La peste negra, que se extendió por Europa, Asia y África en el siglo 14, ha sido la peor catástrofe de salud pública en la historia conocida de Europa. Aproximadamente 25 millones de europeos perdieron la vida durante esta pandemia, y varias ciudades perdieron entre el 50% y el 80% de su población. Las condiciones de vida e higiene en el siglo 14 eran bastante precarias, con casas de suelos de tierra donde se acumulaban desperdicios y una convivencia con todo tipo de animales domésticos. Estas condiciones favorecieron la propagación de la pandemia. A pesar de los esfuerzos de los médicos de la época, desconocían la forma de transmisión de la peste y los remedios que prescribieron resultaron ser peores que la enfermedad.
- El escenario perfecto para la propagación de la peste
- El vinagre de los cuatro ladrones
- Las costumbres de higiene salvan a los judíos de la peste, pero no de la furia cristiana
- Tratamientos ineficaces y asquerosos
- Cadáveres por doquier
- Comienzo de las cuarentenas
- Cómo se detuvo la peste
- Tabla de resumen
- Preguntas frecuentes
El escenario perfecto para la propagación de la peste
En el siglo 14, los europeos más pobres, tanto en las ciudades como en el campo, solían colocar camas de paja o de juncos en el suelo de tierra de sus viviendas. Aunque las capas superiores de paja podían ser renovadas ocasionalmente, las inferiores permanecían sin cambiar durante años o décadas. A estos residuos se sumaban los orines y los excrementos de perros y otros animales domésticos, vómitos, restos de bebidas y comidas, y otros desechos ligeros, creando así el ambiente ideal para una infestación de pequeñas alimañas dentro de las casas. Estos hábitos no cambiaron después de la peste negra en el siglo 14. Incluso más de 150 años después de la pandemia, el humanista holandés Erasmo de Rotterdam señalaba que muchas viviendas europeas tenían una capa de paja llena de todo tipo de desechos.
Los animales domésticos, como perros y gatos, eran los principales portadores de pulgas, quienes llevaban consigo una gran cantidad de estos insectos al interior de las viviendas. Mientras tanto, las ratas, portadoras de la peste, se paseaban libremente entre los desperdicios, creando el ambiente perfecto para la propagación de la enfermedad.
El vinagre de los cuatro ladrones
La peste negra, que se extendió por tres continentes en el siglo 14, acabó con la vida de más de 60 millones de personas. Los hábitos de higiene de la época contribuyeron enormemente a la propagación de la pandemia. Las pulgas y las ratas prosperaban gracias a la suciedad y a los hábitos poco higiénicos. Las pulgas picaban a los roedores infectados de peste bubónica y luego transmitían la enfermedad a los seres humanos. Los médicos de la época no sabían que las pulgas eran las responsables de esta transmisión, por lo que las personas seguían acostándose en camas llenas de pulgas, convirtiéndose en víctimas de las picaduras y de la peste, lo que les llevaba a una muerte altamente probable.
El vinagre jugó un papel importante en la lucha contra la peste negra. Cuatro ladrones franceses de una banda de Marsella fueron arrestados por robar a los enfermos y a los muertos durante la pandemia. El tribunal que los juzgó estaba intrigado, ya que ninguno de ellos había contraído la enfermedad y les prometieron clemencia si revelaban su secreto. Los ladrones confesaron que se frotaban una loción por todo el cuerpo antes de tocar a los muertos a los que robaban. Preparaban una mezcla de hierbas aromáticas, vinagre blanco y alcanfor y la dejaban macerar durante dos semanas. Aunque los ladrones no sabían exactamente por qué, esta mezcla actuaba como repelente de las pulgas transmisoras de la plaga, permitiéndoles salvar la vida de manera casi milagrosa.
Las costumbres de higiene salvan a los judíos de la peste, pero no de la furia cristiana
Los médicos adoptaron el hábito de lavarse las manos con vinagre y lo ponían en esponjas en sus máscaras. Algunos incluso usaban su propia orina como un gel ligero y de disponibilidad inmediata contra la peste. Aunque parezca extraño, la orina no parecía ser una mala opción considerando el trabajo que significaba la elaboración de jabón en la Edad Media.
La higiene en Europa en el siglo 14 dejaba mucho que desear. Bañarse era considerado una pérdida de tiempo y el clima tampoco ayudaba mucho. Fuera del verano, la gente evitaba el agua tanto como podía. Aunque eran conscientes de que la suciedad era perjudicial, solo se limitaban a lavarse las manos después de trabajar en el campo. Cuanto más bajo era el estatus social y económico de una persona, peores eran sus hábitos de higiene. Las personas ricas se bañaban ocasionalmente en una bañera, aunque el agua quizás quedara oscura por la suciedad. Por otro lado, las personas de menores recursos acudían a baños públicos o al arroyo local cuando el clima y el caudal de agua lo permitían.
Algunas personas se bañaban en agua de vinagre o de rosas. El vinagre era ampliamente utilizado en la medicina medieval y se utilizaba contra la peste negra. Esto dio origen a la historia de los cuatro ladrones. Curiosamente, se descubrió que ciertas comunidades judías tenían menos proporción de personas contagiadas por la peste en comparación con la población cristiana. Esto probablemente se debía a sus tradiciones de higiene. Sin embargo, en lugar de aprender de ellos, los cristianos reaccionaron con ideas delirantes y comenzaron a perseguir y oprimir a los judíos, a quienes consideraban responsables de la propagación de la enfermedad.
