Peligros de vivir en la antigua Roma

Peligros de vivir en la antigua Roma

Los 11 peligros de vivir en la antigua Roma

Índice
  1. Introducción
  2. Los peligros de vivir en la antigua Roma
    1. 1. Las hambrunas
    2. 2. Las letrinas inflamables
    3. 3. Los incendios
    4. 4. Los terremotos
    5. 5. Las enfermedades venéreas
    6. 6. La violencia paterna
    7. 7. La delincuencia común
    8. 8. Los raptos
    9. 9. Los envenenadores
    10. 10. Los sacrificios humanos
    11. 11. Las crucifixiones
  3. Tabla Resumen
  4. Preguntas frecuentes
  5. Despedida

Introducción

Definir qué es peligroso en una sociedad no es algo sencillo, ya que no todos perciben las amenazas de la misma forma ni les dan la misma importancia. Hay personas que ven el peligro en la pobreza, en la escasez de alimentos, y la violencia intrafamiliar, mientras que otros lo ven en la guerra, en los sistemas de creencias ajenos, en la enfermedad, e incluso en las siempre cambiantes estructuras. Ninguna sociedad, ya sea antigua o actual, por muchos avances que tenga, ha logrado superar todos los peligros que se presentan en ella. Es por ello que en este artículo te diremos cuáles eran los peligros de vivir en la antigua Roma y cómo la gente lograba sobrellevarlos.

Los peligros de vivir en la antigua Roma

1. Las hambrunas

Aunque estamos habituados a ver los grandes banquetes que se servían a la clase alta en las películas y series sobre la antigua Roma, el escenario era completamente distinto en el caso de las clases más desfavorecidas. La dieta de estas clases consistía en pan, queso, cereales rancios, alguna que otra verdura, aceite de olivo, entre otros. Esta dieta, en condiciones normales, provocaba un alto grado de desnutrición y cuando llegaban las grandes hambrunas, generaban muertes masivas. Una de las hambrunas romanas más grandes de las que se tiene constancia fue la del año 441 antes de Cristo, la cual se debió a la escasez de carne y a una gran sequía que provocó la muerte de las cosechas de trigo, un producto fundamental de la dieta romana, lo que produjo la muerte de aproximadamente un 80% de la población.

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2. Las letrinas inflamables

Una de las siempre presentes estructuras de la antigüedad más problemáticas fueron las letrinas. Las letrinas romanas consistían en un agujero conectado a un canal de alcantarillado, por lo que ocasionalmente salían ratas que buscaban el trasero de las personas que las usaban, propagando una amplia gama de enfermedades. Esto motivaba a que muchas personas grabaran hechizos protectores contra los demonios y espíritus malignos mientras se encontraban haciendo sus necesidades, siendo la diosa Fortuna uno de los dioses más invocados. Otro de los problemas de las letrinas es que, al estar conectadas a un mal sistema de alcantarillado, generaban la acumulación de metano, que cuando se inflamaba, podía provocar explosiones y un gran número de heridos.

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3. Los incendios

Uno de los grandes incendios que pudo o no haber tenido relación con el problema del alcantarillado fue el Gran Incendio de Roma, que ocurrió durante el gobierno de Nerón, en el año 64 después de Cristo. Aunque algunos historiadores como Tácito responsabilizaron a Nerón del incendio, la verdadera causa, de acuerdo con pruebas forenses actuales, es que fue un accidente derivado de los problemas de construcción de los insulae, bloques de viviendas romanos que fueron hechos con materiales de mala calidad y estaban aglomerados en espacios muy reducidos. Si a estos factores se le agregan las ventanas exteriores, nos encontramos con el escenario perfecto para que se produzcan grandes incendios, ya que las ventanas facilitan que el fuego se alimente con oxígeno, incluso contra la dirección del viento. El hecho de que la parte rica de la ciudad sobreviviese al incendio se debió fundamentalmente a que muchas de estas casas no tenían ventanas exteriores en esa época, lo que impedía la propagación del fuego. Sin mencionar el hecho de que algunas contaban con fuentes de agua para apagarlos en caso de que los alcanzara el fuego, cosa que no tenían las personas comunes.

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4. Los terremotos

Una de las grandes amenazas menos frecuentes de la antigua Roma eran los terremotos. Aunque la península itálica está situada sobre la falla adriática, ésta tuvo muy pocos movimientos telúricos significativos en la antigüedad. No obstante, las pocas veces que ha estado activa ha provocado grandes terremotos. Uno muy emblemático ocurrió en el año 443 después de Cristo, sacudiendo la ciudad de Roma y provocando una gran cantidad de muertos, así como la destrucción de casas y monumentos con más de 25 años de existencia. Sin embargo, para la sorpresa de muchos arquitectos e ingenieros actuales, los antiguos romanos sí buscaron una solución para este problema en algunas de sus construcciones, como el famoso Coliseo, para el cual desarrollaron toda una red de rejillas que distribuye la potencia de las ondas sísmicas en los cimientos, lo cual lo ha mantenido en pie por más de 2000 años.

