13 trucos peligrosos de belleza en la época victoriana
- El estándar de belleza en la época victoriana
- El estigma de la belleza en la era victoriana
- Los 13 trucos tóxicos de belleza de la época victoriana
- La belleza victoriana impregnada de toxicidad
- Tabla de resumen de los 13 trucos tóxicos de belleza de la época victoriana
- Preguntas frecuentes
- Despedida
El estándar de belleza en la época victoriana
Saludar a las mujeres orgullosas de lucir sus bronceados y cabello corto hoy en día puede parecer algo común, pero en la época victoriana, el estándar de belleza era muy diferente. En aquel entonces, las pecas eran consideradas tan desagradables como los granos y el acné. Se valoraba el cabello largo y abundante, con hermosos rizos o elegantes moños. La belleza ha sido siempre subjetiva y cambiante a través del tiempo. Si la reina Victoria pudiera ver las tendencias actuales, probablemente consideraría vulgar el maquillaje de celebridades como Jennifer López o las Kardashian. Durante los 64 años de su reinado, la tez pálida y casi enfermiza era el estándar de belleza, junto con el cabello exuberante y un cuerpo esbelto. Sin embargo, este estándar de belleza a menudo implicaba el uso de ingredientes y técnicas que eran perjudiciales para la salud. Imagínate tener que usar productos a base de plomo, arsénico o belladona para lograr la belleza deseada. A pesar de conocer los riesgos, muchas mujeres de la época victoriana optaron por estos métodos, demostrando hasta qué punto se llegaba para cumplir con los estándares sociales.
El estigma de la belleza en la era victoriana
La belleza de una mujer en la era victoriana dependía de un aspecto natural, con un rostro pálido similar al de los enfermos. Sin embargo, esto no siempre se cumplía en la práctica. La reina Victoria desaprobaba el uso del maquillaje, considerándolo vulgar y propio de cortesanas y prostitutas. A pesar de esto, las mujeres adineradas buscaban formas de lucir hermosas y recurrieron a productos y procedimientos extremadamente tóxicos, que en muchas ocasiones resultaron en la muerte. La época victoriana fue una época de consumismo y glamour, y cada día se convertía en un suplicio para las mujeres, quienes debían mostrarse débiles y vulnerables incluso en su apariencia. Contribuyendo al consumismo, se publicaron varios libros que aconsejaban y daban trucos de belleza a las mujeres, muchos de los cuales resultaron muy perjudiciales para su salud.
Los 13 trucos tóxicos de belleza de la época victoriana
Vamos a adentrarnos en los 13 trucos tóxicos de belleza que se impusieron en la época victoriana. Pero antes, asegúrate de suscribirte a nuestro contenido para mantenerte actualizado.
Número 1: Uso del amoníaco y otros componentes tóxicos para blanquear el rostro. Las mujeres de alto estatus social buscaban una tez muy blanca, casi porcelana. Para lograr este estándar de belleza, muchas empleaban técnicas tóxicas, como cubrir su rostro durante la noche con opio de hojas de lechuga y lavarse la cara con amoníaco por la mañana. Si bien esto se explicaba como una forma de lograr un cutis pálido y fresco, el amoníaco resultó ser mortal para muchas mujeres. Sin embargo, en aquella época, era más importante cumplir con los estándares de belleza y demostrar pertenecer a la alta sociedad, a pesar de los riesgos conocidos.
Número 2: Uso de belladona para dilatar las pupilas. A una tez extremadamente blanca le seguían unos ojos grandes y brillantes. Para lograr esto, las mujeres usaban colirios a base de belladona, una de las plantas más venenosas del mundo. Si bien este método cumplía con los estándares de belleza, agravaba la visión y podía causar ceguera. Además, provocaba otros efectos perjudiciales para la salud.
Número 3: Uso de tenazas para rizar el cabello. El cabello largo y hermoso era un activo valioso para las mujeres. Para lograr rizos en el cabello, se empleaban tenazas de metal que se calentaban directamente en el fuego. Sin embargo, muchas veces el cabello se incendiaba y las mujeres sufrían quemaduras graves o incluso quedaban calvas. A pesar de esto, algunas mujeres continuaron usando estas tenazas y buscaron remedios para la calvicie, que agravaron la situación con el uso de productos químicos dañinos como el amoníaco.
Número 4: Dieta basada en la lombriz solitaria. La delgadez se lograba siguiendo una dieta a base de frutas, que consistía en comer un puñado de fresas por la mañana, media naranja en el almuerzo y cerezas en la cena. Sin embargo, las mujeres sentían que esta dieta y el corsé no eran suficientes para lograr la cintura de avispa que deseaban. Por lo tanto, comenzaron a consumir gusanos vivos o tomar pastillas que les hacían crecer una lombriz solitaria en el estómago para eliminar lo que consumían. Muchas mujeres llegaron a inducirse el vómito para expulsar la lombriz, pero esto a menudo resultaba en asfixia e incluso la muerte.
