Descubriendo una terrible verdad en la Historia de Sudamérica

31 cosas escalofriantes y curiosidades de la guerra de la Triple Alianza. A primera vista, pensar en una guerra entre Brasil, Argentina y Uruguay contra Paraguay suena a una absurda desproporción. Los tres primeros países superan a Paraguay en extensión, población, tamaño de la economía y número de efectivos de las fuerzas armadas. Sin embargo, esta guerra ocurrió entre 1864 y 1870 y ha sido la más sangrienta en la historia de América del Sur, con 440,000 muertos, 300,000 de ellos paraguayos. Más que una guerra, fue la mayor tragedia demográfica que ha vivido Paraguay en toda su historia, perdiendo entre el 50% y el 85% de su población, incluyendo más del 80% de sus hombres en edad de combate.

El primer tratado argentino-brasileño importante

La Triple Alianza fue el primer tratado de gran entidad suscrito entre Brasil y Argentina. Fue una carta de intenciones en la que se declaraba que las armas no serían puestas hasta que el gobierno de Solano López fuera derrotado. Sin embargo, Brasil insistió en que el pacto debía conseguir la salida del poder de Solano López en Paraguay, bloqueando las posibilidades de alcanzar una solución diplomática. En efecto, la guerra solo terminó con la caída en combate del General paraguayo, dejando como saldo la despoblación de Paraguay y su ruina económica, así como la definición fronteriza de la región.

Disputas limítrofes entre Brasil y Paraguay

Paraguay no tiene salida al mar en la actualidad, pero al comienzo de la colonización española en Sudamérica sí la tenía a través de territorios ahora pertenecientes a los Estados brasileños de Paraná y Santa Catarina, que le daban acceso al Océano Atlántico. La conflictividad entre Paraguay y el Imperio brasileño se cimentó en la apropiación por parte de Brasil de territorios tradicionalmente de soberanía paraguaya y en las indefiniciones limítrofes que caracterizaban al siglo 19. Mientras el gobierno imperial del Brasil presionaba para que los paraguayos aceptaran las fronteras pretendidas por el estado brasileño, Paraguay hizo algunas concesiones en el Chaco y otros puntos conflictivos. Sin embargo, Brasil continuó con sus incursiones bélicas en las áreas en disputa, generando una situación crítica.

Conflicto entre Paraguay y sus vecinos

La formación de Paraguay como República generó conflictos con sus vecinos. Durante el período que siguió a la independencia de América, Paraguay fue gobernado por José Gaspar Rodríguez de Francia, un déspota ilustrado que ejerció el poder durante 26 años. Tras la muerte de Francia en 1840, el poder pasó a manos de su sobrino Carlos Antonio López, quien adelantó un proceso de fortalecimiento económico y modernización del país. Estos procesos dejaron fricciones con Argentina y Brasil, generando tensiones entre Paraguay y sus vecinos.

Ambiente de guerra bajo el gobierno de Carlos Antonio López

Bajo el gobierno de Carlos Antonio López, Paraguay incrementó su poder militar e intentó aumentar su influencia en el ámbito internacional, lo que causó fricciones con sus vecinos, especialmente con Argentina. En 1862, el gobierno paraguayo redactó un pliego constitucional para asegurar que tras la muerte de Carlos Antonio López, el poder pasara a su hijo Francisco Solano López. Este pliego fue aprobado por el Congreso y Solano López fue elegido como presidente de la República del Paraguay. La guerra regional ya estaba perfilándose antes de la llegada de Solano López a la presidencia, y entre febrero y abril de 1862 se inició el reclutamiento de hombres entre 17 y 40 años.

