El lado oscuro de la ciencia: El horror del peor experimento en la historia
Introducción
En los años 1930, en Estados Unidos, se llevó a cabo uno de los experimentos más controvertidos de la historia. En este experimento, un bebé convivió con una cría de chimpancé en un ambiente hogareño. El bebé humano era el hijo de la pareja de científicos que realizó el experimento. Los psicólogos comparativos Winthrop y Kellogg tenían como objetivo determinar cómo se desarrollaba un animal que convivía con un humano de corta edad y si esta convivencia generaba diferentes patrones de comportamiento en el bebé. El bebé Donald y la cría de chimpancé llamada Guau vivieron como hermanos en un ensayo que arrojó resultados inesperados y que en su momento fue cuestionado como un experimento inhumano. Pero este no fue el único experimento realizado por el inquieto psicólogo y científico comparativo Winthrop Kellogg, quien también investigó con perros, serpientes y delfines, logrando sorprendentes hallazgos que repasaremos a continuación.
El experimento de la crianza de un bebé y un chimpancé
La crianza de un bebé junto a un chimpancé hembra, como si fueran hermanos, ha sido uno de los experimentos más controvertidos en las ciencias del comportamiento. Donald, el bebé hijo de los psicólogos comparativos estadounidenses Winthrop Kellogg y su esposa Huella, fue sometido a este novedoso experimento en los años 1930, junto a una cría de chimpancé llamada Guau. El comportamiento de Donald se volvió siniestro después de este experimento, que muchos consideran malvado. Se especula que la pareja esperaba que el chimpancé se humanizara con el ensayo inusual, pero fue su hijo Donald quien terminó pareciéndose más a un mono que a un ser humano. El experimento se canceló cuando el bebé comenzó a emitir sonidos similares a los del chimpancé, caminaba en cuatro patas y se volvía agresivo, incluso mordiendo a otras personas. Donald gruñía y aullaba como su supuesta hermana cuando tenía hambre, imitando otros comportamientos del chimpancé. Además, ambos reían como dos animales salvajes en pleno bosque. Cuando los padres observaron lo que estaba sucediendo con su hijo, detuvieron el experimento. Aunque Donald desapareció del radar después de la investigación, se sabe que se quitó la vida en 1973, a los 43 años.
El experimento del mono y el niño
El 26 de junio de 1931, Winthrop y Huella dieron la bienvenida a un nuevo residente en su casa de Florida. El recién llegado era Wood, una chimpancé hembra con pocos meses de edad, con quien tenían previsto criar junto a su bebé Donald. Ellos querían ver cómo influía un entorno de personas en el desarrollo del chimpancé, y también saber qué pasaba con un pequeño ser humano que se criaba junto a un animal. El ensayo estaba planeado para durar cinco años, pero fue abandonado a los nueve meses debido a resultados inesperados, que no eran los pronosticados por los psicólogos. Otras versiones indican que el ensayo se canceló porque cuba se estaba volviendo demasiado fuerte y ponía en peligro al niño. Durante la experimentación, Donald tenía poco más de 10 meses y Guau, 7 meses y medio. Ambos fueron sometidos a pruebas crueles, como golpes en la cabeza con cucharas y burlas por parte de los adultos, que sentían fascinación por los niños que se crían en la naturaleza con poca ayuda humana. En su libro "El mono y el niño" escrito en 1933, Winthrop Kellogg describió qué naturaleza tendría un individuo que hubiera madurado sin ropa, sin lenguaje humano y sin asociación con otros de su especie. Como consideraba que abandonar a un niño en la naturaleza era moralmente reprobable, decidió traer un chimpancé bebé a un entorno familiar en una ciudad. Aunque el experimento duró solo nueve meses en lugar de los sesenta que tenían previstos inicialmente, los investigadores no perdieron el tiempo y trabajaron durante 12 horas al día, los 7 días de la semana, haciendo pruebas con su hijo y el chimpancé. Durante este periodo, los dos pequeños vivieron exactamente de la misma manera: sentados en sillas altas idénticas, durmiendo en cunas similares, vistiendo los mismos mamelucos de bebés y recibiendo su beso de buenas noches. Mientras tanto, se registraron diferentes métricas y variables de interés, como presión arterial, dimensiones corporales, fuerza, locomoción, equilibrio, reflejos, memoria, vocalización, comprensión del lenguaje y capacidad de atención. También se evaluó la percepción de profundidad, obediencia, reacciones a las cosquillas, destrezas manuales, comportamiento lúdico, reacción al miedo, habilidades para sujetar y escalar, entre otros parámetros. Los golpearon la cabeza de los dos sujetos de experimentación para intentar establecer similitudes y diferencias entre los sonidos emitidos por sus cráneos. Igualmente, hicieron ruidos fuertes y repentinos para observar la velocidad y tipo de reacción del bebé y el chimpancé. Donald y Guau fueron sentados en sus sillas altas y girados una y otra vez hasta que manifestaran una reacción. El niño, en algún momento, empezaba a llorar, mientras que el chimpancé mostraba síntomas de angustia por los continuos giros. Durante un tiempo, Donald aventajó a Guau en algunos ejercicios, pero después de que ambos superaron el año de edad, las cosas empezaron a cambiar. Las ventajas físicas de Guau comenzaron a ser eclipsadas por la mayor capacidad de Donald para expresarse. Los psicólogos pensaron que estaban alcanzando el límite en la inteligencia del chimpancé.
