Los orígenes de los Ucranianos

Los orígenes de los Ucranianos

La sangrienta historia de Rusia y Ucrania: los 3 Ragnarok

Aunque actualmente los medios de comunicación hablan de los enfrentamientos entre Ucrania y Rusia, durante el periodo soviético que la guerra actual parece haber reavivado, lo cierto es que el conflicto entre estas dos naciones ha sido el pilar fundacional sobre el que se han construido sus respectivas identidades nacionales.

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Índice
  1. Los primeros ucranianos
  2. El Ragnarok
  3. La dominación varia
  4. La invasión mongola
  5. El surgimiento del Zarato
  6. Los tumultos
  7. El alzamiento de los cosacos
  8. La rebelión de los cosacos
  9. La Inundación
  10. El fin de los zares, el tercer Ragnarok
  11. Resumen de la historia
  12. Preguntas frecuentes
    1. 1. ¿Cuál es la relación entre Rusia y Ucrania?
    2. 2. ¿Cuál es la diferencia entre los rusos y los ucranianos?
    3. 3. ¿Cuál es la religión predominante en Rusia y Ucrania?
    4. 4. ¿Cuáles son los principales hechos históricos que han moldeado la relación entre Rusia y Ucrania?
    5. 5. ¿Cuál es el futuro de las relaciones entre Rusia y Ucrania?

Los primeros ucranianos

Al igual que ocurre con muchos pueblos, existen diversas teorías sobre el origen de los primeros ucranianos. Según el investigador francés Michel Kaczynski, la primera cultura que dio lugar a los ucranianos y a otros pueblos eslavos fue la cultura arqueológica de Kiev, llamada así por el sitio donde se encontraron los yacimientos arqueológicos.

La cultura de Kiev se desarrolló entre los siglos III y V después de Cristo y se caracterizaba por la construcción de viviendas semi subterráneas, pequeños asentamientos de menos de 100 personas y la práctica de la pesca y la ganadería.

En algún momento entre el siglo V y VI después de Cristo, dicha cultura se dividió dando lugar a los pueblos eslavos que hoy conocemos, y antes denominados así por los romanos en el siglo VI después de Cristo.

El Ragnarok

De acuerdo con la mitología nórdica, el Ragnarok es un cataclismo producto de un combate eterno entre dos familias de dioses, los Aesir y los Vanir, y dos razas de gigantes, los Jotnar o gigantes de la montaña, y los Muspel o gigantes del fuego, que luchan por el control del mundo.

Cada facción representa algo distinto: los Aesir representan la prosperidad de la tierra, los Vanir representan la gloria guerrera, los Jotnar representan el cambio y la rebeldía, mientras que los Muspel representan la devastación. A diferencia de la visión cristiana, todos los bandos tienen sus defectos.

El Ragnarok es un fenómeno cíclico, donde cada acto de violencia provoca más violencia, llevando a una conflagración de fuego y cenizas que termina con los sueños de grandeza de todos los bandos, cuyos sobrevivientes tienen que reconstruir el mundo y prepararse para una guerra mucho peor.

Hablamos de esta leyenda porque luego del siglo VIII después de Cristo, la región de Kiev se transformó en un territorio de continuo Ragnarok, en los que tanto pueblos como ciudades eran construidos, destruidos y reconstruidos por sus habitantes tras una serie de constantes guerras con sus vecinos.

La dominación varia

La historia de la construcción de los estados de Ucrania y Rusia comenzó en el siglo VIII con la conquista de los jázaros, un pueblo de origen turco-judío cuyo imperio abarcó lo que actualmente es el sur de Rusia, Kazajistán occidental, el este de Ucrania, Crimea y una parte importante del Cáucaso.

Dicho imperio tuvo como principal aliado al Imperio Bizantino, con quien luchó para evitar que el Imperio Sasánida y los califatos árabes se hicieran con el control de Europa oriental, impidiendo así invasiones árabes, como las que sufrieron los reinos ibéricos un siglo antes.

Pese a que derrotaron a los árabes en varias oportunidades, los jázaros acabarían perdiendo su control sobre los territorios eslavos en el siglo IX con la llegada de los vikingos suecos, mezclados con los pueblos eslavos, que se establecieron en Ucrania, Rusia y Bielorrusia. Este pueblo fueron los antepasados de los rusos e iniciaron su llegada con la conquista de Nóvgorod por el príncipe legendario Rurik y sus hermanos.