Invasión de Uruguay por Brasil

La guerra de la Triple Alianza detonó por un conflicto entre Brasil y Uruguay. En octubre de 1864, Brasil invadió Uruguay con 12,000 hombres bajo el pretexto de que el gobierno uruguayo no controlaba a los abigeos que perjudicaban a los ganaderos brasileños. El gobierno paraguayo declaró que la invasión brasileña de Uruguay era motivo de guerra y el 10 de noviembre Solano López se apoderó del buque brasileño "Columba" mientras navegaba por el río Paraguay, haciendo prisionero al Coronel Federico Carnero de Campos, presidente de la provincia de Mato Grosso. El 14 de noviembre de 1864, Paraguay rompió relaciones con Brasil.

Avance paraguayo en el Mato Grosso

La guerra tuvo dos fases bien diferenciadas y la primera estuvo caracterizada casi únicamente por el enfrentamiento entre Brasil y Paraguay. Aprovechando la debilidad del ejército de Brasil en el Mato Grosso, Solano López avanzó por el río Paraguay y por el camino de Ñaque, desalojando a los brasileños de varias fortalezas y colonias militares. Los paraguayos ocuparon Curumbá en enero de 1865, mientras que los brasileños manifestaban una respuesta muy lenta a la invasión. Brasil no recuperó Curumbá hasta junio de 1865, cuando los paraguayos la abandonaron. Sin embargo, los brasileños la evacuaron en julio de 1867 por un brote de viruela. Curumbá pasó de nuevo a manos de Paraguay, siendo recuperada por Brasil en agosto de 1868, casi 4 años después de la invasión paraguaya.

Rechazo de Argentina a la petición paraguaya de cruzar su territorio

El presidente argentino Bartolomé Mitre rechazó una petición paraguaya de cruzar su territorio. A pesar de sus triunfos iniciales, Solano López tenía dificultades para conseguir una victoria decisiva, dada la inmensidad de Brasil. El líder de Paraguay pidió autorización al presidente argentino, Bartolomé Mitre, para cruzar su territorio y llegar hasta Uruguay, en guerra civil, con el objetivo de apoyar a sus aliados del partido blanco en su lucha contra el partido colorado. Mitre tenía buenas razones para rechazar la petición de Solano López, ya que involucrarse en la guerra podía significar enfrentarse a Brasil y también apoyaba a Benacio Flores, líder de los Colorados y enemigo del Caudillo paraguayo. Además, Argentina permitía que los buques brasileños navegaran por sus ríos Paraguay, Uruguay y Paraná.

Declaración de guerra de Paraguay a Argentina

Paraguay le declaró la guerra a Argentina en marzo de 1865. La entrada de Paraguay en la guerra de Uruguay ya era tardía, ya que el presidente Aguirre había renunciado tras la caída de Paysandú. Pero, de todas formas, Solano López creía que aún estaba a tiempo de salvar al partido blanco. Sin embargo, esto no fue posible, ya que Flores y los brasileños entraron a Montevideo el 20 de febrero de 1865. Cinco días antes, el Congreso paraguayo otorgó a Solano López el rango de Mariscal, aprobó el resultado de la campaña militar en el Mato Grosso y declaró la guerra a la República Argentina, lo que se produjo el 23 de marzo de 1865.

Ocupación de la ciudad argentina de Corrientes

La campaña paraguaya contra Argentina comenzó en abril de 1865 y el primer hecho importante fue la ocupación de la ciudad de Corrientes. Los ocupantes impusieron una junta de gobierno provincial, teóricamente autónoma, formada por tres miembros del partido Federal, opositor al partido unitario, que ostentaba el poder en Argentina. Los paraguayos continuaron avanzando con una fuerza de casi 40,000 hombres en dos grandes columnas, tomando poblaciones argentinas e incluso cruzando al río Uruguay para ocupar San Francisco de Borja y Uruguayana, en territorio brasileño, con un ejército al mando del teniente coronel Antonio de la Cruz Arribia. Sin embargo, el ejército del uruguayo Flores y un gran contingente brasileño sitiaron a Estigarribia en Uruguayana hasta rendirlo. Muchos soldados paraguayos capturados fueron convertidos en esclavos en plantaciones brasileñas o forzados a entrar al ejército aliado para combatir contra su propio país.

