El Enigma de la Venta de Kansas y Oklahoma: La Historia Oculta

El Enigma de la Venta de Kansas y Oklahoma: La Historia Oculta

Como los ingleses le pagaron a Napoleón para que invadiera Inglaterra, la economía siempre ha sido la fuerza que mueve el mundo y, a menudo, es algo misterioso. A comienzos del siglo XIX, Francia era la potencia más poderosa del continente europeo y Napoleón Bonaparte era su líder indiscutido. Sin embargo, Napoleón sabía que tendría que dominar el Imperio británico para hacerse el rey de Europa y del mundo. Inglaterra era el centro neurálgico del Reino Unido. El Cónsul francés tenía el propósito de invadirlo, pero necesitaba dinero del otro lado del Atlántico. Las preocupaciones de Estados Unidos, por otro lado, eran otras. A Estados Unidos le inquietaba no tener un total control sobre su río más importante, el Mississippi, debido a que su desembocadura cerca de Nueva Orleans estaba en manos de potencias extranjeras, primero de España y después de Francia. Así que, con el sentido práctico que está en el ADN de los estadounidenses, Thomas Jefferson planteó la solución a su vulnerabilidad económica: comprarle Nueva Orleans a los franceses. Pero para su sorpresa, cuando los negociadores estadounidenses hicieron su oferta, los franceses les propusieron venderles no solo Nueva Orleans, sino todo el territorio de Luisiana, de más de 2 millones de kilómetros cuadrados, por 15 millones de dólares. Así, Estados Unidos duplicó su tamaño con la compra de Luisiana.

Índice
  1. El Tratado Secreto y los planes de Napoleón
  2. La Oferta de Compra de Nueva Orleans es Rechazada por Napoleón
  3. La Propuesta de Compra de Nueva Orleans es Rechazada por Napoleón
  4. Napoleón y sus planes para Luisiana
  5. El Tratado de San Ildelfonso y los planes de Napoleón para Luisiana
  6. La Revolución Haitiana arruina el sueño de Napoleón
  7. La Revolución Haitiana y la pérdida de Luisiana por parte de Francia
  8. El Tratado de Compra de Luisiana y la ironía de Gran Bretaña
  9. El Dilema de Livingstone y Monroe
  10. El Préstamo del Banco Británico a Napoleón
  11. Conclusiones
  12. El Tratado de Compra es Ratificado
  13. El Mejor Negocio de la Historia y la Ironía de la Financiación
  14. Tabla Resumen
  15. Preguntas frecuentes

El Tratado Secreto y los planes de Napoleón

Entonces ocurrió algo insólito. Un banco británico hizo un préstamo a Estados Unidos para financiar la compra, dinero que Napoleón esperaba ansiosamente para invadir Reino Unido. En este artículo vamos a repasar las extraordinarias circunstancias de la compra más importante en la historia de Estados Unidos y cómo Gran Bretaña prestó un dinero que fue utilizado para financiar un proyecto de invasión de su propio territorio.

La Oferta de Compra de Nueva Orleans es Rechazada por Napoleón

En 1800, Estados Unidos controlaba el nacimiento del río Mississippi en el lago Itasca, en el actual Minnesota, y la mayor parte de su trayecto, que actualmente cruza 10 estados de la Unión, hasta desembocar en el Golfo de México. Pero no tenían control sobre su último trecho y su desembocadura cerca de Nueva Orleans, porque a principios del siglo XIX Luisiana pertenecía a Francia. El gobierno de Jefferson consideraba que no controlar la desembocadura del río, que daba acceso navegable al Océano Atlántico, era una enorme vulnerabilidad para el comercio con la costa este y con el resto del mundo. Ya desde la época precolombina, la cuenca hidrográfica más importante del país era una vía fundamental de navegación y comercio, y los nativos amerindios llamaban al río "Mecha-cb" o Padre de las Aguas. Con el tiempo, se convertiría en el principal río de la economía y de la cultura estadounidense.

La Propuesta de Compra de Nueva Orleans es Rechazada por Napoleón

En 1801, el diplomático Robert ere Livingstone, uno de los padres fundadores y embajador de Estados Unidos en Francia, fue comisionado por Jefferson para hacer la propuesta de compra de Nueva Orleans a Napoleón. Livingstone tenía un enorme prestigio, ya que también fue miembro del comité de los cinco que redactó la Declaración de Independencia, junto con el propio Jefferson, Benjamin Franklin, John Adams y Roger Sherman. Igualmente, había sido el encargado de tomarle el juramento de oficio a George Washington cuando juró como primer presidente de Estados Unidos.