Número 5: Baños con arsénico. El cuidado de la piel era una prioridad, aunque no se empleaban los mejores productos para tratar enfermedades de la piel. Las mujeres de la época se bañaban con arsénico, una práctica que no se consideraba tan perjudicial como el inhalado mediante los vapores de los manantiales de arsénico. Sin embargo, exponerse al arsénico en la piel provocaba lesiones cutáneas, faringitis y desarrollaba cáncer de pulmón y de piel, entre otros efectos negativos para la salud.
Número 6: Depilación con arsénico o cloruro de cal. En la época victoriana, la depilación facial era más común que la depilación corporal debido a la vestimenta. Sin embargo, aun así, muchas mujeres se depilaban las piernas. Para la depilación facial, se usaba una mezcla tóxica a base de arsénico, conocida como Rush Matt Oscuro, que provocaba llagas y alteraciones en la piel. Se creía que afeitar el vello provocaba un crecimiento más grueso, por lo que algunos escritores recomendaron la aplicación de ceniza de madera, lo cual lastimaba la piel. Incluso se usaron técnicas como el uso de hipoclorito de calcio y enjuagarse con vinagre, aunque estas técnicas eran consideradas muy tóxicas y podían quemar la piel.
Número 7: Sangrado con carbonato de amonio y polvo de carbón. La piel extremadamente blanca era un ideal de belleza y muchas mujeres sanas buscaban parecer enfermas para cumplir con este estándar. Para lograrlo, algunas mujeres se provocaban el vómito ingiriendo polvo de carbonato de amonio o polvo de carbón para eliminar las impurezas de su cuerpo y tener una piel más pálida. Sin embargo, ingerir carbonato de amonio puede irritar el tracto respiratorio y causar múltiples problemas de salud.
Número 8: Higiene bucal con carbón y amoníaco. En la época victoriana, no existía la crema dental como la conocemos hoy en día. La forma en que hombres y mujeres mantenían su higiene bucal era enjuagándose la boca con agua y una cucharada de amoníaco. Se recomendaba también secarse los dientes con ceniza de madera para eliminar el vello facial, lo cual podía lastimar la piel. Además, se usaba cocaína para aliviar el dolor en las encías, lo cual resultaba en adicciones peligrosas.
Número 9: Plomo para ocultar imperfecciones en el rostro. El uso del plomo en el maquillaje se usaba desde el Imperio Romano y la reina Elizabeth I lo usaba como base de su maquillaje. Para eliminar las imperfecciones en el rostro, muchas mujeres usaban polvos cosméticos o pinturas con plomo. Sin embargo, esto causaba heridas y cicatrices en la piel, empeorando con cada capa de pintura. Los efectos del plomo en el maquillaje incluyen parálisis, calvicie, atrofia muscular y hasta la muerte.
Número 10: Obleas de arsénico para eliminar manchas e impurezas en el rostro. Para lograr una tez pálida y sin imperfecciones, las mujeres de la época victoriana recurrían a obleas de arsénico, que se vendían a pesar de sus efectos mortales. Las obleas prometían eliminar pecas, espinillas y manchas solares, pero obviamente su ingesta era peligrosa y potencialmente mortal.
Número 11: Pomadas y pinturas tóxicas para los ojos. El uso del mercurio y el plomo estaba extendido en los productos de belleza para los ojos. Las mujeres usaban cremas y pomadas que contenían mercurio o plomo, causando daños y demencia. Incluso algunas mujeres utilizaban pomadas de mercurio para combatir la hinchazón de los párpados, lo cual tenía los mismos efectos perjudiciales para la salud.
Número 12: Tinte sintético hecho con arsénico. El colorido en la época victoriana se mostraba más en los vestidos y accesorios para el cabello que en el rostro. Un color que causó furor fue el verde de Scheele, utilizado en los papeles decorativos de las paredes y luego aplicado en la vestimenta. Sin embargo, este tinte se elaboraba con una combinación mortal de cobre y arsénico. El empleo masivo de este color causó múltiples enfermedades y muertes, pero la moda prevaleció hasta que finalmente se prohibió en 1895.
Número 13: Labiales con sustancias tóxicas. Aunque en la época victoriana los labios debían ser suaves y discretos, la industria de los labiales experimentaba un auge. Muchos labiales se fabricaban con polvo de cianuro, un mineral altamente tóxico compuesto de mercurio. También se usaban labiales que contenían amoníaco y estaban mezclados con insectos triturados, lo cual provocaba reacciones alérgicas en la piel.