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5. Las enfermedades venéreas

La prostitución era una práctica común en la antigüedad y, en el caso de Roma, desde el siglo primero después de Cristo, era considerada una actividad comercial regulada por el estado, el cual cobraba una tasa de las ganancias a los lupanares. No obstante, aunque este oficio no era castigado, tenía sus riesgos, tanto para las prostitutas que podían ser maltratadas por sus clientes sin que hubiese ningún castigo por ello, como para los clientes que podían ser víctimas de la delincuencia al salir de los lupanares. Sin embargo, había otro riesgo: la posibilidad de contraer gonorrea. Otra enfermedad común de la antigua Roma era la lepra, de la cual se han encontrado restos en cadáveres de Melas, una colonia griega bajo el dominio romano, que datan del 600 al 250 antes de Cristo, así como en las ruinas de Pompeya del año 29 después de Cristo. Dicha enfermedad, detectada en los huesos, fue confundida con la sífilis durante muchos siglos. No obstante, gracias a los avances científicos del siglo 20, se descubrió que no era así y que, además del contacto con los infectados, también podía transmitirse a través de las relaciones sexuales.

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6. La violencia paterna

Uno de los peligros menos conocidos de la antigua Roma estaba en el seno de la propia familia. En la cultura romana, el padre era la cabeza de familia y esto significaba que tenía poder absoluto sobre el destino de su descendencia e incluso sobre la familia extendida en el caso de que ésta tuviese menos prestigio o poder que el patriarca de la familia principal. Si el patriarca era amable, amoroso y respetuoso con sus hijos y esposa, no había grandes problemas. No obstante, si éste era una mala persona, tenía la potestad para asesinar a su esposa si ésta cometía adulterio o tenía sospechas sobre ello. También podía valerse de su autoridad para abandonar o sacrificar a los niños que nacieran con discapacidad, a las segundas hijas que representaban una gran carga económica para la familia, a los hijos o descendientes cuya paternidad estuviese en duda, e incluso podría vender a sus hijos como esclavos para pagar sus deudas o prostituir a sus esposas para ganar dinero. Aunque esta última práctica pasó a estar penada por la ley, las únicas mujeres que gozaban de cierta protección legal en la familia eran las primeras hijas, que no podían ser desechadas por el padre mientras tuviesen salud. Por suerte, estos poderes absolutos del padre en el seno de la familia romana fueron disminuyendo con el pasar de los ciclos, y los hijos y esposas pasaron a tener cada vez más derechos, permitiendo, entre otras cosas, el divorcio.

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7. La delincuencia común

Si ha existido un grupo social marginado que ha estado presente en todas las épocas, son los delincuentes. En la antigua Roma, la delincuencia solía operar en la noche, por lo que los ciudadanos solían evitar salir durante estas horas para evitar ser atacados por los delincuentes. Si un gran señor tuviese que salir de noche de su casa por alguna razón extraordinaria, tenía que ir acompañado de quince o veinte esclavos de confianza, provistos de antorchas y espadas, dispuestos a defenderlo de los delincuentes. En el caso de que no tuviese suficientes esclavos, este deber recaía en los hijos varones del gran señor. Esta amenaza se redujo significativamente en el siglo primero después de Cristo, durante el gobierno del emperador Augusto, quien creó los cohortes urbanas, una unidad que actualmente corresponde a los policías y bomberos, para que detuvieran a los delincuentes, atraparan a los esclavos fugitivos y lucharan contra los incendios.

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8. Los raptos

Entre los muchos crímenes cometidos por los romanos a lo largo de su historia, los raptos ocupaban un lugar muy especial, ya que eran parte de su mito fundacional y de la historia de sus grandes líderes. Uno de los grandes mitos más conocidos sobre este tema fue el rapto de las sabinas llevado a cabo por Rómulo, el fundador de Roma, quien invitó a un grupo de sabinos a unos juegos en honor a Neptuno. Luego de que los sabinos acudieran con sus mujeres e hijas a los juegos, los romanos tomaron por prisioneras a sus mujeres y expulsaron a los hombres. Tras llegar a un acuerdo con los romanos en el que las dejaban ser las jefas de los nuevos hogares, las sabinas decidieron quedarse con sus captores, llegando a tener hijos con ellos. Este rapto, sumado a la traición de las sabinas, enfadó a los sabinos, quienes organizaron un ejército para recuperarlas. No obstante, las mujeres interrumpieron el conflicto acudiendo al campo de batalla y negociaron la paz, alegando que no querían quedarse sin padres ni hermanos, pero tampoco sin hijos ni esposos. Otro rapto famoso de la historia romana fue el del propio Julio César, quien fue capturado por un grupo de piratas mientras viajaba por el Mediterráneo cuando tenía 25 años. En este secuestro, los piratas pidieron a su familia 20 talentos como pago. Esta cifra enojó al propio secuestrado, quien convenció a sus secuestradores de que pidieran 50 talentos, ya que consideraba que su persona era más valiosa al ser parte de la nobleza romana. Una cifra que su familia pagó a cambio de que él regresara sano y salvo a casa. También se secuestraron a familiares de líderes tribales bárbaros como medida de coacción para evitar conflictos. Igualmente, se realizaron secuestros para el mercado de esclavos durante el proceso de expansión romano a lo largo de varios siglos.

