31 cosas trágicas y curiosidades de Hashekura Su Nenaga, el primer Samurai en México Nueva España, un Samurai católico Romano y misionero. Tres adjetivos inesperados sirven para describir la también inesperada y sorpresiva vida de Hashekura Su Nenaga, el primer japonés y samurái en territorio mexicano. Y es que en 1613, cuando Naga partió en una expedición desde Japón, ni siquiera él podría sospechar las vueltas que daría su vida. La historia de este Samurai parece muy creativa y poco creíble, pero existió en realidad. En este artículo te contaré quién fue Hashekura, cómo llegó en pleno siglo XVII desde Japón a recorrer el mundo entero, convertirse en ciudadano de Roma y hasta conocer al Papa. Antes de adentrarnos en detalles, no olvides suscribirte a nuestro canal y activar las notificaciones para mantenerte al día con nuestras actualizaciones.
- 1. Nació a finales del siglo 16
- 2. Su nombre original era otro
- 3. Su padre fue condenado a suicidio en 1612
- 4. Lo salvó una amistad
- 5. No se sabe mucho más de su juventud
- 6. Europa y Japón buscaban profundizar sus relaciones
- 7. Hashekura se vio interesado por la religión cristiana
- 8. Navegó por meses hasta los territorios españoles en América
- 9. El Virreinato de Nueva España
- 10. Su llegada fue registrada por cronistas locales
- 11. Visitó Ciudad de México y Veracruz
- 12. Fue recibido por el Virrey
- 13. Dejó un grupo de representantes en Nueva España
- 14. Hizo una breve parada en Cuba
- 15. La primera parada europea fue en España
- 16. Cambió su nombre nuevamente
- 17. Se detuvo en Francia por mal clima
- 18. Finalmente llegó a Roma
- 19. Se reunió personalmente con el Papa
- 20. Hashekura fue declarado ciudadano Romano
- 21. También fue retratado en Roma
- 22. Las cartas de Hashekura están en los archivos vaticanos
- 23. Hay rumores sobre sus actividades políticas
- 24. Un segundo intento en España al año siguiente
- 25. El regreso tras el fracaso
- 26. El Rey español limitó las ganancias de los japoneses
- 27. Escala en Filipinas
- 28. Finalmente regresó a Japón
- 29. Hashekura rindió cuentas sobre su misión
- 30. Después de tanto esfuerzo, el Daimyo hizo lo opuesto
- 31. Poco se sabe del final de Hashekura
1. Nació a finales del siglo 16
Hashekura Su Nenaga nació en el año 2 de La era Genki de Japón, alrededor del año 1571 de occidente, en Okitama, un territorio que actualmente es la ciudad de Ionesawa. Formaba parte de una familia relativamente privilegiada, ya que su padre, Lammaguchi Sunechigue, era pariente del emperador Camu, el emperador número 50 del Japón tradicional.
2. Su nombre original era otro
Al nacer, Hashekura fue llamado Georgie. Sin embargo, durante la era feudal en Japón era bastante frecuente que los nobles cambiaran sus nombres de nacimiento en la adultez. Durante su infancia, fue adoptado por el samurái Hashekura Tokisama, y asumió como propio el apellido Hashecra.
3. Su padre fue condenado a suicidio en 1612
Su padre fue acusado y sentenciado por corrupción. La condena fue algo común en el Japón feudal, y debía suicidarse. En 1613, cumplió con el castigo. Las autoridades confiscaron su feudo y propiedades. Según la costumbre de la época, su hijo también debía ser ejecutado, pero Hashekura tuvo una rara y afortunada oportunidad.
4. Lo salvó una amistad
Hashekura creció en la época del feudalismo japonés a principios del siglo XVII, un tiempo también marcado por cambios políticos y sociales. Desde muy joven, Hashekura entabló amistad con el Dangyo de su zona, llamado Date Masamune. Tenían casi la misma edad, y Hashekura trabajó directamente con él. Fue esa amistad la que salvó a Hashekura de una ejecución por el crimen de su padre. El Dangyo decidió darle una oportunidad para redimirse y recuperar su honor con una tarea bastante importante: una embajada en Europa.