Después de la muerte de Rurik, Oleg, uno de los principales generales, decidió conquistar la ciudad de Kiev y hacerse con el control de las ciudades gobernadas por los aliados de Rurik, iniciando el dominio de Rusia sobre el territorio ucraniano. En algunas versiones, mientras que en otros relatos solo decide fortalecer su dominio, creando la propia ciudad de Kiev. No se sabe cuál de las dos versiones es cierta, si Kiev era una creación de los rusos o si ya existía dicha ciudad antes de su llegada, ya que casi no hay documentos de esa época. Lo que sí se sabe con certeza es que en los gobiernos de los príncipes subsiguientes, los rusos introducirían el cristianismo ortodoxo, el bautismo, el tráfico de esclavos entre Escandinavia y el Imperio Bizantino, el vasallaje y el culto a la nobleza reivindicado por la Iglesia.

El Principado de Galicia, el primer protestado ucraniano

Una de las consecuencias de la dominación rusa sobre los ucranianos fue que ellos adoptaron su sistema de gobierno. La dinastía Rurik creó el Principado de Galicia, situado en la actual Ucrania, en el año 987 en la región del mismo nombre. El Principado de Galicia, también llamado Principado de Haliche, fue gobernado por el príncipe Yaroslav Osmomysl en el año 1097. Tras la muerte de Vladímir II de Volinia en 1198 y 1199, el príncipe Román el Grande de Galicia se hizo con el control de Volinia, uniendo ambos territorios en un estado.

No conforme con ello, Román el Grande capturó Kiev en el año 1204 y después desarrolló relaciones diplomáticas con el Imperio Bizantino, se alió con Polonia y firmó un tratado de paz con Hungría, con quien tenía conflictos desde hace años. Todo parecía ir bien para los ucranianos, salvo que tras la muerte de Román, fueron invadidos por los húngaros y polacos en el año 1221, quienes serían expulsados por Daniil de Galicia, el hijo de Román, en la Batalla de las Aguas Azules, con el objetivo de unificar todos los territorios conquistados por su padre.

En 1245, el Papa Inocencio IV permitió a Daniil ser coronado rey, siendo el único miembro de los Rurikid en ser coronado con dicho título, transformando al Principado de Galicia en uno de los más poderosos estados de Europa Central.

La invasión mongola

El primer reinado ruso-ucraniano, siglos XIII y XIV

Posteriormente, tras un ciclo de expansionismo militar, los varangianos se cambiaron el nombre a rusos y las diversas ciudades-estado gobernadas por ellos se vieron envueltas en varias guerras durante 200 años. Dichas divisiones internas provocarían que cuando llegaran los mongoles, a la luz de guerra a comienzos del siglo XIII, ni los rusos ni los ucranianos pudiesen enfrentarse eficazmente a las fuerzas de Batu Kan, quien incendió Kiev y provocó la muerte de 500.000 personas. A estas primeras invasiones le seguirían 200 años de servidumbre, esclavitud, hambrunas y asesinatos en masa por parte de los mongoles y sus principales aliados tártaros.

Algunos historiadores afirman que el yugo del dominio mongol tuvo una influencia destructiva en el sistema de leyes no escritas que regulaban la vida diaria de la sociedad, introduciendo la pena de muerte, el encarcelamiento a largo plazo y las torturas, algo que no había existido en Kiev antes de que los mongoles invadieran el país. También generó un retraso en la introducción de reformas sociales, políticas y económicas importantes e innovaciones científicas en comparación con Europa Occidental.

Si seguimos el paralelismo entre el mito del Ragnarok y la historia de Ucrania, los jázaros serían los Vanir, los varangianos serían los Aesir, los ucranianos serían los Hutons y los mongoles y tártaros serían los Muspel, que dan cierre al conflicto provocando más muerte y destrucción que los otros bandos

El surgimiento de los Romanov

Después de la desaparición de la dinastía Rurik y de Galicia, el poder pasó a manos del príncipe lituano Liubartas, mientras que los boyardos tomaron el control de Galicia. Posteriormente, en el año 1349, el rey Casimiro III de Polonia capturó y anexionó Galicia a su territorio, provocando que Galicia-Bolivia dejara de existir como estado independiente. Tiempo después, Galicia pasó a estar bajo el control del Gran Ducado de Lituania.

Después de vencer a sus rivales en la batalla del río Vorskla, el Gran Ducado se enfrentó a un nuevo desafío: los rusos. Todo parecía indicar que las ambiciones de los lituanos y los polacos llevarían a que se enfrentaran entre ellos por el control de los territorios rusos y ucranianos.

