La fascinante historia del soldado japonés que luchó durante 29 años en la Segunda Guerra Mundial ha captado la atención de muchos. Este valiente soldado, Jiro Uno, pertenecía a un grupo de personas que consideraban el cumplimiento de las órdenes como su misión de vida. A diferencia de aquellos que pasan por alto las órdenes, Jiro Uno recibió la orden de no rendirse y luchar hasta la muerte frente al enemigo.
Durante casi tres décadas, Jiro Uno se mantuvo oculto en la espesura de la isla filipina de Lubang. Ignoró los avisos de que la guerra había terminado, ya que consideraba que eran engaños. Durante todo ese tiempo, sobrevivió como guerrillero, peleando contra los filipinos, robando alimentos y realizando sabotajes.
No fue hasta que fue encontrado por un explorador que estuvo a punto de matarlo que Jiro Uno mostró su disposición a rendirse. Sin embargo, impuso una condición: solo se rendiría si su antiguo oficial al mando se presentaba y le daba la orden.
Es sorprendente descubrir que Jiro Uno no fue el último soldado en rendirse después de la Segunda Guerra Mundial. Esa distinción le corresponde a Tunpara Laali, un aborigen taiwanés que también luchó para Japón. Sin embargo, en este artículo nos enfocaremos en relatar la odisea de Jiro Uno en la espesura de una isla filipina, las circunstancias de su rendición y las razones por las que Tunpara Laali fue ignorado como el último soldado en rendirse durante la Segunda Guerra Mundial.
Antes de entrar en detalles, es importante que te suscribas a nuestro canal y actives las notificaciones para mantenerte al día con nuestras actualizaciones. A continuación, te contamos la historia completa de este soldado rezagado que decidió no rendirse y siguió luchando a pesar de que Japón fue devastado por las bombas atómicas en 1945.
Después de la rendición de Japón, todos los japoneses querían olvidar rápidamente los momentos dramáticos vividos en la guerra. Sin embargo, no se olvidaron de los soldados rezagados, aquellos que estaban desaparecidos pero posiblemente vivos. Japón había destinado soldados a diversas islas del Pacífico, con misiones que incluían esconderse en la selva y llevar a cabo ataques de sabotaje contra el enemigo de forma ocasional.
En previsión de que algunos de estos soldados pudieran seguir escondidos sin saber que la guerra había terminado, se lanzaron mensajes escritos por todas las islas anunciando que la guerra había terminado y que podían salir sin peligro. Sin embargo, Jiro Uno y otros tres soldados japoneses que lo acompañaban en la isla filipina de Lubang decidieron ignorar estos avisos.
La historia de Jiro Uno comienza el 19 de marzo de 1922, en una pequeña aldea de Japón. A los 18 años, se alistó en el ejército imperial japonés y fue destinado a la isla filipina de Lubang en diciembre de 1944. Su misión era realizar operaciones de sabotaje para obstaculizar los ataques enemigos. Sin embargo, al llegar a Lubang, se encontró con otro grupo del ejército japonés que le dio órdenes diferentes y le asignó otros trabajos. Jiro Uno no pudo cumplir con su misión de sabotaje y, poco después del desembarco aliado, se encontró con que todos los japoneses en la isla habían muerto o se habían rendido, excepto él y otros tres compañeros.
A pesar de la rendición de Japón en septiembre de 1945, Jiro Uno y sus compañeros creían que la guerra continuaba. Desconfiaron de los mensajes que anunciaban la terminación de la guerra y concluyeron que eran una estratagema aliada para sacarlos de su escondite y matarlos o hacerlos prisioneros.
En los siguientes años, Jiro Uno y sus compañeros se mantuvieron ocultos y llevaron a cabo actividades de supervivencia, como robar alimentos y sabotear las cosechas de los isleños. Fue en octubre de 1972 cuando Jiro Uno fue descubierto por el explorador japonés Murio Suzuki. Sorprendentemente, estos dos japoneses simpatizaron y se hicieron amigos. Suzuki relató a Jiro Uno todo lo que había sucedido en Japón en los últimos 29 años.