5. No se sabe mucho más de su juventud
Más allá de los hechos que llevaron a Hashekura hasta Europa y luego a otros destinos, es poco lo que se sabe sobre su vida. Sin embargo, al pertenecer a la clase samurái y ser descendiente de la familia imperial japonesa, sin duda debió tener privilegios. Además, tuvo que recibir entrenamiento para el combate y habilidades de defensa necesarias para proteger al Daimyo.
6. Europa y Japón buscaban profundizar sus relaciones
Por siglos, Japón había mantenido una estrecha relación principalmente comercial con China y otros países de Asia. Lógicamente, la cercanía era un factor importante para estas relaciones. Pero a mediados del siglo XVI llegaron dos nuevos e importantes actores: Portugal y España. Ambos imperios europeos con extensos dominios en diversas partes del mundo interesados en el comercio y, en el caso español, también en las misiones cristianas para extender la religión por el mundo. Ambos países europeos buscaron entrar a Japón.
7. Hashekura se vio interesado por la religión cristiana
La introducción europea, particularmente la Católica y española, fue relativamente exitosa en Japón. Las órdenes religiosas de los jesuitas enviados por Portugal, los franciscanos y los dominicos enviados por España fueron las primeras en llegar al país a inicios del siglo XVI. Ya se habían convertido al catolicismo alrededor de 200.000 japoneses. Hashekura también sintió interés por la religión occidental, lo cual pudo influir en su decisión de aceptar la embajada europea.
La misión de Hashekura inició con un largo viaje en barco acompañado por alrededor de 180 comerciantes europeos, samuráis católicos conversos de Japón. El barco zarpó en el otoño de 1613 y arribó tres meses después, el 25 de enero de 1614, en Acapulco, una de las ciudades del Virreinato de Nueva España, el más grande del imperio español.
9. El Virreinato de Nueva España
Hashekura llegó a territorio mexicano, entonces parte del Virreinato Español de Nueva España, que se extendía por buena parte del norte y centro de América, Asia y Oceanía. Más de 7 millones y medio de kilómetros cuadrados, este virreinato incluía los territorios actuales de Guatemala, Belice, Costa Rica, El Salvador, Honduras, la Capitanía General de Cuba, República Dominicana, Puerto Rico, Trinidad y Tobago, Guadalupe, México, los estados de California, Nevada, Colorado, Utah, Nuevo México, Arizona, Texas, Oregón, Washington, Florida y partes de Idaho, Oklahoma, Montana, Wyoming, Luisiana y Kansas. También el sur de la Columbia Británica de Canadá y territorios de la Capitanía General de Filipinas, que comprendía Filipinas, Islas Carolinas y las Islas Marianas.
10. Su llegada fue registrada por cronistas locales
Chimalpájín, un cronista de la tribunawa, escribió sobre la llegada del samurái japonés. Según su relato, al bajar del barco los tripulantes debían esperar instrucciones y organización para seguir su ruta. Pronto iniciaron los enfrentamientos entre viajeros japoneses y españoles, que incluso llegaron a la violencia. De acuerdo con Chimalpájín, el emisario, o "señorial" como se refirió a Hashekura, se quedó muy poco tiempo en México. Dejó ver que, aunque estaba interesado en el catolicismo, Hashekura quería esperar a bautizarse en Europa.
11. Visitó Ciudad de México y Veracruz
Hashekura permaneció solo dos meses en el Virreinato de Nueva España, pero en ese tiempo hizo visitas de alto nivel en Ciudad de México y Veracruz, donde fue recibido con honores por las autoridades locales. De acuerdo con los relatos de Chimalpájín, era apenas el segundo enviado que Japón había llevado a México. El cronista incluye en sus registros que la intención de los japoneses era convertir todo su país en católico y así plantearlo al Papa Pablo V en Roma.