El legado de Winthrop Kellogg
El experimento de los Kellogg probablemente fue uno de los más exitosos en la historia de la psicología comparativa de su tiempo, ya que demostró las limitaciones que la herencia impone a un organismo, independientemente de las condiciones ambientales, así como las ganancias de desarrollo que podrían lograrse en entornos enriquecidos. Aunque la finalización repentina del proyecto genera preguntas sin respuesta, se rumorea que los psicólogos estaban física y mentalmente agotados después de nueve meses de trabajo intensivo. Además, es posible que Huella estuviera preocupada al observar que, mientras Guau no evolucionaba hacia rasgos humanos, su hijo se parecía cada vez más a un chimpancé. Guau le enseñó a su hermano mayor cómo espiar por debajo de las puertas y ambos luchaban de forma más parecida a los chimpancés. Donald empezó a morder y moverse como Guau, y se expresaba como él cuando quería más comida, gruñendo y aullando. Sin duda, Winthrop Kellogg fue un estudioso del comportamiento animal destacado. Además de su experimento más controvertido, también se dedicó a investigar el comportamiento de las serpientes, los perros, los delfines y los leones marinos. Sus investigaciones arrojaron nuevos conocimientos sobre el aprendizaje animal y la ecolocalización, poniendo a prueba la inteligencia y las capacidades cognitivas de diferentes especies.
Resumen de la información
Experimento | Participantes | Resultados |
---|---|---|
Crianza de un bebé y un chimpancé | Bebé Donald y cría de chimpancé Guau | El bebé adoptó un comportamiento siniestro y agresivo similar al del chimpancé. El experimento fue cancelado cuando el bebé empezó a emitir sonidos y comportamientos similares a los del chimpancé. |
Experimento del mono y el niño | Niño Donald y chimpancé Guau | Los dos pequeños vivieron de manera idéntica durante nueve meses. Donald mostró habilidades de comunicación similares a las del chimpancé, mientras que Guau mostró avances en comportamientos humanos cotidianos. |
Investigaciones adicionales de Winthrop Kellogg | Perros, serpientes, delfines y leones marinos | Se realizaron numerosos experimentos que arrojaron nuevos conocimientos sobre el aprendizaje animal, la ecolocalización y las capacidades cognitivas de diferentes especies. |
Preguntas frecuentes (FAQs)
¿Por qué fue tan controvertido el experimento de la crianza de un bebé y un chimpancé?
Este experimento fue controvertido porque implicaba exponer a un bebé humano a vivir en un entorno hogareño junto a una cría de chimpancé, generando preocupaciones sobre el bienestar y desarrollo del bebé. Además, los resultados inesperados del experimento provocaron críticas hacia los psicólogos comparativos encargados del estudio.
¿Cuáles fueron los principales hallazgos del experimento del mono y el niño?
El experimento del mono y el niño demostró las limitaciones impuestas por la herencia y la importancia del entorno en el desarrollo de los seres vivos. Aunque el chimpancé mostró habilidades para adoptar comportamientos humanos, el niño exhibió una mayor capacidad para comunicarse y expresarse de manera similar a los humanos.
¿Cuáles fueron las contribuciones de Winthrop Kellogg a la psicología comparativa?
Winthrop Kellogg realizó numerosas investigaciones que ampliaron nuestra comprensión sobre el comportamiento animal y las capacidades cognitivas de diferentes especies. Sus experimentos con serpientes, perros, delfines y leones marinos cuestionaron las creencias existentes y brindaron nuevos conocimientos sobre el aprendizaje y la ecología.
¿Cuál fue el legado de Winthrop Kellogg?
El legado de Winthrop Kellogg se centra en su trabajo pionero en la psicología comparativa y su contribución al campo del comportamiento animal. Sus investigaciones desafiaron las ideas preconcebidas sobre la inteligencia y las capacidades cognitivas de diferentes especies, lo cual ha tenido un impacto duradero en la comprensión de la mente animal.
¿Cuál fue el destino de los participantes en el experimento?
El hijo de los psicólogos comparativos, Donald, se quitó la vida en 1973. Por su parte, la cría de chimpancé Guau falleció en 1933 debido a una neumonía. Winthrop y Huella Kellogg continuaron realizando investigaciones y contribuciones significativas al campo de la psicología comparativa, pero después decidieron dedicarse a otros intereses y viajar por el mundo.
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¡Hola! Soy Javier L., un apasionado de la historia que ha encontrado en la escritura una vía para compartir y explorar los rincones más fascinantes de nuestro pasado. Cuando no estoy sumergido en algún libro o documento histórico, me encuentras plasmando mis descubrimientos y reflexiones en este blog. Creo firmemente que la historia no solo es una serie de fechas y eventos, sino un rico conjunto de historias y lecciones que aún resuenan hoy. ¡Espero que disfrutes leyendo tanto como yo disfruto escribiendo! Un saludo y gracias por acompañarme en esta travesía por el tiempo.
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