Intento fallido de Paraguay de poner a Corrientes y Entre Ríos contra Buenos Aires

La caída del ejército de Estigarribia cambió el curso de la guerra y Paraguay abandonó Corrientes, quedando a la defensiva en el territorio comprendido entre los ríos Paraná y Paraguay. Los paraguayos obtuvieron algunas victorias de segundo orden, cuyo único mérito fue retrasar la invasión del Paraguay. Solano López esperaba que los correntinos y entrerrianos se sumaran a su causa para luchar conjuntamente contra el poder central de Buenos Aires, pero esto no ocurrió, poniendo en evidencia la errada estrategia militar de Paraguay de dividir su ejército en dos partes ampliamente separadas. Además, los comandantes paraguayos cometieron errores tácticos graves, lo que hizo inevitable su derrota.

Saqueo de Argentina durante la retirada paraguaya

Antes de abandonar la ciudad de Corrientes, las tropas paraguayas saquearon y destruyeron todo lo que pudieron por órdenes expresas de Solano López. Durante los primeros meses de ocupación, se había registrado el robo de animales y de productos agrícolas, pero no se trataba de un saqueo sistemático, sino de acciones aisladas para la subsistencia del ejército invasor. Sin embargo, la hostilidad entre los ocupantes y la población aumentó hasta convertirse en odio, y cuando las fuerzas del Paraguay se retiraron, robaron masivamente el ganado y destruyeron e incendiaron los establecimientos rurales. Un ejemplo simbólico fue el saqueo total de Bellavista en la Ribera del Paraná.

Destrucción de Asunción

Las tropas de la alianza ocuparon Asunción el 5 de enero de 1869, dejando la ciudad casi en ruinas. Tropas brasileñas, acompañadas por algunos contingentes uruguayos, entraron en la indefensa Asunción en agosto de 1869. El deseo de Mitre de ocupar la capital paraguaya en tres meses se prolongó por más de tres años y ocurrió sin tropas argentinas. La ciudad fue devastada, quedando casi en ruinas, y los saqueos e incendios alcanzaron incluso a las iglesias y embajadas europeas. Lo que quedaba del ejército paraguayo se replegó hacia el noreste, abandonando Luque, que había sido la capital entre febrero y diciembre de 1868.

Incorporación de territorios en disputa

El tratado de la Triple Alianza estableció el pago de los gastos de la guerra que se vieron obligados a aceptar, así como la reparación e indemnización de los daños y perjuicios causados a Paraguay. Además, el tratado especificó que los límites territoriales reconocidos de Argentina y Brasil tras el fin de la guerra se modificarían para incluir la totalidad de los territorios en disputa. Otros artículos agregados en forma de un protocolo especificaban el reparto del botín de guerra y de las armas del Paraguay, así como la destrucción de su infraestructura militar.

Intereses de los Aliados en la guerra

Brasil, Argentina y Uruguay vieron conveniente participar en la guerra de la Triple Alianza. Ninguna de las tres naciones estaba preparada para la guerra, pero existían factores internos que la favorecían. Brasil necesitaba recuperar su deteriorado prestigio y distraer a su opinión pública después del humillante tratado que se había visto obligado a firmar con el Reino Unido. Además, el Imperio brasileño atravesaba una seria crisis económica. Por su parte, los gobiernos de Argentina y Uruguay eran recientes y no habían logrado la autoridad necesaria para asegurar su supervivencia, teniendo que enfrentar alzamientos en la periferia. La guerra permitía galvanizar la unidad nacional en torno a Buenos Aires y Montevideo.