12. Fue recibido por el Virrey
El embajador japonés se reunió con el Virrey español en México. En el encuentro, le contó su plan en Europa: reunirse con el Rey de España para ofrecer la paz y pedirle facilidades para el comercio entre Japón y México. Durante su visita, el arzobispo de México, Juan Pérez de la Serna, bautizó a veinte y confirmó a 63 de los acompañantes de Hashekura en el Convento de San Francisco, muy cerca del lugar donde se hospedaban los japoneses.
13. Dejó un grupo de representantes en Nueva España
Antes de partir a su misión europea, Hashekura dividió a su grupo de acompañantes y dejó algunos en Nueva España. Tomó un grupo de japoneses y dejó a un número igual aquí para el comercio, intercambio y venta de objetos, escribió Chimalpájín. Estos japoneses debían esperar en México el retorno de la misión europea. Algunos vivieron allí por varios años.
14. Hizo una breve parada en Cuba
Hashekura y el grupo elegido para acompañarlo hasta Europa zarpó en junio desde México, pero se detuvieron en La Habana, Cuba, un mes después. Estuvieron en la isla por seis días y luego se embarcaron nuevamente con destino a Europa, esta vez en un barco distinto. Desde el año 2001, la Bahía de La Habana tiene una estatua de bronce que conmemora la visita de Hashekura, el primer japonés en visitar este territorio, al menos el primero del que se tenga registro.
15. La primera parada europea fue en España
Hashekura fue recibido en el Imperio español por el Rey Felipe III. Esta cita era muy importante, pues Hashekura era el representante japonés y estaba encargado de entregar una carta del Daimyo Date Masamune, quien pedía a España un acuerdo de comercio entre ambos países. El Rey respondió que estudiaría la propuesta y que haría lo necesario para cumplirla.
16. Cambió su nombre nuevamente
No solo su nombre, también su religión. Mejor dicho, cambió su nombre debido a que cambió su religión. Hashekura fue bautizado el 17 de febrero en Madrid, en el Convento de las Descalzas Reales. Como es usual con el catolicismo, el Samurai debió asumir un nombre cristiano. Eligió llamarse Felipe Francisco, el mismo primer nombre que el Rey español.
17. Se detuvo en Francia por mal clima
Aunque su siguiente destino era Italia, Hashekura y su equipo debieron desembarcar en el puerto de San Tropez, en Francia, debido al mal tiempo en el viaje. Solo estuvieron unos días, pero su visita fue registrada en las crónicas de la ciudad. La visita de Hashekura es el primer registro de relaciones diplomáticas entre Francia y Japón.
18. Finalmente llegó a Roma
El 20 de septiembre de 1615, Hashekura llegó a Roma, donde fue recibido por el cardenal Furgesio. En Italia, tenía dos objetivos principales. El primero era el mismo que en España: plantear acuerdos comerciales y económicos entre Japón y México. El segundo objetivo era más cultural, buscaba misioneros europeos para llevarlos a Japón y aumentar la cantidad de conversos en la religión católica. Esta actividad fue particularmente bien vista por su siguiente y muy relevante anfitrión.
19. Se reunió personalmente con el Papa
El Papa Pablo V recibió a Hashekura el 3 de noviembre en el Vaticano. El Pontífice recibió la carta del Daimyo japonés, la solicitud de misioneros católicos, y quedó gratamente sorprendido por el embajador Hashekura. De hecho, le demostró su estima otorgándole un gran reconocimiento.
20. Hashekura fue declarado ciudadano Romano
Hashekura, Felipe Francisco, que coleccionaba varios nombres y varias identidades de distintas épocas de su vida, después de su visita papal halló una más. El Papa le otorgó la ciudadanía honoraria en Roma. Así, este samurái japonés, embajador convertido en católico con nombre español, se convirtió también en ciudadano europeo. El documento que certifica la nacionalidad de Hashekura se encuentra actualmente preservado en Sendai, Japón.
21. También fue retratado en Roma
Los historiadores todavía no han definido la identidad del pintor que retrató a Hashekura durante su visita en Roma, pero se cree que fue Arquitecto Ricci o Claude Deruet. Su retrato todavía hoy se puede ver exhibido en el Palacio del Quirinal en Roma.