No obstante, en 1386 y contra todo pronóstico, surgió una unión dinástica entre Polonia y Lituania, conocida como la República de las Dos Naciones o Mancomunidad de las Dos Naciones. Esta unión estableció el primer sistema político que limitaba el poder del monarca por las leyes y la cámara legislativa, controlada por la nobleza de Polonia. Este sistema precedió a la monarquía constitucional y la federación democrática. También fue en este periodo cuando se comenzaron a utilizar los términos Rutenia y Rutenos, variantes latinas del vocablo Ruso, para designar a la tierra y al pueblo de Ucrania, respectivamente.

Esto fue un hecho importante, ya que hasta la fecha, los ucranianos solían ser confundidos con los rusos, pese a que tenían lenguas y orígenes diferentes.

En su apogeo, la Mancomunidad llegó a tener 1 millón 36 mil kilómetros cuadrados, múltiples grupos étnicos y una población de aproximadamente 11 millones de habitantes. Sin embargo, dicha Mancomunidad se enfrentaría a los rusos, quienes querían recuperar los territorios perdidos.

El surgimiento del Zarato

El control de los mongoles sobre el territorio eslavo comenzó a resquebrajarse en los siglos XV y XVI con la llegada de los dos Ivanes: Iván III de Rusia e Iván IV de Rusia.

Iván III fue el primer príncipe ruso de origen moscovita en denominarse a sí mismo zarat, un término ruso que equivale a emperador, y fue uno de los líderes que inició el proceso de unificación del estado ruso. Durante su reinado, Iván III se hizo con el control de Nóvgorod, así como de varias ciudades-estado eslavas. También se enfrentó al Kanat de Kazán, líder de los tártaros en la región, e inició una guerra contra él en 1480 hasta que finalmente logró que el líder tártaro se retirara para evitar un nuevo contraataque. Iván III hizo una alianza con el kan de la Horda Nogai para que atacara al kan Ahmad, acabando con el líder de la Horda Dorada y reduciendo el dominio de los tártaros en parte de la región. Siete años después, Iván redujo a la condición de estado vasallo el Kanato de Crimea y una de las ramas de la Orden de los Teutones.

Tras morir el 27 de octubre de 1505, a los 65 años de edad, el primer zar dejó pendiente a sus descendientes la eliminación completa del control mongol en la región. Esta tarea sería retomada por su nieto, Iván IV, que conquistaría el Kanato de Kazán en el año 1552, la ciudad de Astracán en 1556 y varias poblaciones del Volga, acabando con el dominio de los mongoles y tártaros en la región. Sería con Iván IV, también llamado Iván el Terrible, con el que se constituiría legalmente el zarato y se iniciaría la primera dinastía zarista.

Los tumultos

A diferencia de la primera gran crisis provocada por los mongoles en el siglo XIII, la segunda crisis que sufrirían los rusos y los ucranianos fue un sangriento juego de tronos desencadenado por ellos mismos. Este pasó por al menos cinco etapas: primero, la extinción de la dinastía Rurik, luego de gobernar durante 700 años, segundo, la guerra de los Falsos Dimitri, tercero, el alzamiento de los Romanov, cuarto, la rebelión de los cosacos, y quinto, la Inundación.

Luego de la muerte de Iván el Terrible en 1584, este dejó el control de Rusia en manos de su hijo Teodoro, un zar que era considerado un fanático religioso incapaz de gobernar. Esta situación llevó a que su suegro, Boris Godunov, asumiera el control de Rusia como regente, mientras lidiaba con las ambiciones de los nobles que deseaban derrocarlo a él y a Teodoro.

La gran oportunidad para intentar derrocarlo se presentaría luego de que Dimitri, el hermano menor de Teodoro, se cortara el cuello accidentalmente mientras tenía un ataque de epilepsia. Dicha muerte hizo que sus enemigos acusaran a Godunov de asesinato, algo que no era cierto. Al morir Teodoro tiempo después, Godunov decidió crear zemsky sobor, es decir, una asamblea popular, para que lo designaran como el nuevo zar. En este cargo, se enfrentó a una fuerte hambruna entre los años 1601 y 1603, sumado a un fuerte invierno que provocaría una alta mortandad en la región. Esta situación fue aprovechada por la Mancomunidad de las Dos Naciones, quienes corrieron el rumor de que Dimitri estaba con vida y que el nuevo zar era un impostor. Tras una exitosa campaña de desinformación, el ejército de la Mancomunidad, unido a la nobleza local que se oponía a Godunov, logró que el zar tuviera un colapso y muriera el 23 de abril de 1605.

