actuales de mayor tamaño. Su mordida, su fuerza y su capacidad para cazar grandes presas los convertían en los dueños absolutos de los océanos prehistóricos.
Sus vértebras tienen anillos similares a los de los árboles
Las vértebras del Megalodón desarrollan anillos a medida que crecen, de manera similar a los troncos de los árboles. La mayor cantidad de anillos, más es la edad del ejemplar. Tal como ocurre con los árboles, cuya edad se puede calcular por el número de anillos en un corte transversal, los científicos pueden estimar la edad de un Megalodón examinando las marcas en sus vértebras.
Estaban en todas partes
Resulta aterrador pensar que estos monstruos marinos estaban prácticamente en todas partes. Sus dientes fósiles han sido hallados en América del Norte, Central y del Sur, así como en Europa, África del Norte, África del Sur, el Cercano Oriente y el Lejano Oriente, y Australia. Estos animales fueron sorprendentemente comunes, poblando las aguas tropicales y subtropicales de todo el planeta. Sólo el frío de la Antártida parece que los desanimó.
Sus dientes fueron determinantes para el desarrollo de la geología moderna
Nicolás Steno, un sabio danés del siglo 17 considerado el padre de la ciencia geológica, quedó intrigado por cómo podría encontrar dientes de Megalodón perfectamente incrustados en las rocas. Llegó a la conclusión de que estaban allí cuando la materia rocosa sólo era un blando sedimento, quedando recluidos en su interior. Esta fue la base de la estratigrafía, conocida como "estrato del Megalodón".
Conclusión
Es impresionante descubrir las 43 cosas más escalofriantes del Megalodón, el mayor tiburón que haya existido sobre la faz de la tierra. Desde sus dientes de casi 20 centímetros hasta su capacidad de devorar a las ballenas, este gigante de los mares prehistóricos ha dejado un impacto duradero en la historia natural. Aunque ya está extinto, su recuerdo sigue deslumbrando a los amantes de la paleontología y nos invita a imaginar cómo sería nadar en los océanos de hace millones de años.
Información resumida del artículo | |
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Número de características | 43 |
Tamaño máximo estimado | 20-25 metros |
Peso máximo estimado | Más de 100 toneladas |
Fuerza de mordida estimada | Más de 180.000 newtons (40.000 libras) |
Dieta principal | Ballenas y otros animales marinos |
Posible fecha de extinción | Hace entre 3.6 y 2.6 millones de años |
Preguntas frecuentes
¿Es posible que el Megalodón aún exista?
No hay evidencia científica que respalde la idea de que el Megalodón aún existe. Aunque algunas teorías especulan con esta posibilidad, no hay pruebas concretas para confirmarlo.
¿Cuál era el tamaño del Megalodón?
El tamaño del Megalodón se estima en aproximadamente 20-25 metros de longitud, basado principalmente en el tamaño de sus dientes. Sin embargo, existen discrepancias entre los científicos y algunas estimaciones sitúan su tamaño incluso más grande.
¿Cuál era su dieta principal?
Las ballenas eran el principal componente de la dieta del Megalodón. También se alimentaba de otros animales marinos, como delfines, focas y tortugas marinas gigantes.
¿Cuándo se extinguieron los Megalodón?
La extinción de los Megalodón ocurrió aproximadamente entre 3.6 y 2.6 millones de años atrás, durante el período del Plioceno y el inicio del Pleistoceno.
¿Por qué se extinguieron los Megalodón?
La extinción de los Megalodón se atribuye principalmente al cambio climático. El enfriamiento de las aguas oceánicas y del planeta en general afectó su hábitat, que prefería las aguas templadas y cálidas. Además, la desaparición de su fuente de alimento, como las ballenas, contribuyó a su extinción.
¿Existen fósiles completos del Megalodón?
Debido a que el esqueleto del Megalodón estaba compuesto principalmente de cartílagos, que rara vez dejan fósiles, es improbable encontrar un fósil completo del animal. La mayoría de los fósiles que se han descubierto son dientes y algunas vértebras.
Esperamos que hayas disfrutado de estas escalofriantes características del Megalodón. Si tienes alguna pregunta adicional o te gustaría compartir alguna información interesante, ¡por favor déjanos un comentario!
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¡Hola! Soy Javier L., un apasionado de la historia que ha encontrado en la escritura una vía para compartir y explorar los rincones más fascinantes de nuestro pasado. Cuando no estoy sumergido en algún libro o documento histórico, me encuentras plasmando mis descubrimientos y reflexiones en este blog. Creo firmemente que la historia no solo es una serie de fechas y eventos, sino un rico conjunto de historias y lecciones que aún resuenan hoy. ¡Espero que disfrutes leyendo tanto como yo disfruto escribiendo! Un saludo y gracias por acompañarme en esta travesía por el tiempo.
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