Sin embargo, Jiro Uno se negó a rendirse a menos que recibiera una orden directa de su oficial superior. Tras largas conversaciones con Suzuki, acordó esperar a que su antiguo oficial al mando, el mayor Yoichi Taniguchi, se presentara y le diera la orden de rendición.
Finalmente, en marzo de 1974, el mayor Taniguchi viajó a la isla filipina de Lubang para impartirle a Jiro Uno la orden de rendición por escrito. Tras recibir la orden, Jiro Uno decidió rendirse, entregando su espada, rifle, daga y granadas de mano.
La excepcional rendición de Jiro Uno mostró su voluntad de supervivencia durante tantos años y su lealtad a su deber como soldado. A su regreso a Japón, se convirtió en una figura famosa y publicó su autobiografía. Aunque hubo controversias sobre su comportamiento durante su tiempo en la isla filipina, muchos japoneses le dieron la bienvenida.
La historia de Jiro Uno demuestra que existen personas capaces de mantenerse fieles a su posición a pesar de las adversidades y cerrar los ojos ante las evidencias. Su historia también pone de manifiesto cómo la historia puede ser moldeada por los intereses de las naciones protagonistas.
A continuación, presentamos un resumen de la historia de Jiro Uno:
- Jiro Uno, un soldado japonés, se mantuvo oculto en la isla filipina de Lubang durante 29 años después de la Segunda Guerra Mundial.
- Ignoró los avisos de que la guerra había terminado y siguió combatiendo como guerrillero.
- Fue encontrado por un explorador japonés en 1972 y acordó rendirse solo si recibía una orden directa de su oficial superior.
- En marzo de 1974, el mayor Yoichi Taniguchi viajó a Lubang y le impartió la orden de rendición por escrito.
- Jiro Uno regresó a Japón y se convirtió en una figura famosa. Publicó su autobiografía y fundó un campamento educativo.
- Su historia muestra la lealtad de un soldado japonés y cómo la historia puede ser influenciada por los intereses de las naciones protagonistas.
Ahora, pasemos a responder algunas preguntas frecuentes sobre la historia de Jiro Uno:
FAQs:
1. ¿Cuántos años pasó Jiro Uno escondido en la isla filipina de Lubang?
Jiro Uno estuvo escondido en la isla de Lubang durante casi tres décadas, un total de 29 años.
2. ¿Cómo se enteró Jiro Uno de que la guerra había terminado?
A pesar de los mensajes escritos anunciando el final de la guerra, Jiro Uno y sus compañeros creían que eran engaños. Fue en octubre de 1972 que Jiro Uno fue encontrado por un explorador japonés y se enteró de que la guerra había terminado.
3. ¿Recibió alguna recompensa o indemnización por su tiempo en la isla filipina?
Jiro Uno recibió donativos y atención por parte de los japoneses, pero se negó a aceptar una indemnización por parte del ejército japonés.
4. ¿Qué sucedió con los otros soldados que estaban con Jiro Uno en la isla?
Uno de los soldados, Lulssi Toshiyuki, se separó del grupo en septiembre de 1949 y se entregó a las autoridades filipinas en marzo de 1950. El otro soldado, Shimada Akatsu, murió en un tiroteo con pescadores filipinos en 1953. Uno de sus compañeros, Kinhoru Kosuke, murió en 1972 durante un enfrentamiento con la policía militar.
5. ¿Cuál fue la reacción de Japón ante la historia de Jiro Uno?
La historia de Jiro Uno conmovió a los japoneses y el soldado alcanzó gran popularidad. Sin embargo, hubo controversias sobre su comportamiento durante su tiempo en la isla.
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¡Hola! Soy Javier L., un apasionado de la historia que ha encontrado en la escritura una vía para compartir y explorar los rincones más fascinantes de nuestro pasado. Cuando no estoy sumergido en algún libro o documento histórico, me encuentras plasmando mis descubrimientos y reflexiones en este blog. Creo firmemente que la historia no solo es una serie de fechas y eventos, sino un rico conjunto de historias y lecciones que aún resuenan hoy. ¡Espero que disfrutes leyendo tanto como yo disfruto escribiendo! Un saludo y gracias por acompañarme en esta travesía por el tiempo.
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