La guerra de los Falsos Dimitri

A los pocos meses de asumir el poder, Fiodor, el hijo de Godunov, se vio obligado a abdicar y ceder el trono al falso Dimitri el 20 de junio de 1605, quien mandó ejecutar a Fiodor y a su madre poco después. Sin embargo, su victoria sería efímera, ya que Basilio Shuiski, un noble local, ordenó su asesinato para hacerse con el trono, provocando la muerte de al menos dos mil polacos que estaban aliados con el falso Dimitri.

Tras este percance, la Mancomunidad decidió repetir su treta e inició una nueva campaña de rumores diciendo que el verdadero Dimitri estaba con vida, colocando a un nuevo impostor, ganándose el apoyo y la protección de líderes polacos y lituanos. Dimitri Segundo, el falso, acabó creando una corte paralela en la ciudad de Tuchín, cerca de Moscú, donde había concebido con Marina Mniszech a su heredero.

Para evitar que se repitiera la historia de Godunov, el zar sucesor, Vasili IV Shuiski, firmó una alianza con Suecia para hacer frente a la Mancomunidad, al impostor que trataba de quitarle el trono. Una alianza que no le fue de gran ayuda, ya que sus fuerzas fueron derrotadas en la Batalla de Klushino y él fue encarcelado en Polonia y acabó muriendo el 12 de septiembre de 1612.

No conforme con ello, el falso Dimitri Segundo también sería asesinado por el comandante polaco Stanisław Żółkiewski, que pesque, quien decidió apoyar al príncipe Vladislao, el hijo del rey de la Mancomunidad, Segismundo III Vasa, para que asumiera el trono, siempre que respetase la fe ortodoxa y garantizara ciertos privilegios a sus aliados. Algo a lo que no accedió Vladislao y que llevó a que se fraguara una conspiración de los suecos para derrocarlo.

El alzamiento de los cosacos

El punto más álgido del conflicto llegaría entre el 17 y el 19 de marzo de 1611, cuando un grupo de polacos y mercenarios alemanes masacraron a 7.000 moscovitas e incendiaron la ciudad para suprimir los disturbios. El resto de Rusia no se encontraba mejor, el 22 de septiembre de 1612, las fuerzas de la Mancomunidad exterminaron a la población de Izborsk, según los clérigos de la ciudad de Rostov.

Tras tantos conflictos por el trono de Rusia, Kuzma Minin, un carnicero que presidía el cuerpo de voluntarios de la ciudad de Nizhni Nóvgorod, acabó creando un ejército de voluntarios para dar fin a los tumultos. Dicho ejército fue dirigido por el príncipe Dmitry Pozharsky, quien expulsó de Moscú a las fuerzas polaco-lituanas el primero de noviembre de 1612. Tras la retirada de sus enemigos, el zemsky sobor decidió por unanimidad nombrar como zar a Miguel Románov el 21 de febrero de 1613, tras descartar a otros candidatos entre los que estaban los príncipes de Suecia y Polonia.

La elección se debió en parte a su lejana relación de parentesco con su tía-abuela, la zarina Anastasia Romanov, esposa de Iván el Terrible. La elección de Miguel se realizó en su ausencia, ya que se desconocía su paradero. No fue hasta el 24 de marzo cuando los delegados del consejo encontraron a Miguel y a su madre, María Fiódorovna Nagaia-Serébryakova, en el monasterio Ipatiev, cerca de Kostromá. Su madre se opuso a la elección, alegando que su hijo de 16 años era demasiado joven para asumir tal responsabilidad en tiempos tan difíciles, algo que era entendible, ya que habían muerto cinco zares en menos de veinte años, y ya no deseaba que le ocurriera lo mismo a su hijo. Los boyardos, desesperados, afirmaron que, si este no accedía, le harían responsable ante Dios de la destrucción de Rusia.

Esto hizo que Miguel aceptara finalmente el trono y que fuera coronado el 22 de julio de 1613 en la catedral de la Dormición del Kremlin de Moscú, dando así comienzo a la dinastía de los Romanov.

La rebelión de los cosacos

Mientras los Romanov trataban de devolver la estabilidad a Rusia, los cosacos, un grupo tribal de Ucrania, iniciaron una serie de incursiones en los diferentes territorios de Rusia aprovechando el caos de la guerra. Estos ataques serían detenidos temporalmente por las fuerzas del zar, pero acabarían intensificándose nuevamente.