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9. Los envenenadores

Uno de los grandes peligros para los miembros de la nobleza romana siempre fueron los envenenamientos. Una de las artes más mortales desarrolladas en la política romana, los primeros casos de envenenamiento datan del año 331 antes de Cristo, cuando Roma era tan solo una colonia del Imperio Macedonio gobernado por Alejandro Magno. Varios siglos después, fue la herramienta favorita de los gustos. Una de las envenenadoras más reputadas de la corte de Nerón, quien fue la responsable del asesinato de César Claudio y su hijo británicos bajo las órdenes de su esposa Agripina. También fue una de las herramientas favoritas de Nerón para deshacerse de sus enemigos, así como de muchos reyes y emperadores que ascendieron al poder en los siguientes siglos.

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10. Los sacrificios humanos

Antes de que los romanos prohibieran esta práctica en torno al año 97 antes de Cristo, los sacrificios humanos eran una práctica común en la sociedad romana. Los sacrificios humanos se hacían mediante un contrato en latín llamado "Dudae", que traducido al español sería "Te doy para que me des", en el que los peticionarios les brindaban una ofrenda a los dioses con la intención de obtener algo a cambio. Ese algo podría ser una buena cosecha, riquezas, salud, la muerte de algún enemigo, el amor, la descendencia, un buen matrimonio, entre otras cosas. También podía ser una petición en el caso de presentarse una gran catástrofe, como hambrunas, guerras, sequías, plagas o epidemias muy prolongadas. De acuerdo con su sistema de creencias, la víctima era sacrificada en un altar, en el cual era asesinada con un corte en el cuello hecho con un cuchillo ceremonial, como el victimario, verdugo o ejecutor, quien derramaba su sangre en un cuenco situado en el suelo a modo de ofrenda. Posteriormente, sus cadáveres eran inhumados en ritos funerarios. Los romanos también tuvieron otra forma de sacrificio humano, es decir, víctimas humanas que consistía en el enterramiento de personas vivas. Las víctimas de esta práctica solían ser parejas de hombres y mujeres, y eran llevadas a cabo bajo el Foro Boario romano en los años 228, 216 y 114 antes de Cristo. En lo que se refiere a los sacrificados, éstos solían ser esclavos, enemigos de guerra, algún noble menor en el caso de grandes hambrunas, y los ya mencionados niños con deformidades.

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11. Las crucifixiones

Aunque el cristianismo asumió como símbolo una de las peores formas de tortura de la antigua Roma, las crucifixiones se llevaron a cabo incontables veces antes, durante y después de la existencia de Cristo. La crucifixión fue documentada por primera vez por el escritor Plauto entre los años 254 y 184 antes de Cristo. En sus primeros años, fue usada para castigar a los criminales y esclavos fugitivos. Posteriormente, también se utilizó como forma de castigo para crímenes contra el estado y como medida de coacción contra los pueblos conquistados por Roma. Cuatro ejemplos más notorios fueron la crucifixión de los 6000 esclavos fugitivos liderados por Espartaco, entre los años 73 y 71 antes de Cristo, ordenada por el general Craso; la crucifixión que ordenó Julio César en Britania, a mediados del siglo primero después de Cristo, provocando la muerte de millares de rebeldes contra la dominación romana; y la crucifixión que fue llevada a cabo por el emperador Tito en el año 70 después de Cristo durante una revuelta judía. Tampoco se puede obviar la crucifixión de Jesús en el año 33 de nuestra era.

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Tabla Resumen

A continuación, presentamos una tabla resumiendo los 11 peligros de vivir en la antigua Roma:

PeligroDescripción
1. Las hambrunasEscasez de alimentos y muertes masivas
2. Las letrinas inflamablesPropagación de enfermedades y riesgo de explosiones
3. Los incendiosDestrucción de viviendas y monumentos
4. Los terremotosDestrucción de casas y monumentos
5. Las enfermedades venéreasPropagación de enfermedades sexuales
6. La violencia paternaPoder absoluto del padre sobre la familia
7. La delincuencia comúnRiesgo de ser atacado por delincuentes
8. Los raptosCaptura y separación de familias
9. Los envenenadoresPeligro de ser envenenado por políticos y nobles
10. Los sacrificios humanosPérdida de vidas en rituales religiosos
11. Las crucifixionesForma de tortura y castigo público

Preguntas frecuentes

A continuación, respondemos las preguntas más frecuentes sobre los peligros de vivir en la antigua Roma:

¿Cómo se enfrentaban a las hambrunas?