Oposición a la guerra en Argentina

A pesar de la posición del gobierno central, no todos los argentinos estuvieron dispuestos a pelear contra Paraguay. En julio de 1865, se produjo el desbande de Basualdo, en el que 8,000 soldados, en su mayoría entrerrianos, se negaron a combatir contra los paraguayos. El gobierno argentino prefirió no reprimirlos, dejándolos regresar a sus hogares. Después se produjo el desbande de Toledo, otra deserción masiva de soldados argentinos que sí fue duramente reprimida con el auxilio de tropas brasileñas y uruguayas. El general Ricardo López Jordán, uno de los opositores entrerrianos a la guerra contra Paraguay, había escrito a Juan José de Urquiza: "Usted nos llama para luchar contra el Paraguay, nunca, general. Él es nuestro amigo. Llámenos para luchar contra los porteños y brasileños, estamos listos. Esos son nuestros enemigos".

Destrucción del ejército paraguayo en la batalla de Tuyutí

El 24 de mayo de 1866, el ejército paraguayo realizó un ataque frontal siendo destrozado en la batalla de Tuyutí. La batalla se saldó con 6,000 paraguayos muertos y otros tantos heridos, convirtiéndose en el hecho de armas más sangriento que se ha producido en suelo sudamericano. Tras este descalabro, Francisco Solano López comenzó a reclutar adolescentes y ancianos, lo que solo sirvió para aumentar el saldo sangriento en futuras batallas y para continuar diezmando la población paraguaya.

Fracaso de las negociaciones de paz

Mitre y Solano López intentaron buscar una salida negociada a la guerra en septiembre de 1866, pero el proyecto fracasó por la oposición de Brasil, que había estipulado en el tratado la rendición incondicional de Paraguay. La batalla de Curupaytí, peleada el 22 de septiembre de 1866, fue un punto de quiebre en la guerra. Paraguay creyó erróneamente que había desbaratado la artillería brasileña y argentina, confiándose en exceso. Sin embargo, fueron barridos en la batalla, registrando 1,391 muertos y 3,340 heridos, por solo 92 bajas de su adversario. El desastre de la alianza en Curupaytí detuvo por varios meses sus acciones bélicas.

Ocupación de Asunción y formación de junta de gobierno títere

Las tropas de la alianza entraron en la indefensa Asunción el 5 de enero de 1869, instalando una junta de gobierno títere en agosto de 1869. Esperaron hasta el 15 de agosto para formar esta junta, entre las ruinas de Asunción. Esta junta fue presentada nominalmente como una junta electa por el pueblo paraguayo, pero fue seleccionada por una veintena de personas para cuidar los intereses brasileños y argentinos. Poco después, dos miembros de la junta renunciaron y se trasladaron a Buenos Aires, quedando Rivarola como presidente provisional.

Muerte de Solano López

Solano López cayó sable en mano con el ejército brasileño persiguiéndolo. Solano López marchó por la cordillera de Amambay con un ejército debilitado, herido, enfermo y hambriento. Las tropas brasileñas alcanzaron a las paraguayas en Cerro Corá, donde el líder paraguayo recibió un lanzazo en el vientre y un sablazo en la frente. Pudo llegar a orillas del río Aquidabán, donde fue intimado a rendirse, pero resistió sable en mano hasta que murió de un tiro al corazón el 1 de marzo de 1870. La muerte de Francisco Solano López puso fin a la guerra de la Triple Alianza, aunque se oficializó el 9 de marzo de 1970.

Desproporción en la relación entre hombres y mujeres en Paraguay

La guerra de la Triple Alianza provocó una gran disparidad en la relación entre hombres y mujeres en Paraguay. Se estima que durante la guerra murieron aproximadamente 300,000 paraguayos, lo que representa el 60% de la población. Además, algunas fuentes sitúan la mortalidad masculina en un 90%. Como resultado, después de la guerra había un hombre por cada 28 mujeres. Esta disparidad estimuló una poliginia de facto en la que cada hombre tenía una esposa y varias concubinas, lo que ayudó a repoblar el país, aunque se necesitaron décadas para recuperar el nivel de población anterior a la guerra.