Napoleón y sus planes para Luisiana

Como buen diplomático que prestaba servicios en Francia, Livingstone sabía que Napoleón necesitaba dinero para financiar sus campañas militares y pensaba que aceptaría los 10 millones de dólares que iba a ofrecerle por Nueva Orleans. El estadounidense presentó su oferta y Napoleón, el hombre del momento después de conquistar Italia, otros territorios europeos y Egipto, la rechazó porque tenía otros planes con el territorio.

El Tratado de San Ildelfonso y los planes de Napoleón para Luisiana

En 1801, España había obligado a devolverle a Francia la Luisiana española o Baja Luisiana, una vasta extensión de más de 2 millones de kilómetros cuadrados al este del Mississippi, con unos 60.000 residentes, entre españoles, otros europeos y esclavos africanos, sin incluir un número no precisado de nativos americanos. Napoleón pensaba convertir Luisiana en el punto de partida para ampliar la influencia política y la presencia territorial de Francia en América, conformando en sus sueños un gran imperio francés en suelo americano.

La Revolución Haitiana arruina el sueño de Napoleón

El Tratado de París de 1763, que puso fin a la Guerra de los Siete Años, había definido un nuevo reparto del mundo, incluyendo Europa, América, Asia y África. Los ganadores de la guerra, encabezados por Gran Bretaña y Prusia, dictaron las líneas de los nuevos cambios de propiedad que perjudicaban principalmente a Francia y España, líderes de los perdedores. El Reino Unido anexó Canadá, la inmensa región de Bengala en la India y la Florida en América. Para compensar a España por la pérdida de la Florida, Francia fue obligada a cederle Luisiana.

A comienzos del siglo XIX, el mundo era otro y Francia había alcanzado el estatus de potencia después de su sangrienta y trascendental Revolución y del fulgurante ascenso al poder de un genio militar oriundo de la isla de Córcega, Napoleón Bonaparte. En el transcurso de las Guerras Napoleónicas, Francia y España negociaron en 1800 un acuerdo secreto, conocido como Tratado de San Ildelfonso, mediante el cual no solo se recuperaban Luisiana, a cambio de entregar a los españoles algunos territorios en Toscana.

La Revolución Haitiana y la pérdida de Luisiana por parte de Francia

En 1802, ocurrió otro hecho que terminó de convencer a Jefferson sobre la urgencia de controlar la desembocadura del Mississippi. Como consecuencia del entendimiento entre Francia y España, el reino español puso fin a un tratado que permitía a los comerciantes estadounidenses almacenar sus mercancías en Nueva Orleans sin pagar derechos. Entretanto, en una isla caribeña, un haitiano también estaba ejecutando sus propios planes que trastocarían los de Napoleón. En 1804, esclavos antillanos, liderados por Toussaint Louverture, concluyeron una revolución en la colonia francesa de Saint-Domingue en la isla La Española y proclamaron el primer imperio de Haití. Esta revolución fue pionera de varias maneras: fue el primer movimiento revolucionario en América Latina y el Caribe contra un colonizador europeo, logró la expulsión del gobierno colonial francés y fue la única rebelión de esclavos de la historia que tuvo éxito. La Revolución Haitiana abolió la esclavitud en Haití, sentando las bases para su erradicación en el resto del mundo. Napoleón, que pensaba utilizar a los esclavos haitianos en su sueño de conformar un gran espacio imperial francés en América, veía cómo una revolución de antillanos sometidos arruinaba su proyecto.