22. Las cartas de Hashekura están en los archivos vaticanos
Hashekura entregó una carta al Papa, pero escrita en dos versiones: una en japonés y la otra en latín. Ambos documentos pueden consultarse actualmente en los archivos vaticanos. La respuesta papal fue positiva para el envío de misioneros católicos, pero la propuesta de intercambio comercial con México quedó a decisión del Rey español.
23. Hay rumores sobre sus actividades políticas
Sin embargo, más allá de las descripciones y relatos oficiales de la visita en Roma, hay comunicaciones que indican que el embajador también trató temas políticos, buscando alianzas internacionales para apoyar políticamente las ambiciones de su Daimyo en Japón. Una carta de 1615 del embajador de Venecia dice que Hashekura aseguró al Papa que el Rey al que seguía en Japón pronto tendría el control de todo el país, y que una alianza con su Daimyo ayudaría a aumentar la influencia cristiana en todo Japón.
24. Un segundo intento en España al año siguiente
En abril de 1616, Hashekura volvió a visitar Madrid, donde se reunió nuevamente con el Rey español. Las solicitudes japonesas no habían sido respondidas, y la segunda visita solo confirmó lo que el silencio español advertía. El Rey de España se negó a firmar el acuerdo, pues al monarca le parecía que la embajada de Hashekura no era una representación oficial de Tucugawa, quien gobernaba Japón. Además, cuando Hashekura llegó a Europa para pedir más misioneros, Tucugawa había promulgado un decreto ordenando la expulsión de todas las misiones católicas y empezó a perseguir a los practicantes de esta fe en Japón.
25. El regreso tras el fracaso
Después de dos años en Europa, Hashekura se embarcó de regreso a Nueva España. Zarparon en junio de 1616. Algunos documentos indican que integrantes de la misión japonesa se quedaron en España, principalmente en zonas cercanas a Sevilla. México fue una escala previa al regreso a Japón. Hashekura estuvo allí por cinco meses. El barco que los había llevado en el primer viaje los esperaba en Acapulco, mientras la embajada japonesa viajaba por Europa, el buque San Juan Bautista había sido utilizado para comercio e intercambio de productos.
26. El Rey español limitó las ganancias de los japoneses
Conociendo las actividades comerciales que había tenido el buque japonés, el Rey de España ordenó al virrey de Nueva España que forzara a los japoneses a gastar la mayoría de sus ganancias en productos mexicanos. Como quería evitar que se llevaran mucha plata, las autoridades españolas limitaron la cantidad de este material que podían llevarse. Hashekura pudo sacar 12.000 pesos en plata, y el capitán del buque, Yoconsawagen, se llevó ocho mil pesos.
27. Escala en Filipinas
El Virreinato de Nueva España era tan amplio que salir de sus territorios implicaba viajar por miles de kilómetros. Técnicamente, cuando Hashekura hizo su última escala en Filipinas, todavía estaba en territorio con jurisdicción española. En abril de 1618, el buque San Juan Bautista llegó a Filipinas y fue comprado por el gobierno local español, que lo destinó a la protección militar del territorio. Durante su estadía en Filipinas, Hashekura mandó a construir un nuevo barco y compró numerosos bienes y productos para el Daimyo Date Masamune.
28. Finalmente regresó a Japón
Siete años después de su partida, de visitar numerosos países y casi dar la vuelta al mundo, Hashekura llegó al puerto de Nagasaki en agosto de 1620. Japón había cambiado considerablemente. Los esfuerzos por erradicar el catolicismo se habían radicalizado después de 1616, cuando Tucugawa murió y fue sustituido por su hijo, quien era aún más xenófobo y defensor de la política de aislamiento japonés.