La población más desfavorecida en la antigua Roma enfrentaba las hambrunas con una dieta basada en pan, queso, cereales rancios y algunas verduras, lo cual generaba un alto grado de desnutrición. Cuando llegaban las grandes hambrunas, la escasez de alimentos provocaba muertes masivas.

¿Cuáles eran los riesgos de usar las letrinas romanas?

Las letrinas romanas eran estructuras problemáticas, debido a la presencia de ratas que salían del sistema de alcantarillado y propagaban enfermedades. Además, la mala conexión con el sistema de alcantarillado generaba la acumulación de metano, lo cual podía provocar explosiones.

¿Cómo se protegían de los incendios en la antigua Roma?

En la antigua Roma, las viviendas estaban construidas con materiales de mala calidad y aglomeradas en espacios muy reducidos, lo que aumentaba el riesgo de incendios. Sin embargo, las casas de la parte rica de la ciudad solían estar libres de ventanas exteriores, lo que evitaba la propagación del fuego. Además, algunas contaban con fuentes de agua para apagarlos en caso de que los alcanzara el fuego.

¿Cómo se protegían de los terremotos en la antigua Roma?

En la antigua Roma, los terremotos eran una amenaza poco frecuente. Sin embargo, los romanos desarrollaron técnicas de construcción que incluían redes de rejillas en los cimientos de edificios emblemáticos, como el Coliseo, para distribuir la potencia de las ondas sísmicas y evitar su colapso.

¿Cómo afectaban las enfermedades venéreas en la antigua Roma?

En la antigua Roma, la prostitución era una práctica común y regulada por el estado. Sin embargo, tanto las prostitutas como los clientes corrían el riesgo de contraer enfermedades venéreas, como la gonorrea y la lepra. Estas enfermedades podían propagarse fácilmente debido a las prácticas sexuales y la falta de protección.

¿Cuál era el rol del padre en la antigua Roma?

En la antigua Roma, el padre era la cabeza de familia y tenía poder absoluto sobre el destino de su descendencia. Esto significaba que tenía la autoridad para asesinar a su esposa en caso de adulterio, abandonar o sacrificar a los niños con discapacidad, vender a sus hijos como esclavos y prostituir a sus esposas. Sin embargo, con el paso del tiempo, los hijos y las esposas adquirieron cada vez más derechos en la sociedad romana.

¿Cómo se controlaba la delincuencia en la antigua Roma?

En la antigua Roma, la delincuencia solía operar en la noche, por lo que los ciudadanos evitaban salir durante esas horas para no ser atacados. Sin embargo, en el siglo primero después de Cristo, el emperador Augusto creó los cohortes urbanas, una unidad encargada de detener a los delincuentes, capturar a los esclavos fugitivos y luchar contra los incendios.

¿Cuáles fueron los raptos más famosos en la antigua Roma?

Uno de los raptos más famosos en la historia romana fue el rapto de las sabinas, llevado a cabo por Rómulo, el fundador de Roma. Otro ejemplo fue el rapto de Julio César, quien fue capturado por piratas. También se realizaron secuestros de familiares de líderes tribales bárbaros como medida de coacción.

¿Cómo se protegían de los envenenamientos en la antigua Roma?

En la antigua Roma, los envenenamientos eran una herramienta común en la política. Muchos emperadores y nobles contrataban envenenadores para deshacerse de sus enemigos. No existía una forma efectiva de protegerse de los envenenamientos, ya que muchas veces eran realizados por personas cercanas.

¿Se practicaban sacrificios humanos en la antigua Roma?

Antes de que los romanos prohibieran esta práctica, los sacrificios humanos eran comunes en la sociedad romana. Se realizaban rituales en los que se ofrecía una ofrenda a los dioses con la intención de obtener algo a cambio. Las víctimas eran sacrificadas en un altar y podían ser esclavos, enemigos de guerra o personas con deformidades, entre otros.

¿Cuándo se llevaban a cabo las crucifixiones en la antigua Roma?

Las crucifixiones eran una forma común de castigo en la antigua Roma. Se utilizaban para castigar a criminales, esclavos fugitivos y personas que cometían crímenes contra el estado. También se utilizaban como medida de coacción contra los pueblos conquistados. Algunos ejemplos famosos incluyen la crucifixión de los esclavos liderados por Espartaco y la crucifixión de Jesús.

Despedida

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