El Tratado de Compra de Luisiana y la ironía de Gran Bretaña

La gran sorpresa para Estados Unidos es que no había olvidado al Marqués de Lafayette, contribución del Reino Francés a la independencia estadounidense. Pero negocios son negocios y al revés de Napoleón en Haití, le vino muy bien a Jefferson, ya que daba otra perspectiva la posibilidad de comprar Nueva Orleans a Francia. En 1803, cuando la Revolución Haitiana contra los franceses aún no había terminado, pero era evidente que triunfaría en breve, Jefferson retomó la compra de Nueva Orleans y envió a Francia a James Monroe, otro influyente personaje, para que apoyara al embajador en las negociaciones. El negociador de refuerzo había sido gobernador de Virginia entre 1799 y 1802 y sería Secretario de Guerra, Secretario de Estado y finalmente Presidente de Estados Unidos en el periodo de 1817 a 1825, haciéndose famoso por la Doctrina Monroe. Este principio político fue resumido en la frase "América para los americanos", lo que significaba que Europa debía abstenerse de invadir y colonizar territorios del continente, donde el único jefe debía ser Estados Unidos. Los dos negociadores estadounidenses iban con la intención de comprar Nueva Orleans a Francia, pagando un máximo de 10 millones de dólares, pero no esperaban una soberana sorpresa: Napoleón proponía vender no solo la ciudad, sino todo el territorio de Luisiana, y se conformaba con 15 millones de dólares. Los negociadores de Jefferson quedaron desconcertados. El presidente los autorizó a gastar 10 millones de dólares y ahora, por 5 millones más, podrían cerrar un trato inmensamente mejor. No lo sabían, pero estaban a punto de concretar el negocio más importante de la historia de Estados Unidos hasta el sol de hoy. En 1626, Peter Minuit le había comprado la isla de Manhattan a los nativos de Enap por sesenta guilders, equivalentes a 24 dólares de la época y pagados en baratijas. Pero Minuit era holandés, los dueños de Manhattan eran americanos y no extranjeros, y la operación por la isla fue más una estafa que un trato. Además, Manhattan era de solo 88 kilómetros cuadrados. En cambio, Luisiana tenía 2.14 millones de kilómetros cuadrados. La superficie actual del estado de Luisiana es de 134,265 kilómetros cuadrados, pero a comienzos del siglo XIX, el territorio con ese nombre incluía, además, la totalidad de los estados de Misuri, Arkansas, Iowa, Kansas, Oklahoma, Nebraska y Minnesota. También cubría casi todo Dakota del Sur, una parte de Dakota del Norte, el norte de Texas, el noreste de Nuevo México y secciones de Colorado, Montana y Wyoming. El trato propuesto por Napoleón tocó incluso territorios de la actual Canadá. De Luisiana llegaba hasta Alberta y Saskatchewan.

El Dilema de Livingstone y Monroe

Livingstone y Monroe estaban en un dilema. Tenían carta blanca para gastar hasta 10 millones de dólares, y 5 millones más no eran granos de arroz en 1803. En ese tiempo, no había teléfono, ni internet, ni siquiera telégrafo. La única manera de obtener la autorización de Jefferson para cerrar el trato era enviando una carta o un emisario a Estados Unidos. Pero un barco tardaba más de dos semanas en cruzar el océano. Sumando la disponibilidad de barcos, los trayectos por tierra y el viaje de retorno con la respuesta del presidente, podrían transcurrir entre 2 y 3 meses para tener una definición. Y si Napoleón cambiaba de idea mientras ellos esperaban autorización, los británicos pagarían una invasión contra sí mismos. Los negociadores estadounidenses decidieron aceptar el trato propuesto por Francia sin contar con la autorización de su presidente para gastar 5 millones de dólares adicionales. El 30 de abril de 1803, se firmó el Tratado de compra de Luisiana por Estados Unidos. Esa era la ventaja de tener negociadores capaces en los tratos trascendentales. Si Livingston y Monroe hubieran esperado y Napoleón se arrepiente, muy probablemente, Estados Unidos no sería la potencia que es actualmente. Cuando Livingston y Monroe retornaron a Estados Unidos con los documentos del tratado, Jefferson y sus ministros no daban crédito al fabuloso negocio que habían cerrado. El presidente decidió hacer el anuncio del trato a la nación en un día emblemático, el 4 de julio. Con la compra de Luisiana, Estados Unidos duplicó su tamaño, y el territorio adquirido representa actualmente casi una cuarta parte de la extensión del país. Los norteamericanos consiguieron el control total del Mississippi y el acceso desde su autopista fluvial a los dos océanos más importantes del mundo. Inmediatamente al Atlántico y 111 años después, del Pacífico con la apertura del Canal de Panamá. Y solo tuvieron que pagar siete dólares por kilómetro cuadrado tras el cierre del tratado de compra. Livingstone señaló: "Hemos vivido mucho, pero este es el trabajo más noble de nuestras vidas". Estados Unidos se convierte en este día en una de las principales potencias del mundo.