29. Hashekura rindió cuentas sobre su misión
Al reencontrarse con Date Sudán, Hashekura entregó reportes sobre sus viajes, la respuesta recibida y le entregó una serie de objetos obtenidos durante su fallida misión. Entre otras cosas, le dio un retrato del Papa Pablo V, un retrato del propio Hashekura mientras oraba, y un set de dagas malayas o indonesias que compró en Filipinas. Estas últimas se encuentran exhibidas en el Museo de la Ciudad de Sendai. De acuerdo con los registros de la casa Mazamune, a la cual pertenecía el Daimyo, las declaraciones fueron sorpresivas y extraordinarias.
30. Después de tanto esfuerzo, el Daimyo hizo lo opuesto
Preocupado por la posición del Shogun, Date decidió prohibir y perseguir el catolicismo en Sendai, su territorio. Pese a enviar a Hashekura a buscar más misioneros, el Daimyo hizo grandes esfuerzos por evadir su responsabilidad en esa misión. Incluso escribió una carta al Shogun para asegurar que su enviado había sido aprobado por el Shogun anterior y que sus temores no eran infundados. Aunque Date tenía ambiciones de acuerdos comerciales con España, el Imperio europeo era una amenaza para Japón desde las cercanas Filipinas, donde había fuerzas militares apostadas. Se cree que el viaje de Hashekura y sus testimonios sobre los territorios españoles aceleraron la decisión del Shogun japonés de romper relaciones comerciales con España en el año de 1623, y diplomáticas en 1624.
31. Poco se sabe del final de Hashekura
Pese a la importancia que tuvo Hashekura en el intercambio entre Japón y Europa, incluso si los acuerdos no fueron alcanzados, poco se sabe sobre su vida después de regresar a Japón. Según rumores de algunos cronistas cristianos en Japón, se dice que Hashekura abandonó el cristianismo. Otros dicen que fue martirizado por su fe, y otros que mantuvo su fe católica en secreto. Se sabe, sin embargo, que sus descendientes y sirvientes fueron ejecutados por ser cristianos. Así que es claro que Hashekura traspasó creencias a su entorno y probablemente mantuvo la fe católica hasta sus últimos días. Oficialmente, según fuentes católicas y fuentes japonesas, Hashekura murió en 1622 debido a una enfermedad, pero no se sabe con certeza donde se encuentran sus restos, aunque se sospecha de tres tumbas en distintas zonas de la ciudad de Miyagi. Una década después de la muerte de Hashekura, la esposa de su hijo y dos de sus sirvientes fueron aprehendidos y torturados para que abandonaran la fe católica. Como rechazaron la imposición, fueron ejecutados. Su hijo, Roqueumona Tuyori, sobrevivió por ser el maestro del templo zen en Ecomioji. Aunque sospecharon de sus creencias, decidieron no interrogarlo. Pero en 1640, otros sirvientes fueron acusados y, finalmente, el hijo de Hashekura fue decapitado. Los privilegios de la familia Hashekura fueron abolidos y todas sus propiedades y bienes confiscados. Apenas se redescubrieron durante el siglo XIX, pues habían estado bajo la custodia del Daimyo de Sendai por siglos. Entre estas posesiones encontraron numerosos artefactos y objetos católicos que Hashekura había traído de sus viajes, pero no había entregado al Daimyo japonés. El descubrimiento incluyó rosarios, hábitos y pinturas religiosas. Todos estos bienes se encuentran actualmente exhibidos en museos japoneses. Pese a que la gran misión de Hashekura no logró sus objetivos iniciales, su legado sobrevivió al largo aislamiento japonés y eventualmente trajo a la luz una parte importante de la historia de Japón y sus relaciones diplomáticas más allá de la mitad del mundo.

¡Hola! Soy Javier L., un apasionado de la historia que ha encontrado en la escritura una vía para compartir y explorar los rincones más fascinantes de nuestro pasado. Cuando no estoy sumergido en algún libro o documento histórico, me encuentras plasmando mis descubrimientos y reflexiones en este blog. Creo firmemente que la historia no solo es una serie de fechas y eventos, sino un rico conjunto de historias y lecciones que aún resuenan hoy. ¡Espero que disfrutes leyendo tanto como yo disfruto escribiendo! Un saludo y gracias por acompañarme en esta travesía por el tiempo.
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