Dentro de la propia Mancomunidad lituano-polaca, los cosacos originaron una serie de guerras que serían conocidas como la Inundación. El primer conflicto de la Inundación pasaría a ser conocido como el Levantamiento de Jmelnytsky, una insurrección que tuvo lugar en los territorios de la actual Ucrania comandada por Bogdán Jmelnietsk que el líder de los cosacos de Zaporizhia, a quien se había aliado a los tártaros de Crimea, la Iglesia ortodoxa, así como con los campesinos locales ucranianos, algunos burgueses y una parte de la nobleza, con el objetivo último de la creación de un estado cosaco autónomo.

Tras una serie de sangrientas batallas entre 1640 y 1654, la desorganizada milicia de la Mancomunidad polaco-lituana fue derrotada. La rebelión consigo el fin de la influencia de la Mancomunidad sobre las tierras cosacas.

La Inundación

El segundo de esos conflictos fue la alianza entre rusos y cosacos formada por el zar Alejo I de Rusia y Bohdán Jmelnitsky, quien consiguió la ayuda de ellos a cambio de reconocer la autoridad del zar ruso, que compró armas en Holanda, los principados alemanes y Suecia para prepararse para la guerra contra la Mancomunidad. Esta guerra, iniciada en 1654, se convirtió en una de las mayores pesadillas para la Mancomunidad, ya que los suecos aprovecharon el conflicto para iniciar otra guerra contra ellos, lo que obligó a la Mancomunidad a luchar en dos frentes enemigos simultáneamente. Tras cinco años de desgaste luchando contra los suecos y ocho luchando contra los rusos, la Mancomunidad acabó cediendo muchos de sus territorios en las tierras del este del río Dniéper, a los rusos y a la oleada de conquistadores que le siguieron en las siguientes décadas. Finalmente, en 1795, la Mancomunidad polaco-lituana desapareció del mapa europeo tras dividir sus territorios entre el Imperio Ruso, el Reino de Prusia y el Imperio Austriaco.

El fin de los zares, el tercer Ragnarok

Tras seis siglos de estabilidad bajo el control de la familia Romanov, la historia rusa y ucraniana cambió para siempre tras cuatro eventos decisivos: primero, la Primera Guerra Mundial; segundo, la Revolución Bolchevique; tercero, el surgimiento de la Unión Soviética; y cuarto, el ascenso del nazismo alemán.

Las enormes pérdidas que ocasionó la participación de Rusia en la Primera Guerra Mundial, aunadas a las condiciones de pobreza y miseria en las que estaba el estado ruso durante el gobierno de Nicolás Romanov, contribuyeron a que el pueblo ruso apoyase la Revolución Roja, promovida por Vladimir Lenin, Josef Stalin y León Trotsky. A comienzos del siglo XX, pocos sabían que este conflicto fue visto como una gran oportunidad para Ucrania para independizarse del poderío ruso.

Mientras se fraguaba la guerra civil entre el Ejército Blanco de los monárquicos y el Ejército Rojo de los revolucionarios, que tuvo lugar entre 1917 y 1922, este movimiento separatista hizo que la población ucraniana que estaba bajo el control ruso se declarara independiente, llamándose a sí misma la República Popular Ucraniana; mientras que la población ucraniana que se encontraba bajo el control de la República de Polonia se denominaría a sí misma como la República Popular de Ucrania Occidental. Ante esta situación, Stalin logró convencer a los separatistas ucranianos bajo el control ruso de formar parte del gobierno soviético como un estado vasallo, mientras que la República de Ucrania Occidental fue conquistada por el ejército polaco en una invasión a Polonia que tuvo lugar al final de la Segunda Guerra Mundial.

En lo que se refiere a los nazis, éstos intentaron hacerse con el control de Polonia y Ucrania Occidentales en 1939, llegando a ser repelidos por el ejército ruso, polaco y ucraniano. Posteriormente, Crimea fue transferida por Moscú a la República de Ucrania dentro de la URSS. En la década de 1950, la Unión Soviética mantendría el control de Ucrania hasta el 24 de agosto de 1991, cuando comenzó el proceso de independencia de los estados soviéticos. Tras establecer a Kiev como su capital definitiva, Ucrania inició un proceso de modernización de su estado con el apoyo de empresarios locales y extranjeros.

En las dos siguientes décadas, ¿son los rusos y los ucranianos dos caras del mismo pueblo?