La belleza victoriana impregnada de toxicidad
La belleza en la época victoriana estuvo impregnada de toxinas y peligros para la salud. Fue una época en la que las mujeres se convirtieron en esclavas de los estándares de belleza impuestos por la sociedad, sin importar las consecuencias para su salud y su vida. Aunque resulta asombroso, muchos productos de belleza actuales todavía contienen ingredientes altamente tóxicos. Esperamos que este contenido haya sido útil y te invitamos a compartir tus pensamientos en la sección de comentarios. No olvides dar me gusta y suscribirte para estar al tanto de nuestras actualizaciones. También, síguenos en nuestras redes sociales para no perderte ninguna novedad. Recuerda, un pueblo que no conoce su historia está condenado a repetirla.
Tabla de resumen de los 13 trucos tóxicos de belleza de la época victoriana
Número | Truco de belleza | Sustancias tóxicas utilizadas |
---|---|---|
1 | Blanqueamiento del rostro | Amoníaco, opio de hojas de lechuga |
2 | Dilatación de las pupilas | Belladona |
3 | Rizado del cabello | Tenazas de metal |
4 | Dieta basada en la lombriz solitaria | Gusanos vivos |
5 | Baños con arsénico | Arsénico |
6 | Depilación facial | Arsénico, cloruro de cal |
7 | Purgamiento de sangre | Carbonato de amonio, polvo de carbón |
8 | Higiene bucal | Carbón, amoníaco |
9 | Maquillaje con plomo | Plomo |
10 | Eliminación de manchas e impurezas | Obleas de arsénico |
11 | Maquillaje de ojos | Mercurio, plomo |
12 | Tinte sintético | Arsénico |
13 | Labiales | Cianuro, amoníaco |
Preguntas frecuentes
A continuación, responderemos algunas preguntas frecuentes sobre los trucos tóxicos de belleza en la época victoriana:
P1: ¿Por qué las mujeres de la época victoriana se arriesgaban a utilizar estos productos tóxicos?
R1: Las mujeres querían cumplir con los estándares de belleza impuestos por la sociedad y demostrar que pertenecían a la alta sociedad. A pesar de conocer los riesgos, el cumplimiento de estos estándares era prioritario, incluso por encima de la propia salud.
P2: ¿Cuáles fueron las consecuencias más comunes de estos trucos tóxicos?
R2: Las consecuencias más comunes incluían daño en la piel, como heridas, cicatrices y lesiones cutáneas. Además, muchas mujeres sufrieron enfermedades graves, como parálisis, calvicie, alteraciones en el sistema nervioso, insuficiencia renal y, en muchos casos, la muerte.
P3: ¿Siguen utilizando algunas de estas sustancias tóxicas en productos de belleza actuales?
R3: Aunque la regulación de la industria cosmética ha mejorado en gran medida, todavía existen productos que contienen sustancias potencialmente tóxicas. Es importante leer las etiquetas y buscar productos naturales y seguros para nuestra salud.
P4: ¿Cuándo se tomó conciencia de los peligros de estos trucos de belleza tóxicos?
R4: A medida que comenzaron a surgir casos de enfermedades y muertes asociadas con el uso de estos productos, se tomó conciencia de sus peligros. A finales del siglo XIX y principios del siglo XX, se implementaron regulaciones para evitar el uso de sustancias tóxicas en productos de belleza.
Despedida
Esperamos que este artículo te haya abierto los ojos sobre los peligros que enfrentaban las mujeres en la época victoriana para cumplir con los estándares de belleza de su tiempo. Aunque parezca sorprendente, aún hoy en día existen productos de belleza que contienen sustancias tóxicas. ¡No olvides cuidar de ti y elegir productos seguros y saludables! Si te ha gustado este contenido, no olvides compartirlo con tus seres queridos y seguirnos en nuestras redes sociales para más información y novedades sobre historia y curiosidades. ¡Hasta la próxima!

¡Hola! Soy Javier L., un apasionado de la historia que ha encontrado en la escritura una vía para compartir y explorar los rincones más fascinantes de nuestro pasado. Cuando no estoy sumergido en algún libro o documento histórico, me encuentras plasmando mis descubrimientos y reflexiones en este blog. Creo firmemente que la historia no solo es una serie de fechas y eventos, sino un rico conjunto de historias y lecciones que aún resuenan hoy. ¡Espero que disfrutes leyendo tanto como yo disfruto escribiendo! Un saludo y gracias por acompañarme en esta travesía por el tiempo.
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