El Préstamo del Banco Británico a Napoleón

Sin embargo, 15 millones de dólares es mucho dinero y una cosa era firmar los papeles y otra tener los dólares a la vista para gastarlos, como pensaba Napoleón en su próxima aventura militar. El gobierno estadounidense propuso pagar tres millones de dólares en oro y los restantes 12 millones con un préstamo bancario afianzado con bonos del Tesoro. Sin embargo, los bancos franceses no confiaban en los bonos estadounidenses, ya que pensaban, y no se equivocaban, que Estados Unidos no era una nación estable, tal como lo demostró la Guerra Civil que se desató 58 años después. Como el gran corso necesitaba el dinero constante y sonante rápidamente para gastarlo en su campaña contra el Reino Unido, Estados Unidos negoció el préstamo con el Barings Bank de Londres. Fue así como se produjo una de las grandes ironías de la historia: un banco de Gran Bretaña aportó el dinero que necesitaba Napoleón para financiar su planeada invasión del Reino Unido. Los británicos estaban pagando una invasión contra sí mismos. De los 15 millones de dólares que obtuvo en 1803 por la venta de Luisiana, Napoleón utilizó más de 11 millones para preparar la invasión a las Islas Británicas y el resto para pagar deudas. En 1804, Buena Parte se autoproclamó Emperador de Francia como Napoleón I, dando inicio al Primer Imperio Francés, y en 1805 descartó la invasión británica por considerarla inviable, a pesar de que ya había gastado en sus preparativos las tres cuartas partes del dinero obtenido por la venta de Luisiana a Estados Unidos. Hay quienes ven en este comportamiento inglés una decisión brillante y no una idiotez. Es posible que los británicos supieran que Napoleón invertiría su fortuna recién adquirida en atacarlos y prestaron el dinero para que lo malgastara, seguros de que el dominio que el Reino Unido ejercía sobre los mares al final se impondría de cualquier modo.

Conclusiones

Los grandes ganadores de esta red de intereses que involucraba a las dos principales potencias europeas y a una gran poder emergente en América fueron los Estados Unidos. El mejor negocio de la historia estuvo a punto de no realizarse. Curiosamente, Estados Unidos estuvo a punto de no realizar el mejor negocio de su historia debido a la enconada oposición que encontró en el Congreso estadounidense la ratificación del tratado de compra, la autorización del financiamiento y la discusión del tratado dividieron casi por la mitad al Congreso estadounidense. Muchos parlamentarios pensaban que 15 millones de dólares era demasiado dinero por una tierra inculta, por mucho que fueran más de dos millones de kilómetros cuadrados. Mientras que otros opinaban que la compra era inconstitucional y violaba el espíritu de fundación de la joven República Americana. El congresista del partido federalista, Fisher James, expresó de forma elocuente lo que pensaban él y muchos de sus colegas cuando preguntó: "¿Debemos dar dinero del que tenemos muy poco por tierras de las que ya tenemos demasiado?" El propio Jefferson creía que estaba al borde de la ilegalidad al afirmar que "había estirado la Constitución hasta resquebrajarla". La oposición de los federalistas al tratado fue frontal, acusando al presidente de hipocresía al hacer algo que habría criticado de haber sido Alexander Hamilton u otro líder del partido opositor quien lo realizara. En vez de gastar una inmensa suma en comprar Luisiana, los federalistas proponían una alianza más estrecha con Gran Bretaña para neutralizar las ambiciones de Francia con el territorio americano. La oposición al tratado afirmaba además que se trataba de una compra fraudulenta, ya que el legítimo dueño de Luisiana era España y no Francia. Si bien los documentos demostraban lo contrario, la geopolítica interior estadounidense también jugó un papel primordial. El enfrentamiento político que se produjo a raíz de la compra de Luisiana, los estados del norte temían, y efectivamente, el tiempo les dio la razón, que los estados a fundarse en el enorme territorio de Luisiana otorgarían más poder al sur, sentando las bases para un futuro conflicto. Además, los nuevos estados seguramente serían esclavistas, incrementando las tensiones entre el norte y el sur. Un grupo de secesionistas federalistas, encabezados por Timothy Pickering, senador por Massachusetts, llegó incluso más lejos y propuso la creación de una nueva nación con los estados del norte, ofreciéndole la presidencia de la misma a Aaron Burr, vicepresidente en ejercicio y fundador del Partido Demócrata-Republicano en Nueva York. Si conseguía el respaldo de este estado para la secesión, este fue el momento en el que se acentuó la enemistad entre Aaron Burr y Alexander Hamilton, que continuó deteriorándose hasta su duelo con pistolas del año siguiente.