De acuerdo con la visión de los príncipes, zares, dictadores y presidentes rusos que han gobernado tanto Rusia como Ucrania, ambos pueblos son los mismos, con algunas variantes menores. El hecho de que ambos aparezcan en el registro histórico mundial casi al mismo tiempo, que tengan la misma ciudad madre como parte de su historia y que hayan combatido a numerosos enemigos dispuestos a destruirlos a lo largo de un milenio, puede darnos la visión de que más allá de que ambos tienen distintas lenguas, ambos pueblos podrían ser en esencia, un mismo pueblo.

No obstante, hay algo que diferencia a rusos y ucranianos, y es que ambos estados han tenido diferentes tipos de liderazgos. Los rusos siempre han sido históricamente guiados por líderes autoritarios, mientras que los ucranianos han conocido, bajo los distintos conquistadores, variadas formas de gobierno, tales como el autoritarismo, la monarquía democrática, el imperialismo, la democracia representativa, entre otras. Los ucranianos se definen a sí mismos como sobrevivientes. Su propio himno dice "todavía no hemos muerto". Sus discursos no se centran en la gloria por la patria, sino en su deseo de sobrevivir a las fuerzas que los tratan de doblegar. Mientras que Rusia se ve a sí misma como la salvadora, y no lo es, Ucrania se ve a sí misma como un pueblo libre que no busca salvar a nadie más que a sí misma y eso es la mayor diferencia entre ambos estados.

Si tienes alguna pregunta o algo que agregar, por favor compártelo con nosotros en la sección de comentarios. ¡No olvides darle me gusta a este vídeo y enviar el enlace a tus familiares y mejores amigos para que también sepan más sobre la sangrienta historia de Rusia y Ucrania!

Resumen de la historia

EventoPeriodoPaíses involucrados
Conquista de los jázarosSiglo VIIIRusia, Ucrania, Turquía, Kazajistán, Crimea
Invasiones mongolesSiglos XIII y XIVRusia, Ucrania
Unión entre Polonia y LituaniaSiglo XIVPolonia, Ucrania, Lituania
Ascenso de la dinastía RomanovSiglo XVRusia, Ucrania
Revolución RojaSiglo XXRusia, Ucrania
Independencia de UcraniaSiglo XXRusia, Ucrania

Preguntas frecuentes

1. ¿Cuál es la relación entre Rusia y Ucrania?

Rusia y Ucrania han tenido una relación complicada a lo largo de la historia. Ambos países comparten una historia y una cultura común, pero también han experimentado conflictos y tensiones. La relación actual entre Rusia y Ucrania es especialmente tensa debido a la intervención rusa en Ucrania y la anexión de Crimea en 2014.

2. ¿Cuál es la diferencia entre los rusos y los ucranianos?

Existen varias diferencias culturales, lingüísticas y políticas entre los rusos y los ucranianos. Los rusos hablan principalmente ruso, mientras que los ucranianos hablan principalmente ucraniano. Además, la historia y las tradiciones de ambos países son distintas. Política y económicamente, Rusia es un país mucho más grande y poderoso que Ucrania.

3. ¿Cuál es la religión predominante en Rusia y Ucrania?

La religión predominante en Rusia es la Iglesia Ortodoxa Rusa, mientras que en Ucrania hay una división entre los seguidores de la Iglesia Ortodoxa Ucraniana y los seguidores de la Iglesia Ortodoxa del Patriarcado de Moscú. Además, hay una minoría significativa de católicos en Ucrania, especialmente en el oeste del país.

4. ¿Cuáles son los principales hechos históricos que han moldeado la relación entre Rusia y Ucrania?

Algunos de los principales hechos históricos que han moldeado la relación entre Rusia y Ucrania incluyen la dominación mongola en el siglo XIII, la invasión polaca de Ucrania en el siglo XVII, la anexión de Crimea por parte de Rusia en el siglo XIX, la unión de Ucrania con Rusia en la Unión Soviética en el siglo XX y la independencia de Ucrania de la Unión Soviética en 1991.

5. ¿Cuál es el futuro de las relaciones entre Rusia y Ucrania?

El futuro de las relaciones entre Rusia y Ucrania es incierto. Actualmente, las tensiones entre ambos países son altas debido al conflicto en el este de Ucrania y la anexión de Crimea por parte de Rusia. Sin embargo, es posible que en el futuro las relaciones mejoren si se llega a un acuerdo político y se resuelven los conflictos actuales.

Esperamos que este artículo haya sido útil y esclarecedor. Si tienes más preguntas o comentarios, no dudes en compartirlos con nosotros.

¡Gracias por leernos y hasta la próxima!

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