Tratamientos ineficaces y asquerosos
Los médicos del siglo 14 no tenían idea de cómo tratar la peste y, de hecho, algunos de sus tratamientos solo propagaron la pandemia. Por ejemplo, recomendaban extirpar los bubones que aparecían en los ganglios linfáticos de los enfermos para drenar el pus y curar las heridas con un ungüento. Pensaban que la enfermedad salía del cuerpo junto con el drenaje del pus. Sin embargo, el ungüento estaba compuesto por una mezcla de raíces de plantas medicinales, resina vegetal y heces secas, lo que arruinaba por completo la receta. Algunos médicos incluso recomendaban que no solo se drenara el pus, sino que el paciente lo bebiera, lo que suponía exponerse no solo a la peste bubónica, sino también a una muerte segura.
Cadáveres por doquier
Durante una pandemia con un alto índice de mortalidad, como la peste negra del siglo 14, deshacerse de los cadáveres se convierte en una tarea titánica prácticamente inabordable. Los vivos, muchos de ellos enfermos, no tenían fuerzas ni voluntad para enterrar a los muertos y los cadáveres se acumulaban por todas partes. Según el humanista y escritor italiano Giovanni Boccaccio, quien vivió durante la epidemia de la peste negra, las personas que morían en las calles quedaban tiradas en el lugar donde habían fallecido. Con los que morían en las casas ocurría algo similar, hasta que el olor insoportable obligaba a deshacerse del cadáver de cualquier manera posible, si había alguien con la suficiente fuerza para hacerlo.
Comienzo de las cuarentenas
Con la peste causando estragos, las ciudades costeras comenzaron a rechazar a los barcos, especialmente a aquellos que venían de áreas más afectadas. En 1348, Venecia se convirtió en la primera ciudad en imponer un período de aislamiento de 30 días a los tripulantes y pasajeros de las embarcaciones para asegurarse de que no estaban infectados. Este período de aislamiento se amplió más tarde a 40 días, y de ahí proviene la palabra "cuarentena". Sin embargo, incluso las cuarentenas de 40 días no lograron detener la propagación de la pandemia.
Cómo se detuvo la peste
Aunque la peste bubónica no desapareció por completo después de la pandemia del siglo 14, hubo una disminución en los brotes mortales. No hay una respuesta clara sobre por qué ocurrió esto. Las condiciones de salubridad no mejoraron significativamente y no hubo avances médicos inmediatos en la cura y prevención de enfermedades epidémicas. Una hipótesis es que la peste mató a todos los que pudo matar y los supervivientes quedaron inmunizados. Con el tiempo, la evolución genética y, posiblemente, la del propio agente transmisor ayudaron en la defensa contra la enfermedad. La falta repentina de mano de obra también fue un incentivo para la innovación tecnológica, lo que aceleró el fin de la Edad Media y dio inicio al Renacimiento. Además, la disminución de la población permitió un mayor consumo per cápita de carne.
La peste negra fue una tragedia sin precedentes en la historia de la humanidad. A pesar de las malas condiciones de higiene, los tratamientos ineficaces y la falta de conocimiento médico, la humanidad logró sobrevivir a esta pandemia y seguir adelante. Aprendimos valiosas lecciones sobre la importancia de la higiene y el cuidado de la salud. Esperamos que este artículo te haya sido útil para entender cómo era la higiene durante la peste negra.
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Tabla de resumen
Hábitos de Higiene | Medidas preventivas | Tratamientos | Consecuencias |
---|---|---|---|
Casas con suelos de tierra y acumulación de desperdicios | Uso de vinagre y otros repelentes, baños en agua de vinagre o de rosas | Extirpación de bubones, drenaje de pus, uso de ungüentos ineficaces | Alta mortalidad, propagación de la enfermedad, persecución a los judíos |
Convivencia con animales domésticos y pulgas | Uso de lociones repelentes, higiene personal precaria | Sangrías como método de cura | Disminución de la población, innovación tecnológica |
Hábitos de higiene personal poco desarrollados | Uso de vinagre y orina como repelentes | Uso de mascaras de médico de la peste y trajes protectores | Aumento del consumo de carne |
Preguntas frecuentes
¿Cuántas personas murieron durante la peste negra?
Aproximadamente 25 millones de europeos perdieron la vida durante la pandemia de la peste negra.
¿Cuáles eran los principales hábitos de higiene en el siglo 14?
Los principales hábitos de higiene eran lavarse las manos después de trabajar en el campo, bañarse ocasionalmente (principalmente las personas de clase alta), y el uso de vinagre como desinfectante.
¿Cómo se transmitía la peste negra?
La peste negra se transmitía principalmente a través de las pulgas de las ratas infectadas, que picaban a los seres humanos y les transmitían la enfermedad.
¿Qué medidas se tomaron para prevenir la propagación de la peste?
Se impusieron cuarentenas en las ciudades costeras, se utilizaron repelentes contra las pulgas, y se usaron mascaras de médico de la peste y trajes protectores.
¿Cuáles fueron las consecuencias de la peste negra?
Las consecuencias de la peste negra incluyeron una alta mortalidad, persecución a los judíos, disminución de la población y mayor innovación tecnológica.
Esperamos que este artículo haya resuelto algunas de tus preguntas sobre la higiene durante la peste negra. Si aún tienes alguna pregunta, no dudes en dejar un comentario. ¡Gracias por leer y hasta la próxima!

¡Hola! Soy Javier L., un apasionado de la historia que ha encontrado en la escritura una vía para compartir y explorar los rincones más fascinantes de nuestro pasado. Cuando no estoy sumergido en algún libro o documento histórico, me encuentras plasmando mis descubrimientos y reflexiones en este blog. Creo firmemente que la historia no solo es una serie de fechas y eventos, sino un rico conjunto de historias y lecciones que aún resuenan hoy. ¡Espero que disfrutes leyendo tanto como yo disfruto escribiendo! Un saludo y gracias por acompañarme en esta travesía por el tiempo.
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