El Tratado de Compra es Ratificado

El duelo se celebró el 11 de julio de 1804 y no se sabe quién disparó primero, pero Burr acertó y su rival falló, y Alexander Hamilton murió al día siguiente. Finalmente, la Cámara de Representantes votó el tratado de compra de Luisiana y este fue aprobado en octubre de 1803 por 59 votos a favor y 57 en contra. En el Senado, ratificó el tratado el mismo mes, de forma más abierta con 24 votos favorables y 7 desfavorables. Ya Napoleón podía recibir su dinero.

El Mejor Negocio de la Historia y la Ironía de la Financiación

Todo Napoleón en algún momento sobre la venta de Luisiana. Los temores de Livingston y Monroe de que Napoleón pudiera arrepentirse de realizar la venta de Luisiana no eran tan infundados. El influyente ministro de exteriores francés, Charles Maurice de Talleyrand, siempre se opuso al plan y Luisiena, buena parte, contó en sus memorias que él y su hermano Joseph visitaron a su hermano Napoleón en el Palacio de las Tullerías para intentar disuadirlo de su plan. De acuerdo con este relato, Napoleón no manifestó dudas sobre llevar a cabo la operación de venta de Luisiana a Estados Unidos. Se sabe que, al menos, su ministro de exteriores y sus hermanos intentaron convencerlo de que no lo hiciera. ¿Cómo sería actualmente el mundo si Estados Unidos no hubiera comprado más de dos millones de kilómetros cuadrados de su actual territorio a Francia y sin apoyo no hubiera invadido y derrotado a Gran Bretaña con el dinero que él mismo les proporcionó? Esperamos que este artículo te haya sido útil. Si tienes algo que agregar, por favor compártelo con nosotros en la sección de comentarios. No olvides seguirnos en todas nuestras redes sociales para estar al día con nuestras actualizaciones. Recuerda que un pueblo que no conoce su historia está condenado a repetirla.

Tabla Resumen

Nombre del TratadoFecha de FirmaPaíses InvolucradosTerritorio Adquirido por Estados UnidosPrecio de Compra
Tratado de Compra de Luisiana30 de abril de 1803Estados Unidos y FranciaMás de 2 millones de kilómetros cuadrados15 millones de dólares

Preguntas frecuentes

1. ¿Cuál fue la importancia de la compra de Luisiana para Estados Unidos?

La compra de Luisiana duplicó el tamaño de Estados Unidos y le dio control total sobre el río Mississippi y acceso a los dos océanos más importantes del mundo, lo que fue crucial para su desarrollo económico y su proyección como potencia mundial.

2. ¿Por qué los británicos financiaron la compra de Luisiana si iba en contra de sus propios intereses?

Es posible que los británicos supieran que el dinero sería malgastado por Napoleón y que el dominio británico sobre los mares finalmente prevalecería. Además, la inversión en la compra de Luisiana beneficiaría a Estados Unidos en detrimento de Francia.

3. ¿Cómo reaccionó el Congreso estadounidense ante la compra de Luisiana?

La compra de Luisiana generó una enconada oposición en el Congreso estadounidense, con críticas a su costo y a la legalidad de la compra. Sin embargo, finalmente fue ratificada y se considera uno de los mejores negocios de la historia de Estados Unidos.

4. ¿Cómo afectó la compra de Luisiana a la esclavitud y las tensiones entre el norte y el sur de Estados Unidos?

La adquisición de nuevos territorios, incluidos estados esclavistas, a través de la compra de Luisiana intensificó las tensiones entre el norte y el sur y sentó las bases para la Guerra Civil que estallaría décadas más tarde.

5. ¿Cómo hubiera sido el mundo si Estados Unidos no hubiera comprado Luisiana?

El mundo hubiera sido muy diferente, ya que Estados Unidos no habría alcanzado el tamaño y la influencia que tiene actualmente. La compra de Luisiana fue un hecho determinante en la expansión y desarrollo de la joven nación.

Esperamos que este artículo haya sido interesante y útil para comprender la importancia de la compra de Luisiana para Estados Unidos. Si tienes alguna pregunta o comentario, no dudes en dejarlo a continuación. ¡Gracias por leernos!

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