Responsabilidad de los caudillos regionales y el colmado de chauvinismo

La guerra de la Triple Alianza fue responsabilidad de los caudillos regionales y estuvo colmada de chauvinismo. La historiografía del siglo 19 y parte del siglo 20 atribuyó la culpabilidad por la guerra a cada bando según la nacionalidad del comentarista. Se construyó un relato que atribuía la instigación de la guerra a potencias extranjeras, especialmente al Reino Unido. Sin embargo, la historiografía más reciente ha establecido que el origen de la guerra fue regional, y los caudillos sudamericanos no necesitaron que otras potencias vinieran a empujarlos a un conflicto bélico.

Rehabilitación de Solano López en Argentina

En Argentina, la visión de que la guerra fue determinada por las potencias extranjeras cobró vida en 2007 cuando la entonces primera dama, Cristina Fernández de Kirchner, elogió a Francisco Solano López y calificó a la Triple Alianza como una traición a los intereses latinoamericanos frente a los imperialismos. En ese mismo año, el grupo de artillería blindado dos del ejército argentino recibió el nombre de Mariscal Francisco Solano López. Sin embargo, estas opiniones generaron polémica y críticas.

Conclusiones

La guerra de la Triple Alianza fue el episodio bélico más absurdo en la historia de Sudamérica. Casi exterminó a Paraguay y dejó profundas heridas en la región. La gran mayoría de las muertes fueron causadas por la Triple Alianza, pero la gestión cruel y brutal de Solano López también contribuyó a la devastación del país. Se ha estimado que Paraguay perdió entre el 50% y el 85% de su población, generando una disparidad de género que tuvo consecuencias a largo plazo. La responsabilidad de la guerra recae principalmente en los caudillos regionales y en un colmado de chauvinismo. La importancia de evitar la repetición de este tipo de conflictos y comprender la historia para no caer en los mismos errores es crucial.

Preguntas frecuentes

1. ¿Cuál fue la causa principal de la guerra de la Triple Alianza?

La causa principal de la guerra fue la invasión de Uruguay por parte de Brasil, lo que generó una reacción del gobierno paraguayo y llevó a la formación de la Triple Alianza.

2. ¿Cuál fue el resultado de la guerra para Paraguay?

Paraguay sufrió una devastación sin precedentes, perdiendo aproximadamente el 60% de su población y quedando en ruinas económicas y sociales.

3. ¿Cuál fue el papel de Argentina en la guerra de la Triple Alianza?

Argentina fue parte de la Triple Alianza y participó en las operaciones militares contra Paraguay. Sin embargo, la participación argentina fue nominal y hubo oposición interna a la guerra.

4. ¿Cuál fue la responsabilidad de Solano López en la guerra?

Solano López fue el presidente de Paraguay durante la guerra y su estrategia militar y manejo del conflicto contribuyeron a la devastación del país.

5. ¿Cómo afectó la guerra a la población de Paraguay?

La población de Paraguay sufrió una pérdida masiva, con un alto porcentaje de hombres muertos y una gran disparidad de género en la posguerra.

Esperamos que este artículo haya sido de tu interés y te invite a conocer más sobre la historia de la guerra de la Triple Alianza y sus impactos. Si tienes alguna pregunta o comentario, no dudes en dejarlo a continuación. ¡No olvides suscribirte a nuestro boletín y seguirnos en nuestras redes sociales para estar al tanto de nuestras actualizaciones!

Hasta pronto,

El equipo de MuseodelaInquisicion.es

Javier L.

¡Hola! Soy Javier L., un apasionado de la historia que ha encontrado en la escritura una vía para compartir y explorar los rincones más fascinantes de nuestro pasado. Cuando no estoy sumergido en algún libro o documento histórico, me encuentras plasmando mis descubrimientos y reflexiones en este blog. Creo firmemente que la historia no solo es una serie de fechas y eventos, sino un rico conjunto de historias y lecciones que aún resuenan hoy. ¡Espero que disfrutes leyendo tanto como yo disfruto escribiendo! Un saludo y gracias por acompañarme en esta travesía por el tiempo.

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